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Sección: Estado de Veracruz

Urge diálogo entre la SEDENA y organizaciones civiles, afirma integrante

- Julio Atenco resaltó que para esto suceda, se debe hacer justicia en el caso de la anciana Ernestina Ascencio

- Recordó que fueron militares quienes la atacaron e incluso la dependencia lo reconoció

Miryam Rodr?guez Hern?ndez Orizaba, Ver. 07/09/2011

alcalorpolitico.com

El integrante de la Coordinadora Regional de Organizaciones Indígenas de la Sierra de Zongolica (CROISZ), Julio Atenco Vidal, planteó la necesidad de dialogar entre la Secretaría de la Defensa Nacional y las organizaciones civiles; pero para poder entablar comunicación dijo que es indispensable retomar el caso de la anciana Ernestina Ascencio, quien presuntamente hace cuatro años fue atacada por elementos castrenses y murió.

En primer término reconoce que sí existe la idea de entablar diálogo entre la SEDENA y las organizaciones, pero dijo que antes de iniciar cualquier charla deben tener en cuenta que los indígenas de Soledad Atzompa, de donde era originaria Ernestina “no olvidan”.

“No podemos reflexionar sobre los tres temas que nos sugiere la invitación de la SEDENA sin antes replantear nuestra demanda de justicia para nuestra hermana mayor Ernestina Ascencio Rosario, quien fue violada y asesinada por soldados adscritos a esta VI zona militar” acentúa Atenco Vidal quien agregó “perdonar no significa que renunciemos a nuestro derecho a que se haga justicia, a nuestra demanda legítima de que este crimen no quede impune”.

Recordó que cuando esto se suscitó, el actuar del Ejército fue contradictorio, pues aún y cuando a pocas horas ya había identificado a cuatro presuntos responsables que fueron sometidos a juicio militar, en realidad no se supo si fueron castigados; además que el dictamen de Felipe Calderón fue muerte natural de Ernestina, aunque los estudios de ADN del esperma de los detenidos coincidía con el encontrado en la vagina y el ano de Ernestina y que así consta en el boletín número 2 emitido por la SEDENA.

De hecho hace remembranza que en su momento el propio Ejército reconoció que la mujer había sido atacada, es decir que no había fallecido de muerte natural, aunque se defendió diciendo que quien cometió este acto, fue un grupo de sujetos que pretendían dañar la imagen de esta institución.

Y agrega que gracias a que un ciudadano pidió información sobre las diligencias practicadas por la justicia militar “pudimos informarnos que un sargento declaró a su interrogador que la presencia del ejército se debía a un operativo que los mandos decidieron en contra de nuestra organización la CROISZ, bajo la justificación de aplicar la ley sobre armas y explosivos de uso exclusivo del ejército. Era un secreto a voces que inteligencia militar afirmaba que nosotros escondíamos a guerrilleros del EPR”.

Ante lo planteado también cuestiona el actuar de la procuraduría de justicia del estado, en ese entonces a cargo de Emeterio López Márquez que lo único que hizo fue mandar a exhumar el cadáver de la anciana, para revisar órganos pero no el recto y la vagina donde estaba presente la proteína P30 que solo produce el varón y la Fosfata ácida que solo se produce con la fricción de los órganos sexuales durante el acto sexual.

Por eso propone que públicamente el expediente de Ernestina se abra al escrutinio público y la sociedad pueda valorar las pruebas periciales y de los expertos peritos veracruzanos, que demostraron que Ernestina había sido violada y asesinada, por ende se castigue a los responsables materiales e intelectuales del crimen.

“Le propongo a los mandos del ejército que digamos conjuntamente: no a la opacidad y corrupción, sí a la transparencia; no a la impunidad, sí a la justicia”.

En lo referente a la coadyuvancia que debe tener el Ejército con la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, aquí asegura que los indígenas no se oponen a que hagan su trabajo ambos, pero rechazan que los soldados sobajen y traten como delincuentes los pobladores de las comunidades de los municipios serranos.

Además que no se debe sustituir las actividades que efectúan los elementos castrenses y los de Seguridad Pública, de lo contrario se militarizaría el país, pues pone en riesgo las garantías individuales y crea una simbiosis peligrosa entre el ejército con las instituciones civiles encargadas de la seguridad pública y del gobierno.