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Sección: Estado de Veracruz

Trabajos de amor perdidos

28/02/2023

alcalorpolitico.com


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Obra traducida por Emilio Carballido
Tramoya. Cuaderno de Teatro.
Editorial Universidad Veracruzana (EDUV)


Para el 45 aniversario de Tramoya. Cuaderno de teatro, Héctor Herrera Martínez, director de la publicación, seleccionó Trabajos de amor perdidos, junto con Helena, de Yannis Ritsos; Variaciones sobre el modelo de Kraepelin, de Davide Carnevali; y, Por el agua, de Tiago Correia. Es la revista número 143, del trimestre abril-junio de 2020, cuya portada tiene una imagen del artista chino Liu Fenghua-Liu Yong. Pieza Guerreros de terracota. Diseño de Portada: Gerardo Martínez. Ilustración de interiores: Gerardo Vargas. En esta ocasión se reseña solo Trabajos de amor perdidos.

El dramaturgo Emilio Carballido, que a 15 años de su partida física (11 de febrero 2008) se sostiene como pilar indiscutible del teatro en el país, tradujo la comedia Love´s Labour´s (Trabajos de amor perdidos), escrita por William Shakeaspere; no es tan famosa como Romeo y Julieta; El sueño de una noche de verano, o la de Hamlet, pero es igualmente valiosa. La revisión de la traducción la realizó el poeta José Luis Rivas.



Los expertos en teatro, y en William Shakespeare, ya han descrito el argumento de esta comedia; quien esto escribe optó por dar respuesta al porqué se llama Trabajos de amor perdidos con la idea de describir en pocas palabras de qué trata.

Y bien, se llama Trabajos de amor perdidos porque merecer el amor de la Princesa de Francia y sus damas se volvió un tema serio para el Rey de Navarra y sus caballeros. Ellos, que creían que podían alcanzar la sabiduría si se dedicaban al cultivo del estudio y prescindían de los placeres que embotan el cerebro, han caído rendidos ante la belleza femenina y sus encantos. Ellas, entendidas de que sus pretendientes no son de fiar, ponen pruebas a los enamorados para aceptarlos: un año de trabajos varios y complejos, con privaciones y esfuerzos a los que no están acostumbrados.

Se compone de cinco actos, éstos por varias escenas que dan cuenta del cómo pensaban los monarcas, cómo eran las costumbres en la sociedad del siglo XVI, concretamente en la última década.



PRIMER ACTO
Escena I:
Jardín palaciego del Rey.
Entran el Rey, Birón, Longaville y Dumaine.

EL REY: Sea la fama, que todos persiguen mientras viven, lo que se grabe en nuestras tumbas de bronce y nos dé gracia en la desgracia de la muerte; cuando a pesar de este buitre devorador, el tiempo, el esfuerzo de nuestro aliento nos compre honores que abatan el filo de su guadaña y nos hagamos herederos de la Eternidad, entonces, bravos conquistadores… Porque eso somos, luchando contra nuestras pasiones y contra el gran ejército de los deseos mundanos… Entonces nuestro último edicto se erguirá en toda su fuerza. Navarra será el asombro del mundo y nuestra corte, una pequeña academia quieta y contemplativa del arte de vivir. Vosotros tres, Birón, Dumaine y Longaville, habéis jurado vivir conmigo un lapso de tres años, compañeros de estudios, y cumplir los estatutos grabados en esta cartilla: habéis jurado; firmad ahora; que con su propia mano hunda su honor el que rompa la más pequeña cláusula.
Si tenéis el valor y habéis jurado, que vuestra firma guarde lo acordado.
LONGAVILLE: Yo estoy resuelto. No se trata más que de un ayuno de tres años. Será un banquete intelectual, aunque el cuerpo se arrastre de hambre. Las panzas gordas tienen sesos flacos y los ricos bocados forran bien las costillas, pero encueran el ingenio.
DUMAINE: Mi querido señor, Dumaine se mortifica: arroja los gustos más groseros de las delicias mundanas a los más arrastrados y groseros esclavos de la mundanidad; muero para la pompa, la riqueza y el amor. ¡Para vivir, con todo esto (la naturaleza, el parque) en la filosofía!
BIRÓN: No puedo más que repetir sus juramentos, querido soberano; yo ya juré lo mismo. Vivir y estudiar aquí tres años. Pero hay otras reglas como: “no ver una mujer en ese plazo”, que espero no esté escrita, y “durante un día de la semana no tocar alimento”, y “una sola comida al día”, espero que tampoco esté escrito. Y después: “dormir nada más tres horas cada noche” y que no se nos vea parpadear durante el día… Cuando acostumbro no pensar maldades por las noches y volver noche la mitad del día… Pues mucho espero que eso tampoco esté escrito. Ah, son tareas muy áridas, no ver mujeres, estudiar, ayunar, no dormir… Muy difíciles de cumplir.

Los actos continúan y el lector apreciará que es una comedia amena, llena de humor, que permite entender muchas de las acciones de los gobernantes actuales, sobre todo si hay que imponer paradigmas a culturas “atrasadas”.



Tramoya. Cuaderno de Teatro.
Su primer director fue Emilio Carballido, quien, junto a otros importantes dramaturgos, la fundó (1975) con el objetivo de dar cabida al quehacer artístico local, con énfasis en el trabajo que producían los estudiantes y egresados de la Facultad de Teatro de la UV. Es editada por la Editorial de la Universidad Veracruzana (EDUV).

“En nuestro idioma no tienen salida fácil las obras. (…) Los grupos alegan… que no consiguen obras. Y las editoras, para el teatro, tienen tirajes más pequeños que para la misma poesía. Más pequeños y peor distribuidos.
Los jóvenes autores no estrenan porque sus textos no se conocen. No publican porque no han estrenado y nadie los conoce. Nadie los conoce, ni publican, ni estrenan. Vale cualquier intento para romper el círculo.”

La primera época tuvo un tiraje de 24/25 números, las portadas fueron hechas por los artistas Leticia Tarragó y Henry Hagan. Después del tercer trimestre de 1982 dejó de publicarse, hasta 1984 que inició la segunda época, en la que también se realizó un gran esfuerzo por sostenerla, pero hubo que dejar de imprimir en 1994.



En la actualidad, bajo la dirección de Héctor Herrera, se vive una tercera época en la que se han publicado 159 cuadernos.

Los títulos 152 y el 153, corresponden a los dos últimos trimestres de 2022. El primero se compone por las obras: Los observadores, de Carlos Alfonso Nava; Más de 45,000, de Aldebarán Casasola Tello; y, El lugar seguro, de Estefanía Norato. Además, el artículo Molière, el contemplador irónico de las costumbres de su tiempo, en el aniversario de su nacimiento, de Claudia Gidi. Y, el segundo: Un gorila en una jaula de pájaros, de José Pablo Umaña. Impanación, Souvenir y Tres Marías, de Carlos Alfonso Nava; y, Falcón un sueño que danza, de Eduardo Contreras Soto.

Tramoya, asegura Héctor Herrera, “se ha convertido en una fuente de información indispensable para los grupos, los profesionales y los aficionados al teatro, para estudiantes y académicos, que forma parte de las bibliotecas de los departamentos de español en muchas universidades en los Estados Unidos y en Francia, así como en muchos otros lugares en Hispanoamérica.”



Los interesados pueden adquirirla en las oficinas de la EDUV, ubicadas en Nogueira número 7. La número 143, que es en donde está la obra reseñada, puede obtenerla gratis si la solicita a [email protected] con copia a [email protected]