Psicólogo Joaquín Rosas Garcés.
Me permito enviarle en archivo anexo, una opinión que como en ocasiones anteriores, mucho apreciaré tenga a bien publicar en su prestigiado medio.
Agradezco su atención.
En el año 2011, la Comisión de Salud y Asistencia de la LXII Legislatura del Estado de Veracruz, presidida por el diputado Genaro Ruiz Arriaga, dedicó buena parte de su esfuerzo a la elaboración de una Ley “Antitabaco”. El Legislador tenía el encargo de integrar por un lado, lo mejor de la propuesta del gobernador Javier Duarte y por otro, los contenidos más progresistas de la que la sociedad civil presentó por conducto del diputado Danilo Alvízar. El resultado fue la aprobación por unanimidad al final del año, de la Ley 327 de Protección a No Fumadores, reconocida como una de las más avanzadas en el país. El equipo jurídico del gobernador Duarte se dio entonces a la tarea durante todo el 2012, de integrar el reglamento de la mencionada Ley, el cual se publicó en la Gaceta Oficial en noviembre 27. Ayer el Secretario de Salud, Juan Antonio Nemi Dib, otorgó a esta normatividad una nueva categoría jurídica, les llamó “decretazos”.
Con este comentario me queda claro porque la máxima autoridad en materia de Salud en Veracruz ha hecho muy pocos esfuerzos por cumplir con lo que dispone el artículo 4 del “decretazo” arriba mencionado y que a la letra dice: “La aplicación del presente reglamento corresponde a la Secretaría de Salud y Servicios de Salud de Veracruz en coordinación con las dependencias y entidades de la administración pública estatal que, en razón de su competencia, resulten vinculadas a las disposiciones del presente ordenamiento”.
No obstante, llama la atención que para el acto oficial de Conmemoración del Día Mundial sin Tabaco en Veracruz, se entregaran a 31 entidades académicas y dependencias de la Universidad Veracruzana, distintivos sanitarios que los acreditan como Espacios Cien por Ciento Libres de Humo de Tabaco. Debemos entender entonces que para los 80 mil integrantes de la comunidad universitaria, la prevención y control del tabaquismo sí puede hacerse a “distintivazos” (equivalente a los “decretazos” supongo) y para los casi 8 millones de veracruzanas y veracruzanos restantes, se debe seguir otra estrategia.
O de verdad creen las autoridades universitarias y de salud que como se dijo ayer en la ceremonia, “la mejor red de promotores y creadores de conciencia que pueden inducir una cultura, son los 81 mil universitarios”. Basta darse una vueltecita por cualquiera de las “quemas” que organizan las diferentes escuelas y facultades en estos meses del año, para darse cuenta del brutal consumo de cigarrillos que hacen estos “divulgadores” de la cultura antitabaco. Y del ambiente pletórico de humo de tabaco de todas las noches, en los antros, bares y restaurantes que frecuentan las y los jóvenes universitarios, mejor ni hablamos.
Ahora que tenemos claro que no es a “decretazos” como va a disminuir el consumo de tabaco, me gustaría saber cuáles son las estrategias de la Secretaría de Salud para “proteger la salud de la población de los efectos nocivos del consumo de tabaco”, como se lo mandata la Ley 327. Lo pregunto como ciudadano, como padre de familia y con el mejor de los afanes para aportar lo que a mí me corresponda.
En tanto, han transcurrido 24 horas desde la ceremonia que presidió Nemi Dib ayer en la USBI y el momento en que escribo este correo. En ese lapso de tiempo, según ha declarado en distintos foros, Enrique Colar del Instituto de Salud Pública de la UV, mueren 13 veracruzanos y veracruzanas por causas atribuibles al consumo de tabaco, propio, o más triste aún, ajeno en su calidad de fumadores pasivos.
Nombre: Carlos Guillermo Rossainzz Castillo
Celular: (…)