Productores de sandía regalan su producto en protesta por la falta de apoyos

En protesta porque la SAGARPA y el gobierno del estado no han dado apoyo para recuperarse de la pérdida de la totalidad de sus plantíos, unos cincuenta productores de sandia se plantaron esta mañana a las afueras del palacio federal y bloquearon calles del primer cuadro de la ciudad porteña.

“Mejor le damos la sandía a la gente o que se la coma el ganado, a vendérsela casi regalada a los coyotes”, dijo el productor Jorge Hernández Domínguez, quien informó que en Alvarado unas 300 hectáreas fueron afectadas por el paso de los frentes fríos y el aguanieve que cayó a finales de enero y a la fecha no hay apoyo de la parte oficial.

“Llegaron dos nortes muy fuertes y fríos; además, la aguanieve, una lluvia con pedazos de hielo, nos dio en toda la torre, secó las matas de sandía y ahora las bolas son pequeñas, algunas salen pintas, sin cuajar. Los coyotes las quieren comprar a 50 y 80 centavos la bola. Mejor que se la coman las vacas”.

La manifestación comenzó en el malecón porteño y terminó en el palacio federal, en los cruces de 5 de mayo y Manuel Arista. Durante el trayecto, los labriegos lanzaban consignas contra el gobierno del estado encabezado por Fidel Herrera Beltrán y la delegación de la SEDARPA.

“No es posible que haya tanto apoyo para la caña de azúcar y los cítricos, cuando les ocurre algo en sus cultivos, luego hay dinero para rescatarnos, y para la sandia no lo hay, cuando nosotros somos los que debemos trabajar ju’erte bajo el sol para que la fruta se la coman con toda tranquilidad en las oficinas y casas”, dijo Darío Pérez Enríquez.

Y remachó: “El gobernador dar verdadero apoyo al campo veracruzano, ya hizo mucho por el turismo y otros sectores. Los campesinos también necesitamos de su ayuda”.

Mientras marchaban del Malecón al palacio, como parte de la protesta, fueron regalando sandias a los transeúntes. Al darse cuenta de la regaladera de frutas, amas de casa, ancianos y oficinistas se acercaron a los manifestantes para rendirles apoyo y llevarse una sandía.

Denunciaron que por la falta de sensibilidad de la sociedad y la clase gobernante, el cambio climático deja en Alvarado los primeros damnificados: “nunca habíamos visto aguanieve en la zona, y seguramente tiene que ver con el cambio del clima, la alza en los calores y los vientos del sur, ahora más frecuentes. Eso nos seca las plantas y la tierra. Por eso no crece nada”.

La problemática, explicaron, va más allá al hecho de que las familias productoras de sandía sufrirán durante el año por la falta de recursos: tampoco habrá empleo temporal para los pescadores de Antón Lizardo, La Wada y el Hato, quienes se ocupaban para beneficio de su economía en la recolección de los frutos para la venta.

De igual forma, no habrá producción suficiente para el abastecimiento del mercado local, lo cual ocasionará necesariamente el encarecimiento de la sandía. Menos habrá para exportar.