Valores primordiales de la familia, fe y costumbres legado de los abuelos/as

28 de agosto Día Nacional del Adulto Mayor

La tradición oral cuenta, que en México siempre ha existido el respeto por las personas ancianas, aunque en la época colonial sufrieron un desplazamiento que se hizo más notorio a finales del siglo XIX, debido a que no las consideraban aptas para el trabajo rudo del campo, que se llevaba a cabo en las haciendas del País, destacando que la esperanza de vida era de casi 30 años, a principios del siglo XX la esperanza de vida disminuyó durante la década de la Revolución, los incrementos a partir de esta época, han sido notables.

En la época de la Reforma, Melchor Ocampo trató de rescatar los valores en pro de este grupo de la sociedad. Ya en la etapa del Porfiriato, los hacendados mandaban a hacer misas a sus sirvientes de más edad, el 28 de agosto, festividad del filósofo San Agustín quien vivió 76 años. Algunos cuentan que en el gobierno interino del General Abelardo L. Rodríguez (1932-1934), se instauró el Día del Abuelo, fecha que fue celebrada por la Secretaría de Educación Pública durante el gobierno del General Lázaro Cárdenas (1934-1940).



La Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1990, decreto el 1 de octubre, como el Día Internacional de las personas de Edad.

En México se festejó a las personas adultas mayores por primera vez el 28 de agosto de 1983, la celebración del Día del Anciano se llevó a cabo en la Ciudad de México y al año siguiente en la ciudad de Monterrey. En el año de 1993 el Dr. Samuel Bravo Williams propone a la Sociedad de Geriatría y Gerontología de México A.C., que el 28 de agosto sea el Día Nacional del Abuelo, la propuesta fue aprobada por unanimidad. Posteriormente en el año de 1998, se decidió conmemorar en todo el país el Día del Abuelo el 28 de agosto. Durante el año 2002 la celebración en honor de las personas ancianas cambió de nombre por Día del Adulto Mayor.

Debemos reconocer que los valores primordiales de la familia, la fe y costumbres, que aún mantenemos, son un legado que nuestros abuelos/as han luchado porque no se pierdan, aunque desafortunadamente en las grandes ciudades con la nueva “cultura urbana”, cambiante constantemente, estos valores están en decadencia, al igual que el respeto y la escucha de los jóvenes para sus mayores.



Para las personas adultas mayores, la adaptación a la modernidad puede ser difícil, si la familia y la sociedad no los resguardan y/o reconocen. Persisten núcleos donde su presencia puede ser motivo de discriminación e inequidad, quienes por no saber usar la nueva tecnología como una computadora, teléfono celular, tablet o navegar en internet, parecen no saber nada. La familia es y será el apoyo moral ante los problemas de sus miembros. Deberíamos dejar de tomar el término de “mayores” como sinónimo de anticuado y ubicarlo en el marco de la experiencia, ternura y sabiduría.

En este mes de Agosto, tomemos conciencia de todas las dimensiones que atraviesa esta etapa de la vida. Dediquemos nuestras acciones y miradas a aprender de sus experiencias. Y a conformar una red que beneficie la comprensión y una justa inserción social a nuestros antecesores.

Por todo eso, ¡Feliz Día de las personas Adultas Mayores! En su día, y todos los días, sean positivos, transmisores de fe y esperanza, recuerden que aunque las circunstancias de vida actual difieren de las suyas, son y serán siempre un apoyo moral y espiritual invaluable.



MARÍA VERÓNICA RODRÍGUEZ ESTRADA
GERONTOLOGA CERTIFICADA CON ESPECIALIDAD
EN GERENCIA EN PROGRAMAS Y SERVICIOS DE
SALUD PARA PERSONAS MAYORES