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Saqueo del puente Wimmer, en Maltrata, despojo a la historia de Veracruz y del país

La construcción de la ruta para el Ferrocarril Mexicano cubrió una etapa gloriosa de México Siendo tesoro nacional, pintado en lienzos por artistas de renombre, ha sido destruido en las Cumbres de Maltrata

Miryam Rodr?guez Hern?ndez Maltrata, Ver. 14/09/2009

alcalorpolitico.com

Parte de la historia de los pobladores de este lugar, pero no sólo de ellos sino de todos los veracruzanos y claro que también de los mexicanos; esto es lo que significa el puente Wimmer, ubicado en este municipio. La pregunta que quizá usted se haga como muchos otros ciudadanos es: por qué y quién es el responsable, del saqueo a las vías y de que se perdiera este gran tesoro del ferrocarril, que fue el detonante de la economía de ese pequeño pueblo y que su construcción fue quizá, la más complicada en todo el país.

Este puente fue parte esencial en la historia del ferrocarril mexicano, impulsado desde el mandato de Anastasio Bustamante, continuado el proyecto Antonio López de Santa Ana, Benito Juárez (quien mayor interés puso en éste) y Sebastián Lerdo de Tejada, que fue el que vio consumado este sueño y lo inauguró.

Su relevancia fue inmensa ya que se convirtió en una vía de comunicación entre México y el puerto de Veracruz. Llegó a ser inspiración para muchos artistas pintores y de los cuales sus obras albergan el Museo de Arte del Estado, ubicado en Orizaba.

Desde el proyecto del puente, éste, tuvo mucha importancia (en aquel entonces 1837 a 1873) debido a que formó parte de la primera línea ferroviaria, pero al paso de los años, en especifico en 1985, dejó de usarse como vía de comunicación.

Ahora, en este 2009, el Instituto Nacional de Antropología e Historia ha decidido proteger este puente como parte del patrimonio histórico de México, sin embargo el material férreo ya no podrá avalar su grandeza; lo han desmantelado, no tiene vías. Todo indica que estas han sido vendidas por diversos actores, con el firme propósito de obtener recursos económicos para beneficiarse a sí mismos.

El Puente Wimmer, clave del desarrollo de México, también lo es de la historia del ferrocarril, la cual se ubica en 1830, cuando en Inglaterra se puso en funciones el primer tren de pasajeros entre Liverpool y Manchester, esto sirvió como punto de lanza para que en nuestro país se comenzaran las gestiones pertinentes para la existencia de algo similar.

Según los datos históricos en 1837, cuando era Presidente de la República Anastasio Bustamante, este le concedió a Francisco Arrillaga, un ciudadano que tras algunas buenos actos llegó a ser parte del primer gobierno de la República con Guadalupe Victoria; la concesión exclusiva para que pudiera colocar un camino de fierro (algo parecido al tren de pasajeros de Inglaterra) que recorriera parte importante de Veracruz, y donde la propiedad completa de esta vía sería de él durante 30 años, claro que esta construcción debía contener una ramificación hasta Puebla; pero lo que era necesario estipular y así quedó sellado, fue que se tenían un tiempo no mayor a 12 años para que se efectuara la obra; lamentablemente en ese tiempo no se realizó ninguna acción, lo cual obligó a que le fuera retirado dicho permiso. Sin embargo esto sentó las bases para lo que vendría.

Pero al no tener el éxito obtenido, el siguiente Presidente de México Antonio López de Santa Anna, exigió que los acreedores del camino de Perote a Veracruz, construyeran un ferrocarril que partiera de Veracruz, el resultado fue la instalación de no más de siete kilómetros; pero el esfuerzo no quedó ahí, pues en 1850 ya se habían colocado 13 kilómetros, aunque Santa Anna no conforme, otorgó otra concesión a favor de Laurie Rickards, para construir la línea de Veracruz a México, esta al igual que las otras, se venció.

