La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) ha dictaminado que no existe afectación ambiental en las obras de construcción de un nuevo fraccionamiento en las orillas del Arroyo Moreno considerada Área Natural Protegida (ANP), en el municipio de Medellín de Bravo.
Esta resolución se produce tras una supervisión realizada a raíz de señalamientos de ejidatarios de Boca del Río sobre una supuesta devastación de manglares en un Área Natural Protegida.
Inspectores de la dependencia federal se presentaron este mediodía en el predio contiguo al Arroyo Moreno. En el lugar, observaron maquinaria pesada dedicada al aplanado del terreno y llevaron a cabo un recorrido por la zona, casualmente, acompañados por el responsable de la obra.
A pesar de las denuncias que sugerían la tala de manglar, la PROFEPA dijo que encontró evidencia de daño ambiental y, consecuentemente, no procedió a la clausura de las obras que se realizan a un costado de la ANP.
Por su parte, el abogado de la constructora DIIGSA, Gerardo Tiburcio, desestimó las acusaciones, calificándolas como “hechos difamatorios”. Aseguró que la empresa cuenta con todas las autorizaciones necesarias para el desarrollo inmobiliario, incluyendo un permiso federal de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) con número SGPARNO2IRA1308/15/150/ORV/0251/2025, además de permisos a nivel estatal y municipal.
El representante de DIIGSA enfatizó que el terreno es propiedad privada y que el manglar no está siendo afectado “en lo absoluto”. Estimó que la construcción del conjunto habitacional tendrá una duración aproximada de entre 18 y 24 meses.