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Columnas y artículos de opinión
Los Políticos
51 Aniversario de Escuela Joaquín H. Servín
Ángeles González
17 de febrero de 2011
alcalorpolitico.com
51 Aniversario de Escuela Joaquín H. Servín
Clemente Pacheco, duro de roer
 
Con un colorido festival fue celebrado el 51 Aniversario de la Escuela Primaria Estatal Joaquín Humberto Servín Andrade, en el día del natalicio de su fundador y jefe de una familia de reconocidas profesoras: Acela, Angelina y María de Lourdes Servín Murrieta, la primera asesora del Sindicato Estatal de Trabajadores al Servicio de la Educación (SETSE) e integrante del consejo directivo del Instituto de Pensiones del Estado; Angelina como directora que continúa la labor educativa del maestro visionario y María de Lourdes también en el trabajo de aula.
 
A la ceremonia acudió en representación de Adolfo Mota Hernández, secretario de Educación de Veracruz, Acela Medina Servín, orgullosa egresada de esta escuela, coordinadora de Profesiones en la SEV, integrante de la Asociación de Padres de Familia de esta escuela y miembro de esta distinguida familia de educadores, lo mismo que José Javier Murrieta, encargado de Enlace Administrativo en la misma Coordinación de Profesiones.
 
En una remembranza Angelina Servín se mostró orgullosa de su pertenencia al SETSE: “esta es la escuela del SETSE, todos los que aquí trabajamos somos orgullosamente del SETSE, tanto maestros, directivos como administrativos e intendentes, todos somos SETSE y hemos tenido el apoyo de mi hermana, porque Acela Servín y SETSE son uno, no podemos imaginar el SETSE sin Acela Servín”.
 
Agregó que el espíritu de lucha en esta institución lo sembró su fundador Joaquín H. Servín, un profesor autodidacta, porque no tuvo oportunidad de ir a la Escuela Normal Veracruzana, practicante de la educación con una visión futurista, quien les inculcó “un espíritu de lucha, empuje hacia el progreso; enseñó a no ver nunca hacia atrás más que para aprender de los errores y a inculcar a la niñez el respeto, amor y deseo de investigación”. Este es el modelo de escuela activa que a nuestros días la Escuela Joaquín H. Servín ha seguido perfeccionando, con un aprendizaje basado en la realización articulada de proyectos, en el cual cada espacio educativo de laboratorio, biblioteca, cómputo, deporte y talleres se vinculan con el quehacer del maestro a cargo de grupo para abordar un tema y formar de manera integral a los niños. Por eso, concluyó Angelina: “Joaquín H. Servín es y seguirá vivo siempre mientras haya un corazón de niño latiendo en esta escuela”.
 
*Clemente Pacheco, duro de roer. Pues nada, que el Sindicato Nacional Azucarero y la CTM no pueden con el liderazgo de Clemente Pacheco Mora, fundador y líder del Sindicato Independiente de Trabajadores del Ingenio San Cristóbal, presidente de la Coalición Nacional de Trabajadores y Sindicatos Azucareros y Papeleros Independientes, ex candidato del PAN a la alcaldía de Carlos A. Carrillo, quien fue secuestrado el pasado 2 de agosto de 2010 y liberado por el Ejército Mexicano el 4 de agosto del mismo año; y cuatro meses después fue destituido en una asamblea preparada ex profeso por el ex líder cetemista de la Sección 31, que ahora viste chaqueta de independiente, Mario Hernández Reyes, a quien sorpresivamente la Secretaría de Trabajo y Previsión Social ya había otorgado toma de nota como nuevo dirigente del ¡Sindicato Independiente de Azucareros de San Cristóbal! Pero Pacheco Mora impugnó legalmente este amañado proceso y el pasado domingo 13 fue ratificado como secretario general de este sindicato independiente administrador del Contrato Ley que tan descobijado en cuotas sindicales y agremiados ha dejado al Sindicato Nacional Azucarero (STIASRM- CTM), donde a diferencia del ambiente en San Cristóbal acaba de pasar sin pena ni gloria la reelección de su líder nacional Adrián Sánchez Vargas, sucesor de Enrique Ramos Rodríguez, decano líder de la CTM estatal, bastión –dicen- de las fuerzas vivas del PRI. Eso sí, por si acaso alguien intentará violentar la vida laboral y sindical, en San Cristóbal se mantiene la vigilancia del Ejército Mexicano en Carlos A. Carrillo.