icono menu responsive
Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
El ciudadano dijo ¡no!
Alfredo Ríos Hernández
11 de abril de 2022
alcalorpolitico.com
*Reordenar la vacunación
*Ineficacia ante la violencia
*¿Disminuirán ocurrencias?
 
También la abstención constituye una forma de rechazo, tal escenario es el que aconteció ayer ante el bajo número de ciudadanos que sufragaron en el proceso de la consulta a la población, cifras que resultaron insuficientes para que se aprobara el proceso de “revocación de mandato”...
 

Tal panorama es el resultado de una sociedad que no está interesada en esos temas, sino que el interés primordial lo constituye el que se impulse la productividad, se frene la inseguridad y se logre un país de mayor bienestar, agregando a ello mejores oportunidades para todos los mexicanos.
 
Pero en esos mismos marcos, debe reconocerse que más sobresaliente que la realización de la consulta ciudadana sobre la revocación de mandato, efectuada ayer domingo, lo superiormente impactante en los marcos del reciente fin de semana, lo son las declaraciones del Presidente, Andrés Manuel López Obrador, en las cuales anuncia “la reducción o desaparición de diputados y senadores de rangos plurinominales, así como suprimir los cuerpos electorales de niveles estatales, lo que de acuerdo a la opinión presidencial, resultaría apropiado para reducir “gastos innecesarios” al tiempo de disminuir los niveles burocráticos del país.
 
La idea del Presidente consiste en que sea la autoridad federal en el renglón electoral, la única responsable de realizar los procesos electorales que se registran en todo el territorio nacional, tanto de rangos municipales, como estatales y federales, lo que, en opinión del gobernante mexicano, permitiría que la experiencia y estructura de la autoridad electoral federal, se convirtiera también en el pilar operativo de los procesos electorales municipales y estatales.
 

De acuerdo a la intención en referencia, la desaparición de autoridades estatales en el rango electoral, aparentemente permitiría reducir los costos de la actividad democrática en el país, al tiempo que en todo el territorio nacional se dispusiera de un organismo altamente especializado en lo referente a la actividad democrática, lo que supuestamente también reducirían los costos de procesos electorales en lo general.
 
Obviamente que el tema habrá de convertirse de inmediato en elevadamente polémico, sobre todo cuando al proyecto en cuestión se le agrega la reducción de recursos federales y estatales hacia los partidos políticos, incluso se podría decir que, al margen de las posibilidades y beneficios en la vida democrática y el renglón económico que ello podría representar, no faltarán quienes refieran los valores de la autonomía que a los Estados les corresponde, en lo que concierne al renglón de procesos electorales estatales y municipales.
 
No faltarán quienes, ante tal apunte, externen comentarios en el sentido que tales propuestas, pudieran hacer pensar que en los espacios federales ya se piensa en “retroceder hacia el centralismo extremo” que desde tiempos remotos ha privado en el país, refiriendo que tales criterios podrían inducirnos hacia la evaluación “que tampoco son tan necesarios los Presidentes Municipales, al igual que las oficinas regionales de administración de justicia”.
 

Mucha tela de donde “cortar” surgirá con las recientes declaraciones en la cúpula del poder nacional, en lo relativo a que sea un mismo organismo el que realice las elecciones federales, estatales y municipales, así como lo relativo al costo que representan para el pueblo los partidos políticos, ya veremos y evaluaremos los efectos que tales apuntes originen.
 
Lo que se lee
 
Cuando se inició el programa de vacunación para blindar los niveles de salud de los mexicanos, frente a la amenaza del Covid-19, muchos pensaron que en los centros de asistencia médica, de manera paulatina se instalarían “módulos de vacunación permanentes” en el marco de un programa ininterrumpido de vacunación, paralelamente a las campañas y acciones que se estaban efectuando en el país.
 

En la actualidad, después de un amplio espacio con un programa de vacunación que ha generado polémicas entre la población, escenarios que no han registrado referencias de plena satisfacción por parte de millones de mexicanos, se piensa que ya es necesario que el programa de vacunación en México (en lo referente a dicho coronavirus que ha registrado severas afectaciones en el contexto internacional) se convierta en un programa institucional, en el que todo mexicano pueda acudir para recibir su vacuna en establecimientos oficiales destinados para tales fines, que podrían operar precisamente en los centros de atención médica, mismos que forman parte de la estructura de tales servicios vinculada con la administración pública, tal como se han practicado los programas de prevención para otros tipos de contagios.
 
Sobre el tema ya se hacen referencias en el marco del sector gubernamental, por lo que seguramente millones de mexicanos son los que “suponen” que las campañas de vacunación, para prevenirnos de efectos de alto riesgo frente el peligroso coronavirus, se convertirán (si es que así lo determinan los especialistas en el tema) en “campañas rutinarias” que el Gobierno debería ejercerlas de manera periódica, en el marco de los espacios de atención médica de los que dispone la administración gubernamental, al tiempo que se debería aceptar la participación en ese sentido del sector privado, seriamente involucrado en el servicio de atención médica, para quienes de manera personal decidieran recibir la respectiva vacuna en instalaciones de ese sobresaliente ámbito, sufragando el costo de dicho servicio.
 
Lo que se ve
 

La violencia, los elevados niveles de inseguridad y la impunidad ante constantes agresiones contra la colectividad, constituyen los argumentos fundamentales que están originando el bloqueo de carreteras y vías de comunicación en lo general, por parte de núcleos de ciudadanos que muestran su repudio e inconformidad, su hartazgo ante un panorama de notoria y riesgosa inseguridad, hechos negativos que se confirman con la elevada cifra de asesinatos, asaltos, secuestros y extorsiones, mismos que se registran tanto en tierras veracruzanas como en muchos otros puntos del país.
 
El bajo nivel de seguridad constituye un panorama que persiste en el territorio mexicano, renglón en el cual la creación de organismos como la Guardia Nacional, no han resultado eficiente para que la actividad delincuencial se reduzca, tropiezo gubernamental que es considerado como uno de los compromisos gubernamentales incumplidos, pese a ya encontrarnos en el cuarto año del sexenio identificado como de la cuarta transformación.
 
Lo que se oye
 

Muchos coinciden en que seguramente (ante los resultados de ayer) seguramente disminuirán las ocurrencias en los marcos de la Cuarta Transformación, ya veremos cuál será el nuevo derrotero en las oficinas gubernamentales.