“No queremos migajas, necesitamos que el gobierno nos apoye con medios de producción para la infraestructura productiva del campo, solicitamos maquinarias, fábricas de ropa; entre muchas otras necesidades”, señaló el presidente de la Unión Campesina Popular Cuauhtémoc, Francisco Hernández Santiago.
Aseguró que ellos quieren dejar un patrimonio para sus hijos, sin embargo, no tienen los medios para hacerlo.
Con una manifestación en la capital del estado, los integrantes de la organización exigieron al gobierno estatal su apoyo y respuestas inmediatas, ya que provienen de localidades que consideran han sido marginadas.
“Cada periodo electoral, los indígenas son utilizados por el gobierno como "caballitos de batalla", son los tres órdenes de gobierno; ellos sólo nos ven como mecanismos para obtener votos”.
Hernández también externó su preocupación por los indígenas de la Huasteca veracruzana, donde afirman que los animales se están muriendo a causa de que el campo no produce alimento.
“Todo está hecho un fracaso, ya no queremos abonos de 50 mil pesos, nuestros animales se están muriendo porque no hay alimento, ni medicinas para sanarlos”.
Aseguró que desde el año pasado los indígenas pidieron a Javier Duarte de Ochoa su apoyo para vivienda, salud y educación, así como proyectos productivos de la SEDESOL para el campo.
Los integrantes de la asociación, incluso se muestran tan desesperados que indicaron podrían llegar a crucificarse como medida de presión.
“Si no responden a nuestro llamado, nos crucificaremos. Marcharemos hasta ser escuchados; cuando tomamos edificios somos criminalizados por el gobierno, pues nos mandan a la cárcel y nos asustan”.