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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Froylán Flores, cimentos de la lealtad
Alfredo Ríos Hernández
5 de marzo de 2019
alcalorpolitico.com
*Periodismo ejemplar de veracruzanos
*PRI y PAN, la herencia de los fracasos
*O renovación real o ruta de extinción
 
Luego de haber prestado mis servicios (en muy temprana edad) en radiodifusoras de Michoacán y posteriormente en el puerto de Veracruz, donde participé como parte del equipo de jóvenes inquietos fundadores del medio de comunicación NOTIVER, cuya expresión de identidad fue sugerencia mía: “La noticia en el momento que sucede”, en tanto que su presencia informativa inicial sería en dos radiodifusoras del puerto del Puerto de Veracruz, pero los vientos de la vida me trasladaron de nuevo a mi ciudad de origen, Córdoba, para aquel entonces el emporio comercial más sobresaliente sobre tierras veracruzanas, donde emprendí actividades en una nueva radiodifusora de Frecuencia Modulada, única en la zona centro veracruzana, pero continué manteniendo nexos con NOTIVER, al tiempo de conectar con el diario Mundo de Córdoba y posteriormente con un nuevo proyecto periodístico que dio origen al medio impreso identificado como “2001: El Futuro Hoy”, para entonces, el de mayor tecnología sobre tierras veracruzanas, para aquellos momentos, ya me había convertido en un lector asiduo, adicto a la lectura de una columna periodística sin igual: “Glosario del Momento”, escrita por uno de los periodistas veracruzanos más respetados por su inmensa calidad humana, me refiero a “Glosario del Momento” columna símbolo del Diario de Xalapa, escrita para entonces por Don Froylán Flores Cánsela, quien sin siquiera conocerlo, me había convertido en un adicto inseparable de sus líneas, pese a que también devoraba cotidianamente los escritos en el Dictamen de Veracruz de Don Bartolomé Padilla, así como de Don Gregorio Navarrete Cruz, a las que sumé también las referencias de Pompeyo Lobato, todo esto último difundido en El Decano de la Prensa Nacional, en el que tiempo después también publicarían mi columna.
 

Logré conocer pronto a Don Froiylán, me resultaba una necesidad el estrechar su mano, ya me distinguían con su amistad muchos célebres periodistas veracruzanos, como los ya citados, a los que sumé a José Robles Martínez, a Don Juan Malpica, al maestro Alfonso Valencia Ríos, al doctor Othón Arróniz Báez, al inconmensurable Manuel Buendía, quien me sumó a su equipo de trabajo y cuya experiencia en esa etapa algún día referiré, al destacado Mario Vázquez Raña, con quien colaboré en varias etapas, al enorme Don Rubén Pabello, una de las figuras periodísticas más tormentosas y enérgicas de la gran historia periodista veracruzana, quien fuera al único director que en su vida obedeciera don Froylán Flores Cancela, éste último, genio periodístico a quien por su lamentable partida el pasado fin de semana, hoy y siempre le rendiremos honores.
 
Porque fue ejemplar su trayectoria, porque fue brillante su honorabilidad, porque fue una luz en el camino para todos nosotros los periodistas, porque recibí un ejemplo de vida de su parte, cuando luego de su partida del Diario de Xalapa, sitio del que sale por haber sido reconocido como el mejor periodista de México en ésos días y, después de ese capítulo me encuentro con él (ya formando yo parte del equipo directo de Don Rubén Pabello) y al tiempo de brindarme su mano generosa, me abraza y el maestro Froylán me dice al oído con esa voz serena que le distinguía: “Alfredo... cuida mucho a Don Rubén, él te tiene mucha confianza pese a tu juventud y capacidad... Don Rubén de tiempo atrás me había hablado de ti, de tu trayectoria en medios de comunicación, no lo desilusiones, ni lo dejes sólo”... Tales palabras sin igual por las circunstancias y su contenido, por lo que representaban ante los escenarios en referencia, fui de inmediato y creí imperiosamente honesto, repetírselas “tal cual” a Don Rubén Pabello Acosta, actitud que consideré en esos instantes un obligado homenaje a quien me las había pronunciado, máxime porque la silla vacía en el Diario de Xalapa, resultaba imposible cubrirla con la misma intensidad.
 
