El obispo de la Diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, dijo que el gran problema social que vive nuestro país es consecuencia, en gran medida, de la falta de perdón. Perdonar no significa que se permita seguir abusando de la gente.
En la homilía de este domingo exhortó a los fieles a perdonar, pues dijo que esto traería un beneficio a la sociedad.
“Tenemos mucho odio, resentimiento y enojo social. No guardemos el rencor que nos enferma”, dijo.
Destacó que la invitación es para que la gente quizá recuerde el mal que le han hecho, pero sin resentimiento y exhortó a los católicos a vivir en armonía, pero aclaró que primero tienen que reconciliarse.
Acentuó que Dios quiere a todas las personas liberadas del mal en su corazón, así como lejos de la enfermedad del rencor, por lo que “cada día hay que buscar ser como nuestro Padre Dios”.
El sacerdote apuntó que todos deben recordar que así como ellos perdonan, Dios ya los libró de sus pecados, pero que las personas recuerden que así como han sido ofendidas, en algún momento de su vida también han sido ofensoras.