El sábado 3 de enero de 2009, Apolinar Maldonado Pérez, quien era empleado de La Pureza, empresa dueña de los derechos de venta de Coca Cola y del agua purificada Ciel, sufrió un accidente de trabajo, la unidad donde viajaba como copiloto volcó y le aplastó el brazo derecho, mismo que le tuvieron que amputar y desde ese entonces no ha podido trabajar, en tanto la empresa se niega a indemnizarlo y el IMSS a pensionarlo.
Tras varios meses de estar hospitalizado, el 18 de mayo de 2009 lo dieron de alta, ofreciéndole una pensión provisional por dos años, pero le pusieron como condición que se presentara el 19 de mayo de ese año a laborar, sin embargo ese mismo día por la tarde, el jefe de recursos humanos de la empresa, le dijo que ya no trabajara, mientras que el Sindicato al que pertenecía le dijo que se presentara o de lo contrario causaría baja por abandono del empleo.
En un intento por “zafarse” del problema, el área legal de la empresa le ofreció una liquidación de con $26 mil 700 pesos, pero sólo eso, nunca le ofrecieron una indemnización y mucho menos la pensión, por lo que asesorándose con un abogado, presentó una demanda en la junta federal de conciliación y arbitraje, donde demandaba que lo reubicaran para poder seguir laborando y que el IMSS le brindara una pensión vitalicia.
Lamenta que su esposa y su hija, dependen de él y actualmente no puede encontrar trabajo, ya que por sus condiciones físicas, ha sufrido discriminación. Tras el proceso legal, salieron dos laudos, el primero con fecha 25 de Mayo de 2011, donde la Junta resolvió que Apolinar, no acreditó sus acciones, y se determinó justificar excepciones y defensas, a la Embotelladora La Pureza de Bebidas, así como IMSS.
Actualmente el entrevistado lleva 4 años sin trabajar, y ha tenido que cubrir los gastos del abogado por su cuenta. Su esposa actualmente es empleada de una Óptica, donde recibe un salario que apenas y les alcanza para cubrir necesidades prioritarias como alimento, y educación de su pequeña hija.