UV ya tiene la facultad constitucional de presentar iniciativas de ley sobre su funcionamiento

A partir de ayer jueves, la Universidad Veracruzana (UV) tiene la facultad constitucional de presentar iniciativas de ley o decretos en lo que se refiere a su funcionamiento; mientras que el Congreso del Estado deberá adecuar las leyes relativas, en un plazo no mayor a 60 días naturales.

El decreto de reforma que adiciona la fracción VII, recorriéndose la actual en su orden para convertirse en la fracción VIII, al Artículo 34 de la Constitución Política de Veracruz, se publicó en la Gaceta Oficial del Estado.

La reforma se sustentó en lo indispensable que resulta que la UV tenga conferida la facultad de poder iniciar el proceso legislativo, a través de la presentación de iniciativas de ley o de decreto, en lo que respecta a su funcionamiento, con el fin de presentar ante el Congreso del Estado aquellas modificaciones que se estimen pertinentes, para mantener a la Universidad como referente en la educación superior de la región sureste del país.



En la comunidad universitaria existe la convicción de que la UV obtendrá el reconocimiento de su plena madurez y acortará la distancia con el logro de sus metas científicas, culturales y organizativas; además de ser un activo en el ámbito legislativo para el desarrollo de la educación superior y la mejor convivencia de los veracruzanos, con la aprobación de la reforma que se plantea.

Se trata en definitiva, de rescatar y fortalecer la esencia de la Universidad, centrada en una verdadera autonomía. La Universidad Veracruzana, ha ejercido con plenitud y responsabilidad su autogobierno, sin embargo, le hace falta la atribución constitucional para presentar iniciativas que estén relacionadas con su autonomía, organización y funcionamiento; por ello, la necesidad de esta reforma.

La UV tiene presencia en diversas leyes que le proporcionan su personalidad jurídica y, sobre todo, regulan su actuar, pero necesita tener una participación explícita en el planteamiento de reformas legislativas que permitan la construcción de un andamiaje necesario para la consolidación de una institución moderna y continuar las reformas de la nueva realidad universitaria y del Estado.



La Ley Orgánica y la Ley de Autonomía, ambas para la UV, no han sufrido modificaciones substanciales desde hace dos décadas, lo que contrasta con una realidad muy distinta.