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Sección: Estado de Veracruz

Piden obispos de México y EU soluciones humanitarias para migrantes

“Diariamente somos testigos del drama que enfrentan”, indican en un comunicado conjunto

Miguel Valera Xalapa, Ver. 02/04/2021

alcalorpolitico.com

A través de un comunicado, los obispos de las diócesis ubicadas en la frontera entre Estados Unidos y el Norte de México señalaron que como testigos del drama que enfrentan nuestras hermanas y hermanos migrantes, se requieren soluciones humanitarias para atender lo que llamaron “un drama de vida o muerte”.

Signado por Mario E. Dorsonville, Obispo Auxiliar de Washington y
Presidente del Comité de Migración de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos y José Guadalupe Torres Campos, Obispo de Ciudad Juárez, Chihuahua, Encargado de la Dimensión Episcopal de Pastoral de la Movilidad Humana (DEPMH), señalan que la migración es aún más difícil para niñas y niños que acompañan a sus padres en esta difícil decisión.

“Como obispos de Estados Unidos y de México en la frontera, diariamente somos testigos del drama que enfrentan nuestras hermanas y hermanos migrantes. Para la mayoría de ellos, la decisión de migrar no está motivada por la indiferencia hacia su patria o la búsqueda de prosperidad económica; es una cuestión de vida o muerte. La situación es aún más difícil para los niños”, exponen.



“Desafíos como estos requieren soluciones humanitarias. Sin duda, las naciones tienen derecho a mantener sus fronteras. Esto es vital para su soberanía y su autodeterminación. Al mismo tiempo, todas las naciones comparten la responsabilidad de preservar la vida humana y proporcionar una inmigración segura, ordenada y humana, incluido el derecho de asilo”, añaden.

“Por eso renovamos un llamado a nuestros gobiernos, a los líderes políticos y a la sociedad civil para que trabajen juntos a fin de acoger, proteger, promover e integrar a los migrantes de acuerdo con su dignidad intrínseca, y a trabajar con otros países para eliminar las causas que obligan a una migración peligrosa e irregular, procurando soluciones a largo plazo. ‘El diálogo persistente y corajudo’, recuerda el Papa Francisco, ‘no es noticia como los desencuentros y los conflictos, pero ayuda discretamente al mundo a vivir mejor, mucho más de lo que podamos darnos cuenta’”, asientan.

“Conscientes de la importancia de la salud y la seguridad pública, alentamos políticas respaldadas por razones científicas. Sostenemos que la unidad familiar debe ser un componente vital de cualquier respuesta. Pedimos que se dé especial atención a las poblaciones particularmente vulnerables, como los niños. Insistimos fuertemente que se implementen estructuras y haya reformas en nuestras leyes para promover una cultura acogedora para los migrantes, respetando al mismo tiempo la soberanía y la seguridad en nuestros países”, definen.



Los prelados ofrecen “apoyo continuo a los esfuerzos de nuestros respectivos gobiernos para proteger y cuidar a las familias, así como a los individuos, que se sienten obligadas a migrar. Para lograr esto, nos comprometemos con el trabajo continuo de las organizaciones católicas en la frontera y en otros lugares que son atendidos generosamente por laicos, consagrados y clérigos”.

“Hace un año, en la víspera del Domingo de Pascua, el Papa Francisco exclamó: ‘Qué hermoso es ser cristianos que consuelan, que llevan las cargas de los demás, que animan, que son mensajeros de vida en tiempos de muerte’. Al entrar nuevamente en la Semana Santa, en la que experimentamos la fuerza del amor en la Muerte y la Resurrección de Cristo, nos sentimos animados a seguir adelante, ayudando a los migrantes a cargar su cruz, conscientes de que, aunque el camino sea largo y arduo, no es imposible si viajamos juntos”, concluyen.



Firman también Mark J. Seitz, Obispo de El Paso; James A. Tamayo, Obispo de Laredo; Edward J. Weisenburger, Obispo de Tucson; Daniel E. Flores, Obispo de Brownsville; Peter Baldacchino, Obispo de Las Cruces; Robert W. McElroy, Obispo de San Diego; Michael J. Sis, Obispo de San Angelo; Gustavo García-Siller, MSpS Arzobispo de San Antonio y de México Jesús José Herrera Quiñones, Obispo de Nuevo Casas Grandes, Chihuahua; Alonso Garza Treviño, Obispo de Piedras Negras, Coahuila; Enrique Sánchez Martínez, Obispo de Nuevo Laredo, Tamaulipas; Eugenio Andrés Lira Rugarcí, Obispo de Matamoros, Tamaulipas e Hilario González García, Obispo de Saltillo, Coahuila.