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Sección: Estado de Veracruz

Para sacar 150 pesos, tiene que lavar por lo menos el parabrisas de cien carros

- Con eso ayuda en su casa porque su mamá trabaja todo el día

- No es un niño de la calle, es un niño trabajador en  los cruceros

Mercedes Aguilar Xalapa, Ver. 02/05/2012

alcalorpolitico.com

De expresiva sonrisa, tímido, todo sucio de la cara y ropa por el polvo de la calle y el humo de los carros, José Fernando Flores Morales trabaja limpiando parabrisas todos los días en el crucero de las avenidas Xalapa, Orizaba y Lucio Blanco.

Sin tener idea de que un día en el calendario se ha destinado para festejar el Día del Niño y otro para el Día del Trabajo, cuenta que llega desde las 11 de la mañana o más temprano al crucero para empezar a trabajar y se retira cerca de las 4 de la tarde “o cuando se está nublando”.

Él es el más pequeño de la “banda”, tiene 11 años y aunque no lo solapan, tampoco lo ayudan para ganar más dinero, pues en la calle cada quien le hace como puede.

Un día intentó lavar un parabrisas, le gustó, pero también se le facilitó por eso trabaja en el crucero, lavando por lo menos el parabrisas de cien carros para sacar 150 pesos a día.

Nervioso y confundido, José dijo que estudiaba la primaria en la tarde, pero continuamente dice “hoy no fui” para justificar su presencia en este crucero. “A veces llego al crucero a las ocho de la mañana y me voy a las doce porque entro a la escuela a la una”, dice cuando se le vuelve a preguntar de la escuela.

Es español la materia que más le gusta, porque “ahí aprende más”, pero también sabe leer y escribir, pero sobre todo hacer cuentas, porque si no lo “bailan” los demás trabajadores del crucero.

Su papá -recuerda- se fue a Estados Unidos hace mucho tiempo, “desde que nací”, dice con nostalgia; pero su mamá trabaja todo el día y su hermana, “la grande” tiene que cuidar a sus hermanos más chicos.

Aún no sabe qué quiere ser de grande, lo que sí sabe es que le gusta el futbol y le gusta practicarlo con sus amigos, no le da miedo estar en el crucero, pues lo cuidan los demás que ahí trabajan; pero no se va noche, siempre antes de que oscurezca.

Aunque le gustaría trabajar en otra cosa, no sabe a ciencia cierta en qué, lo que sabe es que le va muy bien en el crucero y por eso, todos los días regresa.