(8 de julio de 1800, San Petersburgo - 23 de enero de 1870, Moscú)
Nos encontramos en la Rusia medieval del siglo X, para vivir la última gran campaña de
Sviatoslav I, específicamente en el Rus de Kiev, primer estado Eslavo, del cual nacieron las hoy conocidas como: Rusia, Ucrania y Bielorrusia.
Con el contexto previo y sin entrar en más datos históricos, vamos directo a la acción. Veltman, injustamente olvidado, fue una pluma poética; supo utilizar esas evocadoras metáforas para describir y llevarnos directo a ambiente medieval ruso.
Toda el aura de la época es perfectamente plasmada por el autor, claro que el contexto histórico juega un papel importante, sin embargo, sin profundizar tanto en el mismo, nos narra una historia verdaderamente épica, con autentico sabor medieval, pero al más puro estilo de los grandes, de los clásicos rusos, tenemos literatura rusa de calidad.
Las referencias al folclore e historias rusas originales no se hacen esperar, como a la mítica
Baba Yaga. Se trata de una historia que evidentemente mezcla fantasía con realidad, luz y oscuridad, el bien y el mal, pues si bien la cristianización de Kiev es el tema central, se desarrolla con una gran carga de acción, sangrientos combates con las pesadas armaduras, afiladas espadas, ¡hasta tintes navales! una verdadera novela medieval que seguro a los amantes del género les fascinará, sin dejar de lado a los apasionados por la literatura rusa, quienes se encontrarán con una historia al más puro estilo de la épica y sangrienta
Taras Bulba de
Nikolái Gógol.
Cierro con su siguiente aforismo: “Es doloroso contemplar cómo la noche se apodera de tu alma. Cuando la noche es oscura no brilla en el cielo ni una sola estrella de esperanza. La vida es una cruel madrastra que bebe lagrimas y que se alimenta del dolor humano”
Irving Romero