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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
El Árbol torcido
Alfredo Ríos Hernández
5 de mayo de 2022
alcalorpolitico.com
*Convivencia pandémica
*Castelán: Figura honorable
*Vergonzante contaminación
 
Los especialistas refieren que el territorio mexicano es un país que se distingue por su muy destacada diversidad biológica, calidad que, pese a su importancia, se viene demeritando a pasos agigantados ante los efectos de la depredación, prácticas que están aportando reacciones nefastas como el cambio climático, lo que a su vez incrementará la reducción del bienestar de los mexicanos, aparejado al daño que está repercutiendo en los escenarios agrícolas.
 

Hasta la fecha (ni en el pasado ni en el presente) ninguno de los programas en favor de la ecología podría ser considerado como exitoso, incluso el que actualmente el Gobierno Federal identifica como “sembrando vida” registra avances significativos, dejando estancados, así como en retroceso, lo que se esperaba por parte de millones de mexicanos sobre dicho intento de recuperación forestal.
 
Ya se ha referido que los propios campesinos ejecutan la tala de árboles que se encuentran en su plenitud, para recibir dinero por la madera y al mismo tiempo obtener los ingresos del programa “Sembrando Vida”, cuando precisamente la deforestación que ejecutaron en lugar de “sembrar vida” siembra desesperanza y muerte, resultados del abuso que conducen hacia el contrasentido en los ámbitos de una propuesta gubernamental bien intencionada.
 
Y es que toda medida que se aplique para recuperar áreas deforestadas, debería ser entendida y protegida primordialmente por la población que habita en las zonas rurales, porque son y habrán de ser los pueblos rurales los primerísimos en recibir los impactos de su propio desatino, al formar parte tanto de la desforestación, como del desgano para fomentar (incluso de propia mano) el entusiasmo para reactivar en sus entornos la siembra de árboles, mismos que habrán de ser generadores de una de las riquezas indispensables para la vida en lo general, incluyendo la del campesinado.
 

El programa de “Sembrando Vida” es una destacada aportación para incrementar la actividad forestal y, al mismo tiempo, favorecer la productividad agrícola, porque se trata precisamente de generar las condiciones requeridas para impulsar la recuperación de mayores mantos acuíferos, mejor nivel de humedad en tierras agrícolas, mejor clima para el cultivo y la ganadería, así como suficiente agua para el consumo humano.
 
Por ello desde en un inicio que el Gobierno Federal actual anunció la formalización del programa “Sembrando Vida” pensando en la recuperación forestal, muchos fueron los mexicanos que contemplamos con optimismo dicha propuesta y posterior acción, pero he aquí que “los campiranos” ahora derrumban árboles en pleno desarrollo, para vender la madera y a la vez cobrar recursos provenientes del erario público para volver a “sembrar vida”... Escenarios que se han pervertido con la finalidad de que dicho proyecto gubernamental aliente el abuso, por lo que se requiere de “una urgente transformación” para superar las prácticas nefastas que en ese renglón están aplicando (no todos los campiranos) pero sí una significativa cantidad de ellos.
 
Las propias reglas de la Comisión Nacional Forestal, establece como obligado, en los programas de reforestación “obligadamente comprende la planeación, la operación, así como el control y la supervisión desde antes de iniciarse cualquier acción de reforestación, en especial el sitio y los procesos involucrados con la plantación, incluyendo en ello si el tipo de árboles que se pretende plantar es apropiado para el espacio por utilizar.
 

Así las cosas, la reforestación no debe ser ejecutada al amparo de la improvisación, por lo que mientras tales referencias sigan practicándose, bien valdría recordar que a los programas sociales es obligado supervisarlos en su desarrollo, porque árbol que nace torcido, jamás su tronco endereza.
 
Lo que se lee
 
Funcionarios públicos del sector Salud en todo el país, inician referencias en el sentido que los mexicanos (como todos en el mundo) deberemos “aprender a convivir con la presencia del COVID-19” monstruo sobre el cual sus orígenes se encuentran entre la luz y la sombra, cuyos primeros contagios aparentemente entre asiáticos, persisten en numerosos países del mundo entre escenarios confusos, al tiempo que en el mismo contexto ha desarrollado réplicas aparentemente de mayor peligrosidad, sin que hasta la fecha se definan con toda exactitud, los tratamientos más apropiados para evitar mayor número de fallecimientos en el mundo.
 

Todo hace indicar que las actuales vacunas desarrolladas como dicen en tierras mexicanas “al trote moche” sí han reducido los riesgos no sólo de muerte, sino también de niveles de contagio, pero sigue privando la incertidumbre si con ello es suficiente para salvar vidas, al tiempo que con todo y vacuna seguimos expuestos a contraer la pesadilla del contagio.
 
Cierto es que especialistas de todo el mundo continúan aplicados en encontrar soluciones definitivas para protección de la humanidad, pero hasta hoy continúa (en menor grado) la mortandad, al tiempo que al renglón productivo y a millones de trabajadores desempleados, les es preciso ser recontratados, pero de ya...
 
Lo que se ve
 

El reciente fallecimiento del reconocido empresario transportista y contador público Don Ángel Castelán Crivelli, generó notorio pesar entre numerosos habitantes de la región central veracruzana, dado que su desempeñó como tesorero y notable alcalde del municipio de Ixtaczoquitlán (ubicado en el centro del Estado de Veracruz) cargo que desempeñó luego de su exitoso andar tanto como contador, así como en el ramo empresarial, dejó una imagen de honorabilidad y eficacia.
 
Por sus muchos méritos y sus referencias de permanente amabilidad, Ángel Castelán, deja una profunda huella entre quienes lo trataron, figura empresarial y política que logró dejar una estela de caballerosidad, actitud que ensanchan sus logros personales y dejan buena memoria en los entornos de su recuerdo... Descanse en paz.
 
Lo que se oye
 

No se antoja del todo lógico que autoridades conmemoren “El Día Municipal de Prevención de Desastres Químicos y Ambientales” cuando (de hecho) la contaminación en casi todos los renglones de la productividad, incluyendo la agrícola, ya no se diga sobre la industrial, así como la del transporte, son en muchos de los casos un claro ejemplo de elevada contaminación... El tema da para varios tomos sobre la polución que actualmente limita nuestra calidad de vida, pero ya hablaremos con más amplitud, sobre nuestro lastimoso panorama en materia de “contaminación y calidad de vida”.