Por ignorancia e inconsciencia de gobiernos, se destruyen sitios arqueológicos: INAH

La ignorancia de alcaldes y funcionarios de Gobierno del Estado es el principal motivo por el que se destruyen los sitios arqueológicos, porque de forma inconsciente autorizan obras que ponen el riesgo el patrimonio de México, advirtió el arqueólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia, (INAH), Alfredo Delgado Calderón.

En rueda de prensa ofrecida en Jáltipan, en donde hizo el anuncio oficial de los vestigios hallados en la construcción de una bodega de coque, el investigador refirió que los gobiernos anteponen intereses económicos a la conservación de estos espacios históricos.

Negó que exista mano débil de las autoridades para evitar que se sigan destruyendo las zonas arqueológicas, “lo que ha habido es una inconsciencia porque no avisan de las obras que van a hacer; amplían o hacen nuevas carreteras, autorizan fraccionamientos y hacen nuevas obras cotidianamente, sin escatimar los daños que causan”.



Delgado Calderón afirmó que entrado un nuevo gobierno se le hace llegarla Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicas, la cual especifica que cualquier obra que realicen tiene que ser autorizada por el INAH, no obstante hacen caso omiso.

Reveló que la mayoría de las veces se percatan de los daños por advertencia de la misma población,

y generalmente sucede cuando ya es demasiado tarde, “los gobiernos no avisan al INAH, por lo que al final los obligamos a pagar rescates o salvamento pero lo ideal sería que se previniera la destrucción de estos sitios”, expuso.

Subrayó que algunas no tienen consecuencias, pero existen otras en donde sí se afecta el patrimonio, como es el caso de Lomas de Tacojalpa, en la comunidad de Las Ánimas, de Minatitlán, la cual ha sido devastada por el crecimiento de la mancha urbana.

Así como ésta, en Acayucan la zona de Las Arboledas se pudo resguardar, pero en Tierra Colorada no se puede hacer nada porque la gente vive encima.

De igual forma ha sucedido en Los Tuxtlas en lo que era la Salina, que se destruyó porque construyeron ahí un basurero, mientras que en la zona de los Mérida la comunidad creció en encima del sitio.



El arqueólogo lamentó que la falta de presupuesto y personal los rebase en cuanto a la actuación inmediata en caso de existir daños.

En ese contexto, Alfredo Delgado expresó que hace falta contar con una política preventiva, aunque los cambios constantes en las titularidades de las delegaciones del INAH, tampoco apoyan en la solución de este problema.