Hoy Don Froylan siguió los pasos del final, que años atrás emprendió Don Rubén, grandes veracruzanos con rutas sin igual, mucho menos entre ambos, pero con la misma fuerza de voluntad y el carácter para alcanzar objetivos... Dos almas que en el marco periodístico marcaron huellas en rutas coincidentes, que por largo espacio marcharon con el rostro de frente por el mismo sendero, sin que el uno del otro conformaran exactamente lo mismo y sin que la grandeza de uno le restara gloria al otro, dos figuras enormes que supieron de diferencias entre sí sin el rompimiento de lealtades entre ellos.
 

Hoy, Don Froylán y Don Rubén, seguramente experimentaron el reencuentro en el más allá, en los ámbitos de las alturas, de la luz y la sabiduría, en donde con la personalidad que de siempre les ha distinguido cruzaron miradas y continuaron por la misma ruta... Un abrazo a familiares y colaboradores de Don Froylán Flores Cancela, eterna e imborrable figura ejemplar de un veracruzano sin igual, quien siempre me honrará el haber sido su aprendiz y su amigo... Descansa en Paz apreciado Froylán, incuestionablemente lo tienes ganado.
 
SIN REAL “TRANSFORMACIÓN” PRI Y PAN
DEBERÁN AFRONTAR ROTUNDO FRACASO
 
Si el PRI y el PAN buscan integrar sus respectivas directivas para emprender la restauración en sus respectivas imágenes, dañadas por varias décadas de ejecutar desatinos, deberán valorar y definir sus respectivos equipos de trabajo que valdrían ser llamados, sin querer imitar, “de real transformación”, o “renovación”, o “refundación”, “o renacimiento”, “o del perdón”, no lo sé, pero el PRI y el PAN, por las características que cruzan históricamente y circunstancialmente, deben eliminar de sus mandos los mismos nombres y apellidos que de siempre han dominado las entrañas del partido tricolor así como de los azulados.

 
Es más, hasta “lo tricolor” o “azul” deberían dejarse atrás para buscar nuevos símbolos de identidad, diferentes, insisto, que no sean más de lo mismo y que eviten en todos los aspectos hasta el último vestigio de simbolismos del pasado distante y obviamente también del reciente.
 
Porque nada fácil tienen y tendrán el maltratado PRI y el maltrecho PAN en el sendero a seguir en los días por venir, por lo que los tradicionales vicios para la designación de cuerpos directivos municipales, regionales, estatales y nacionales, deben eliminarse e incluso cambiar los procesos de identificación, en fin, reestructurarlo y renovarlo todo, pero absolutamente todo, para que reinicien sus actividades partidistas en marcos y estructuras distintas.
 
En el mismo contexto, el PRI y el PAN están absoluta e insalvablemente obligados a un proceso limpio, transparente y ricamente democrático, para que de ese ámbito renazcan sus respectivas y renovadas dirigencias en sus diversos niveles, que realmente reflejen por sí mismas, con el poder de la realidad y no de la manipulación publicitaria, que la transformación al interior de los partidos de los rojos y los azulados, son de verdad, y no maquillajes encubridores de aquello que es más de lo mismo.

 
Los hechos, los escenarios frente a nosotros, refieren con total y absoluta precisión, que la colectividad, que los electores, tienen claro en su memoria todas las mañas, entuertos y triquiñuelas que al interior del PRI, del PAN y de prácticamente todos los partidos, ya existen, y que los núcleos de control dominan con perfección, por lo mismo, si lo que sobreviene en el proceso de conformación de “nuevos cuadros directivos” es más de lo mismo, la colectividad de inmediato les mostrará la espalda y arribaran a los próximos comicios prácticamente con una nueva derrota masiva ya anunciada con anticipación.
 
Ni el PAN ni el PRI, otrora las más importantes fuerzas políticas del territorio nacional siguen como poseedores de tales laureles, por el contrario, reman clara y contundentemente contra la corriente, por lo que los electores, si no son estimulados con la claridad de nuevos panoramas y el retorno a la eficacia y obviamente la honorabilidad, esos colores desgastados por ineficacia y corrupción, quedarán sin la más mínima esperanza y sus aspiraciones navegarán en las aguas infructuosas de las fantasías.
 
Esa es la realidad, no se ve otra, por lo tanto, o se suman a propuestas de real transformación o anticipadamente están sentenciados al más rotundo fracaso.

 
Atenderá sus puntos de vista en
 
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