Los funerales de las personas que perdieron la vida en el bar
Caballo Blanco, en esta ciudad, comenzaron desde el miércoles por la noche.
Y es que tras varias horas de espera, los cuerpos poco a poco fueron entregados a los familiares que llevaban horas de guardia en el Centro Integral de Justicia, donde se aloja la oficina de Servicios Periciales.
Los reconocimientos fueron hechos a través de fotografías, pues cabe mencionar que debido a que el Servicio Médico Forense de Coatzacoalcos no funciona desde hace varios años, los cadáveres tuvieron que ser trasladados a Cosoleacaque.
Una de las primeras en llegar a casa para que sus familiares se despidieran fue Xóchitl Nayeli Irineo Gómez, quien laboraba en el bar y era conocida como “Sofía”.
La joven fue recibida por amigos y conocidos en una humilde vivienda en la calle Roca Fosfórica, en la colonia Ampliación Fertimex, misma que por años ha dado alojo a familias de muy precarios recursos.
En el patio de su casa se acomodaron sillas y además, de manera improvisada, se colocó un fogón para preparar comida para los asistentes.
Arriba del féretro, fue colocada una imagen de la chica que laboraba en el
Caballo Blanco cuando ocurrió el terrible ataque.
Sumidos en la tristeza y el llanto, sus seres queridos la acompañaron y pidieron por el eterno descanso de “Sofía”.