Pobladores de La Perla vigilan por tala clandestina ante desatención de autoridades 

Ante la omisión y complacencia de instancias federales, los Ayuntamientos y particulares asentados en municipios de la región de las Altas Montañas deben invertir recursos propios para frenar el ecocidio que provocan talamontes en los municipios de La Perla, Nogales, Huiloapan, Coscomatepec, Calcahualco y Alpatláhuac.

En comunidades de La Perla, tras darse a conocer el corte y saqueo de arboles para el aprovechamiento de la madera, particulares han tenido que implementar vigilancia, reportando el paso de la madera a instancias estatales pero sin detenciones hasta la fecha.



En Calcahualco, grupos de mujeres han cerrado el paso a los convoyes con cargamentos de madera, arriesgando su integridad y hasta su vida, pues han recibido amenazas de gente que viaja en motos y camionetas para vigilar los caminos por donde pasan.

En el municipio de Huiloapan de Cuauhtémoc, el Ayuntamiento y particulares realizan recorridos de vigilancia para evitar la tala clandestina, según informes de la dirección de Ecología y Medio Ambiente a cargo de Jaime López de Rosas.

En este municipio, al igual que los antes citados, grupos de talamontes llegan con motosierras, armas de fuego y camionetas para devastar grandes extensiones de bosques, madera que viaja en camino, autopistas y carreteras donde ninguna autoridad vigila.



El funcionario precisó que en Huiloapan destacan acciones de restauración, conservación y vigilancia, logrando disminuir la tala. Sin embargo, son los municipios y no las dependencias federales y estatales quienes están invirtiendo recursos materiales y humanos.

A dos meses de registrarse una serie de denuncias, en los municipios de montaña no existen recorridos de fuerzas federales ni estatales, menos retenes ni detenciones, por lo cual los saqueos continúan, de acuerdo a información recabada con ciudadanos.