Pero vino otra nueva concesión, ésta fue otorgada a los Hermanos Mosso, quien para 1857 ya tenía terminado el tramo de Tlatelolco a la Villa de Guadalupe, en este se dio el primer recorrido de un tren sobre rieles. Al paso del tiempo estos hermanos decidieron vender la concesión a los textileros, terratenientes y ricos, hermanos Manuel y Antonio Escandón. Se hicieron los estudios correspondientes y se decidió que se harían las obras en la ruta más difícil y costosa, que era por Orizaba y Maltrata.

Y a pesar que el Presidente Benito Juárez dio una mejor concesión de los Escandón, estos prefirieron traspasarla a la “Compañía Imperial Mexicana”, aconsejados y aprobados por Maximiliano de Habsburgo; en este momento fue cuando iniciaron las obras en Maltrata, años más tarde se le concedió de nueva cuenta la concesión a uno de los Escandón porque el otro ya había fallecido. Fue cuando estos decidieron efectuar sin parar trabajos que abarcaban zonas como Apizaco, Paso del Macho, Atoyac, Fortín y en 1872 todo estaba listo; el ferrocarril podía hacer un buen recorrido desde México pasando por las Cumbres de Maltrata por ende por el punte Wimmer, teniendo como destino Veracruz.

Al fin después de tantos intentos, se logró inaugurar esta vía del ferrocarril el 1º de enero de 1873, por el Presidente de la República Sebastián Lerdo de Tejada, quien en ese momento era el ejecutivo federal; todo esto llevó a que se hicieran fiestas en Orizaba y Veracruz, por tres días, según los datos conocidos.

Este viaje fue el primero como tal del ferrocarril mexicano, cuyo trayecto contemplaba de México a Veracruz; esta fiesta asegura la historia fue como ninguna otra, asistieron personalidades muy importantes entre los que destacaban el poeta Ignacio Altamirano, Ignacio Ramírez (El Nigromante), el escritor Antonio García Cubas y muchos más,. Cuentan que la gente se preparó para este gran evento, que adquirió su mejor atuendo, pues con esto veían consumado el sueño de muchos años.

LA DIFICULTAD DE LA CONSTRUCCIÓN DE LA VIA EN LA ZONA DE MALTRATA

En este momento y ante la belleza histórica que se ha citado con anterioridad, es necesario insistir que el trazo en esta vía, específicamente en las cumbres de Maltrata, necesitó de un estudio en todos los sentidos, toda vez que el terreno poseía muchas dificultades, entre las que se podían citar que en un tramo de poco más de 40 kilómetros, hubo de salvar una altura de 1,178 metros equivalentes a casi tres por ciento de la pendiente. En la región que comprende la línea de México a Veracruz y su ramal de Apizaco a Puebla, fueron edificados 10 viaductos, 148 puentes y 358 alcantarillas.

De los viaductos, los más importantes son los de El Infiernillo y el de Wimmer, este último que lleva el nombre del ingeniero inglés Sebastian Wimmer que lo proyectó y dirigió su construcción. De igual forma se sabe que en entre el Monte del Chiquihuite y Boca del Monte, existen 15 túneles que corresponden dos al Monte del Chiquihuite, siete a Metlac y seis a Cumbres de Maltrata; la longitud total perforada para los 15 túneles fue de 896.73 metros; hay una galería cubierta en las Cumbres que tiene 76.20 metros de longitud.

Entre 1923 y 1926 de logró electrificar el ferrocarril en esta zona, y ya en 1946 el entonces Presidente de la República Manuel Ávila Camacho, compró el ferrocarril al consorcio inglés que era el propietario, incorporándolo al patrimonio nacional, para más tarde añadirlo a Ferrocarriles Nacionales de México.

Esta es parte de la historia del Ferrocarril Mexicano y del grandioso puente Wimmer; historia que ha sido lacerada por algunos entes que no tuvieron aprecio por el verdadero tesoro que albergaba esto; sólo pensaron en la gran fortuna económica que significaría la venta de cientos de rieles correspondientes a esta vía de comunicación tan importante en 1873, pero también en este 2009.