Xalapeños rezan por el perdón a quienes cometen crímenes y violaciones

En el Viacrucis del barrio de Xallitic y de la Catedral de Xalapa, los fieles pidieron por aquellos que han sufrido injusticias y están en la cárcel sin merecerlo, oraron por todos los presos políticos y por los que sufren a causa de su fe y de su religión, pero también por los que han cometido crímenes, violaciones y todo tipo de vejaciones que en nuestros días se dan, por los moribundos y las nueras que esperan la muerte del familiar que cuidan.

Este viernes santo el párroco de la Catedral Metropolitana de Xalapa, Rafael González recordó las palabras de la madre Teresa de Calcuta quien decía que el problema del mundo es la soledad y abonó diciendo que la crisis del mundo actual es de soledad y pidió que seamos solidarios para no dejar en el abandono a quien más tiene necesidades.

En la primera estación del barrio de Xallitic, el sacerdote pidió por las autoridades, para que administren correctamente la justicia y sean promotores de la verdad.

“Por todos nosotros para que jamás condenemos de palabra u obra a nuestros próximos, por todos los que nos persiguen y calumnian. Una de las cosas que más nos duele es precisamente la injusticia (…)”, expresó.

En tanto, en la Catedral Metropolitana de Xalapa, Rafael González párroco de la capital de Xalapa y los feligreses recordaron las siete palabras de Jesús.

Pidieron perdón por aquellos que han cometido crímenes, violaciones y todo tipo de vejaciones que en nuestros días se dan, “es el ejemplo que nos pone Jesús”.

En la homilía se mencionó a aquellos que se debaten entre la vida y la muerte, a aquellos que están en los hospitales o en sus hogares, ricos o pobres, abandonados más los ricos que los pobres, porque así es la vida, por los que esperan la muerte de un familiar, sobre todo las nueras que es quien les cuida.

Pidieron por los moribundos, por los que van a ser llamados a la presencia del señor, para que tengan la gracia del arrepentimiento.

“En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso, pero no está mal que lo pidamos para nosotros, no somos moribundos, pero estamos vivos y es la única condición indispensable para morir y en cualquier momento podemos morir”.

Al acto piadoso acudieron familias enteras para escuchar la palabra del señor, donde el párroco pidió orar por los ancianos, fue ahí cuando recordó como una vez la madre Teresa de Calcuta, una mujer encorvada y pachicha que llevaba a Dios consigo le dijo que el problema del mundo actual es la soledad.

Por ello pidió a ser solidarios, dar compañía a quien lo necesita, dar el tiempo a los abandonados, a los ancianos de nuestras familias, pues es muy duro llegar a viejo, aunque es peor no llegar.

“Llegar a viejo es una situación difícil porque las fuerzas menguan, porque nos convertimos en estorbo, también los sacerdotes. Las nueras son las primeras que corren a las suegras y hacen bien porque son metiches”, expresó.

Preguntó cuántas veces no se confina a los viejos a un cuarto húmedo y mal oliente o se le esconde para que no se vea por las que pasa, “cuánta soledad en medio de mucha gente”.