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Sección: Estado de Veracruz

Se mató de un disparo en la cabeza empresario en Veracruz; se desconoce el porqué

- Rescatistas y elementos de diversas corporaciones se movilizaron al lugar para dar fe de los hechos

- Una llamada de emergencia alertó a los cuerpos de socorro para que trataran de salvarlo, pero fue demasiado tarde

Javier B. Garc?a Veracruz Ver. 01/05/2014

alcalorpolitico.com


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El empresario Juan Gerardo Rullán Tiburcio acabó con su vida de un disparo en la cabeza, al interior de su residencia en el fraccionamiento Moderno en la ciudad de Veracruz, generando la movilización de socorristas de la Cruz Roja, Policía Naval y Estatal; así como del AVI, Servicios Periciales y del Ministerio Público. Incluso el propio subprocurador Arturo Herrera Cantillo tomó conocimiento de lo sucedido. Hasta el momento se desconocen los motivos que llevaron a esta fatal decisión.

El empresario veracruzano Juan Gerardo Rullán Tiburcio, de 56 años de edad, falleció víctima de una herida de bala la tarde de este jueves primero de mayo, en el interior de su domicilio ubicado en la calle General Miguel Alemán 266, entre Luz Nava y Simón Bolívar del Fraccionamiento Moderno en la ciudad de Veracruz.

Una llamada de emergencia alertó a los cuerpos de socorro, quienes arribaron al citado lugar por el aviso de una persona herida de bala por intento de suicidio.



Los paramédicos de Cruz Roja Mexicana acudieron y encontraron al empresario ya sin signos vitales, causando casos de crisis nerviosa entre los integrantes de la familia, quienes dieron parte a las autoridades judiciales.

La zona fue acordonada por elementos de la Policía Estatal y Naval, quienes guardaron hermetismo con lo sucedido. Luego acudieron elementos de la Procuraduría General de Justicia del Estado, Policías Ministeriales y Servicios Periciales para realizar el levantamiento del cadáver.

El cuerpo fue trasladado en la unidad de Servicios Periciales a las instalaciones del Instituto de Medicina Forense para la necropsia de rigor. Hasta el momento se desconocen los motivos que lo orillaron a tomar la fatal decisión.