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Universidad Anahuac

Sección: Estado de Veracruz

Para reducir afectaciones de huracanes se deben conservar los manglares y selvas

- Dichos ecosistemas funcionan como una barrera natural que frena la intensidad de las contingencias

- Los estados más afectados por los fenómenos son: Veracruz, Quintana Roo y Tamaulipas

?ngeles Godoy Morales Xalapa, Ver. 08/06/2011

alcalorpolitico.com

Oficialmente, el 15 de mayo inició la temporada de huracanes provenientes del Océano Atlántico. El primero de junio, la de los originados en el Pacífico.

Los huracanes que provienen del Atlántico han afectado con más frecuencia a Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz, mientras que los originados en el Pacífico han dañado recurrentemente a Baja California Sur y Sinaloa.

No obstante, los científicos aún no pueden predecir con exactitud cuándo ocurrirán, de acuerdo a lo que señaló el doctor Enrique Azpra Romero, del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA), de la UNAM.

Explicó que para determinar el momento en que empiezan se utiliza la estadística y se tienen datos desde 1881 -en el caso del Atlántico- y desde 1949, en el del Pacífico.

También existen registros del primer día en que han aparecido estos fenómenos, y a partir de ahí se calcula la temporada.

El ingeniero geofísico y maestro en ciencias precisó que los eventos de ambos océanos afectan a México, debido a la ubicación geográfica y a las condiciones climáticas del país que favorecen temperaturas mayores a 26 grados Celsius, perturbaciones de baja presión y formaciones nubosas en una zona alejada del Ecuador, características esenciales para la formación de huracanes.

Añadió que los huracanes son fenómenos muy vigilados, especialmente por los satélites GOES (siglas en inglés de Satélite Geoestacionario Operacional Ambiental) de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos.

Expresó que aunque todavía no se puede saber el día y la hora en que ocurrirán, los sofisticados equipos que operan en el este y oeste del planeta los detectan desde su formación inicial, justo en el momento en que una banda de nubes converge hacia un centro donde se genera su ojo y alrededor de éste, un anillo o pared que sirve para medir la intensidad máxima del evento.

Cuando se conoce la velocidad, los científicos pueden calcular la intensidad y dirección de los vientos, con lo que pueden trazar su trayectoria, la cual tiene forma de parábola.

En el Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami, Florida, se realizan otras mediciones que emplean aviones “caza huracanes” que vuelan y sueltan sondas que miden presión, humedad e intensidad de los vientos.

Esto permite que, en los laboratorios, los especialistas del Centro de Ciencias de la Atmósfera obtengan datos para poder realizar su propio análisis de trayectorias.

Afirmó que para reducir las afectaciones a los seres humanos, es conveniente conservar ecosistemas que de manera natural funcionan como barreras, tales como manglares y selvas, las cuales ayudan a frenar la intensidad de esos fenómenos naturales. De ahí que su conservación contribuye a minimizar sus efectos si llegan al continente.