Pésimo estado de la autopista en Banderilla causa inundaciones cerca de La Martinica

Señor Director de alcalorpolitico.com

Señor Director

Esta tarde venía viajando de Perote hacia Xalapa, y me encuentro con un espectáculo grotesco.

Estaba inundada la entrada y salida de la autopista que inicia en Banderilla, a la altura de La Martinica.

Había kilómetros de filas de autos en ambos carriles, todos los viajantes varados, sin saber qué pasaba.

Lo primero que uno piensa es en un accidente. Pero no, sucede que no avanzaba el tráfico porque un gran charco de agua lo impedía, por más de una hora 40 minutos nadie podía pasar, hasta que empezó a bajar el nivel del agua, que no encontraba salida.

Toda una vergüenza para las áreas de Comunicaciones y Transportes. Estos ingenieros, tal vez egresados de universidades “patitos”, en el diseño de su proyecto, como es evidente, nunca incluyó la construcción de colectores pluviales.

Mientras los ciudadanos que pagamos los impuestos con los cuales se construyen las obras y se pagan los salarios de quienes las planean y ejecutan, tenemos que enfrentar todo tipo de penurias por la negligencia de los responsables de la SCT.

Ese gran charco afectó a miles de viajeros y sus familias, traileros, a vecinos a quienes se les inunda su vivienda, a comerciantes con afectaciones en sus negocios.

A los agentes de Tránsito con su escuadrón acuático, quienes con el agua a la cintura intentaban controlar el tráfico, en verdad todo un espectáculo deprimente, pensando en la millonada tirada a la basura con su moderna autopista hecha una sopa aguada.

Eso sí, estos señores impusieron una cuota de 100 pesos, dizque para ahorrar tiempo y brindar seguridad. El resultado pérdida de tiempo e inseguridad.

Además de arruinar el paso para quienes usan la carretera libre.

Cómo es posible que el presidente Felipe Calderón se preste a este tipo artimañas, de inaugurar obras inacabadas y que ponen en peligro a los viajeros y a las personas.

Anexo algunas fotografías.

Atentamente

Arq. Elpidio Moctezuma González