San Rafael Guízar y Valencia salvó a mi madre y mi matrimonio: feligrés

La catedral de Xalapa lució abarrotada de feligreses que tienen depositada su fe en San Rafael Guízar y Valencia, pues les ha hecho milagros que creían imposibles.

Todos con flores en mano, rezando plegarias y dando gracias caminan entre las vallas colocadas adentro de la catedral que dirige hacia la tumba donde descansan los restos del santo.

Al llegar le prenden una veladora, rozan sus flores y depositan una ofrenda en señal de gratitud.



"San Rafael Guízar y Valencia me hizo el milagro hace 20 años al salvar a mi madre de un tumor y desde entonces mi fe hacia él va en aumento, también salvó mi matrimonio hace siete años y ahora mi esposo y yo llevamos una relación estable a la fecha".

Algunos otros con lágrimas en los ojos lo van a ver para pedirle salud, puesto que la enfermedad que los aqueja los ha ido debilitando y la única esperanza que les queda prefieren depositarla en él para que les haga el milagro.

"Vengo a pedirle salud, tengo leucemia y vivo con puros medicamentos, ya estoy agotada de tantas operaciones y no mejoro, entonces le vengo a pedir salud (hace una pausa al quebrársele la voz) porque quiero seguir viviendo, vengo de San Cristóbal de las Casas, Chiapas.", dijo Débora Cantoral, creyente.



Habitantes de otras partes de la entidad se reunieron para rentar un vehículo y viajar a Xalapa a ver a su santo en la celebración de un aniversario más de su canonización.

“Yo soy de Tuxpan, vengo a verlo porque me ha ayudado con muchas enfermedades y no podía faltar este día”.

Por su parte, Mariana Hernández, originaria de Actopan, vino a darle las gracias por haber salvado a su sobrino, quien después de un accidente que lo dejó en estado de coma en Estados Unidos, con la intercesión de San Rafael logró salir de esa etapa crítica y ahora se encuentra fuera de peligro y por el contrario con mucha salud.



“Yo le supliqué y le pedí a San Rafael y me hizo el milagro, quedó bien sano, esto tiene como dos años. De todos modos aunque no me hubiera hecho el milagro tampoco le hubiera perdido la fe, vengo de Trapiche del Rosario de Actopan, vengo cada mes a verlo, pero le prometí que cuando regrese mi sobrino, casi mi hijo, lo voy a traer aquí, y le dijo: San Rafaelito no te preocupes que voy a cumplir mi promesa, te traeré a mi muchacho sano”, relató Mariana Hernández.

Incluso, Zoila Villegas Duende llegó con su hijo en brazos, vestido como San Rafael, fue a presentárselo por haberle hecho el milagro de haberse convertido en madre.

“Vengo a presentárselo porque no me podía yo embarazar, pasé años intentando tener un hijo y nada, ya estaba por darme por vencida y fue cuando vine a verlo, y le pedí, le rogué que me hiciera madre porque mi esposo y yo queríamos un hijo, lo deseábamos mucho y no era posible que no pudiéramos ser padres y después de que vine a verlo, al mes me dieron la noticia de que estaba embarazada, vine a verlo y le di las gracias y le dije que cuando naciera mi hijo se lo traería a presentar y aquí estoy”.



Así como estas historias, la Catedral estaba llena de creyentes que acudieron a darle las gracias a San Rafael por la cantidad de milagros innumerables que les ha hecho incluso desde antes de convertirse en santo.