Tras sufrir una baja en sus ventas de hasta un 80 por ciento a consecuencia de la llegada de las tiendas chinas “Almacenes Fiesta”, una tienda de 60 años de antigüedad en Coatzacoalcos, bajará sus cortinas para siempre. Desde el fin de semana, anunció en sus redes sociales su próximo cierre y con ello, la promoción de 50 por ciento de descuento en todos sus productos.
Aunado a las tiendas de exportación, las ventas por Internet mermaron los ingresos de la empresa y llevaron al cierre no solo en Coatzacoalcos, sino también en Minatitlán y Playa del Carmen.
El propietario de la tienda de variedades e importaciones, Eduardo Campos Gómez, refirió que lo lamentable es que la competencia no cuenta con estándares de calidad, pues sus productos son muy malos.
“Llegó mucha competencia, se comenzó a vender mucho en redes. La primera competencia fue en redes, no fue de otros negocios. La gente empezó a comprar productos desde Internet, desde su casa y sí nos bajó. Nosotros también empezamos a vender, pero no a la velocidad que nosotros compramos en Amazon o Mercado Libre y todas esas plataformas. Ahí sentimos un poco, pero ya lo que nos vino a matar fue la competencia tan grande que se vino a poner”, indicó.
Comentó que las tiendas chinas llegan con productos de baja calidad, prueba de ello es la durabilidad que tienen: “Los negocios esos grandotes que abrieron no nada más me van a afectar a mí, van a afectar a muchos pequeños negocios. Ahorita hablaba con una señora que vende globos, también se le bajó la venta. Son productos que no tienen la calidad. Nosotros vendemos productos iguales pero con calidad. Tú compras un globo de ellos, yo te lo lleno aquí con helio, pero se rompe, entonces no tiene la calidad”, refirió.
El empresario consideró que las autoridades permiten que ingresen al país productos de oriente, desplazando a los fabricantes mexicanos.
“Antes no dejaban entrar zapatos ni chanclas, estaba protegida la mano de obra mexicana, no la dejaban entrar. Ahorita ya los dejaron entrar, ya en el norte cerró una planta de Flexi”, agregó.
Agradeció todas las muestras de cariño de la sociedad de Coatzacoalcos respecto al anuncio del cierre, pero precisó que las tiendas de Hidalgo y Juárez van a continuar operando, pues son propiedad de otros integrantes de su familia.
Lamentó que por el cierre se pierdan al menos 300 empleos directos y cuando menos 50 indirectos, a los que agradeció todo el apoyo que han mostrado.