Me llamó la atención una nota publicada la semana pasada en la mayoría de los periódicos digitales, y los pocos impresos que todavía se editan en Veracruz, que daba cuenta del reclamo de la cuñada del presidente de México, María del Carmen Rey Cedillo, esposa de Arturo López Obrador, donde denuncia el abuso de las empresas de grúas que operan en Xalapa, precisando la negligencia del gobernador de Veracruz “que no ha logrado ponerlas en orden”, señaló.

De inmediato me dije: si eso le hacen a la cuñada del presidente de la república, de quien no dudo debió advertirles a los operadores de esas grúas, así como a la encargada del corralón, donde fue a pagar >el abusivo arrastre tasado en varios miles de pesos<, que era cuñada del mero mero, y ni así le perdonaron el exceso, ¿Qué les espera a los y las veracruzanas, así como a las personas que nos visitan, frente a estos -rateros con charola-, dado que cuentan con la complicidad de las autoridades de tránsito del estado?

Llevan años estos robos que ejecutan las empresas de grúas en complicidad con los elementos de tránsito, y lleva años el gobernador Cuitláhuac García Jiménez permitiéndoselos. Esa es la realidad y no otra.


En este país y en este estado, bastaría -si Cuitláhuac no fuera cómplice de estas mafias-, que hablara por teléfono, o se apersonara en las oficinas de tránsito del estado, para ordenarles a sus subalternos que no llamen a esas grúas cuando estén mal estacionados los autos, y les pusieran inmovilizadores, como sucede en la ciudad de México y otras urbes. No hacerlo y por tantos años, solo da pie a que formen cuerpo las denuncias de la sociedad, donde lo acusan de estar coludido, y formar parte de estos ladrones, porque no hay otra forma de llamarle, a la ceguera y sordera que padece el Ejecutivo, frente a los reclamos de los asaltados.

No vale la pena recordarle al ingeniero la promesa que hizo, que a más tardar en 2023 estaría listo un nuevo reglamente de tránsito (el cual ya estaba concluido y revisado), que solo le faltaba pasar por el tamiz del congreso local para su aprobación. Ya va terminar 2023 y nunca llegó otra promesa-compromiso público del gobernador, lo que hace sospechar, insisto, del por qué permitir tantos atracos de estas empresas de grúas.

¿Qué viene?


Pues nada, más que cobrárselas en medio año, precisamente el 2 de junio, votando en contra de todos los y las candidatas que postule su partido MORENA, y sus partidos paleros del Verde y el PT. Allí está la factura que debe pasárseles a estos trúhanes que han sacado cientos de millones de pesos tanto en multas como en los corralones.

Hay que sacarlos del poder, porque si no van a seguir con sus pillerías por otros seis años.

¡Usted decide!