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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Metamorfosis hacia violencia
Alfredo Ríos Hernández
6 de mayo de 2022
alcalorpolitico.com
*La pirotecnia ruidosa
*Denunciar a nuestro hijo
*Tiempo controversial
 
En distintas etapas de mi existencia (desde estudiante de primaria), registré la oportunidad de vivir en la bella y entonces pacífica ciudad de Xalapa, capital veracruzana que siempre me pareció de maravilla, no sólo por representar la cúpula del poder ejecutivo, legislativo, judicial, religioso y educativo, sino que salvo las manifestaciones del sector educativo estatal, del campesinado y de núcleos laborales de toda la entidad, nuestra capital veracruzana no registraba escenarios de elevado nivel delincuencial.
 

No faltarán millares de veracruzanos que coincidirán con tal panorama, pero al mismo tiempo con el criterio actual de que los escenarios que en tiempos actuales privan, en nada nos podrían enorgullecer, en nada nos podrían originar tranquilidad, en nada se podría decir que “la ciudad de la neblina” (la que también ya se extinguió) sigue siendo ejemplo de vida y de prestigio por sus elevados niveles de seguridad, a lo que se agregaban precios accesibles en todo, incluyendo el hospedaje.
 
Ciudad de ínfima actividad criminal fue la de mi niñez y mi adolescencia, incluso ya casado y con hijos, Xalapa se distinguía por sus singulares niveles de seguridad y, obviamente, su baja actividad delictiva... En Xalapa estudiaron mis tres hijos la carrera profesional y posteriormente trabajaron y nunca afrontaron una situación de amago delincuencial, es por ello que la interrogante obligada resulta ser: ¿Qué nos pasó y nos sigue pasando? en Xalapa, en el puerto de Veracruz, en Córdoba y Orizaba, en Papantla, Minatitlán y Coatzacoalcos y prácticamente toda nuestra Entidad, incluyendo a la entonces próspera región norteña, que de aquellos niveles de seguridad, libertad, confianza y sensación de bienestar, hemos pasado hacia el lado más obscuro de nuestro transitar.
 
La carga de consciencia la cargamos en nuestras espaldas los jóvenes de ayer, hoy convertidos en ancianos, porque recibimos al arribar a la mayoría de edad una Entidad que la transformamos de “segura” en “más o menos segura” y ahora nuestra descendencia (y muchos de los viejos) la hemos “transformado” como lo refería “Jesús de Galilea” en “Cueva de ladrones”... A lo que se agregan rufianes de elevada peligrosidad, lo que obviamente es el resultado de la descomposición social, tema sobre el cual, las generaciones de nuestros tiempos hemos fracasado.
 

Pero indudablemente son nuestras instituciones gubernamentales las mayormente responsables, por arriba de los adultos mayores que en muchos espacios no somos ajenos a ciertos rangos de responsabilidad, lo que por lógica nos habla de una descomposición social que cupularmente anidó primeramente en los niveles de ineficacia, e incluso colusión claramente estimulada en ámbitos de seguridad pública, e incluso en los de la administración gubernamental, referencias que conforme avanzan evaluaciones y análisis serios, dejan en claro que la corrupción e ineficacia en espacios gubernamentales, van de la mano de los alarmantes niveles delincuenciales que en fechas actuales hunden al país en la desesperanza y el temor.
 
Miedo es lo que priva entre los diversos sectores de la población invadiendo los núcleos familiares, tal es la realidad incluso en la misma capital del Estado de Veracruz, referencias altamente negativas que se extienden de norte a sur de nuestras tierras, escenarios que no resultan ajenos a la gran mayoría de habitantes del territorio nacional... Qué terrible metamorfosis socioeconómica y moral, es la que estamos afrontando prácticamente en todo el territorio nacional.
 
Lo que se lee
 

Más terrible que “la pirotecnia ruidosa” que se generó en Xalapa, por la que ahora se pretende el sancionar o ridiculizar al sector sacerdotal, escenarios que de alguna forma constituyen “usos y costumbres”... Los funcionarios públicos deberían de reflexionar lo lamentable que resulta el repiqueteo (no de campanas, no de fuegos artificiales) sino originados por ráfagas de balas que con recurrencia se advierten en los municipios veracruzanos, originando víctimas que siembran luto y angustia entre la población, escenarios que lamentablemente se están arraigando en tierras mexicanas, precisamente porque las autoridades no se concentran en los reales problemas que en materia de seguridad afrontan veracruzanos, así como mexicanos en lo general.
 
Recuerdo a un maestro (por cierto jalapeño) que nos refería que de siempre, para cultivar y arraigar costumbres de rangos fructíferos, sería preferible centrar las polémicas sobre lo que nos divide, pero con la intención de coincidir con lo que nos unifica, espacios que nos convierten en una colectividad mayormente sólida y, por lo mismo, mayormente poderosa.
 
Lo que se ve
 

De acuerdo a los usos y costumbres de los mexicanos y, en lo particular de los veracruzanos, no dejarán de reflejar rasgos de polémico desacuerdo las nuevas intenciones gubernamentales, con las que se pretende que todo padre o madre, e incluso hermano, que se atreva a no declarar ante las autoridades, la responsabilidad de sus hijos, hermanos o familiares en lo general, en relación a delitos contra mujeres, incluyendo feminicidios, serán considerados como “fuera de la ley” y, por lo mismo, podrán ser sometidos y encarcelados para ser procesados “como encubridores”.
 
El anuncio sobre estas posibles medidas incuestionablemente habrán de levantar revuelo, sobre todo en lo referente a que “un carnal” se presente ante al Juez para denunciar a su hermano o su padre, e incluso a su hijo, escenario indudablemente preñado de complejidades.
 
Ya veremos en qué termina la historia.
 

Lo que se oye
 
Pareciera que podría ser la reforma educativa y su tendencia populista, la gota que pudiera derramar el vaso para que en los ámbitos intelectuales y del propio sector magisterial, se redoblen sus voces de inconformidad y profundo desacuerdo, mientras que analistas sobre dicho escenario, advierten que podría tratarse “de la trampa distractora” más espectacular que se ha diseñado al interior de la Cuarta Transformación.
 
Sea lo uno o resulte lo otro, la realidad es que dicha propuesta siembra preocupante inquietud en el seno del contexto social, lo que por razón natural, no pronostica tiempos sin tormentas socio-políticas.
 

Es casi un hecho que el tema educativo en referencia, habrá de atraer la atención de amplios y elevados especialistas en dicho renglón, cuyas opiniones regularmente develan entre el colectivo mexicano lo que podría ser negativo o positivo, los vientos ya señalan días de agudas controversias... Ya veremos.