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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Reto de la transformación
Alfredo Ríos Hernández
2 de julio de 2019
alcalorpolitico.com
*Generó rechazo electoral
*Ya urge un golpe de timón
*El desempleo y violencia
 
Mientras muchos festinan “los avances de la Cuarta Transformación”, como sucedió ayer en La Plaza de la República en un acto para “celebrar” el triunfo electoral registrado hace un año por el ahora Presidente de México, don Andrés Manuel López Obrador, los números siempre fríos y ajenos a cualquier escenario festivo, refieren que de 6.3 millones de veracruzanos mayores de 15 años en edad de trabajar, escasamente un poco más de 3.3 millones de ése referido sector, se encontraban económicamente activos de los inicios del año al mes de marzo, lo que refiere por lógica que tres millones de jóvenes se encuentran desempleados en tierras jarochas, datos que están confirmados por las autoridades laborales y que, por sus propias características, refieren el drama que angustia a la colectividad veracruzana.
 

Claro que nadie podrá referir y acusar que tales escenarios constituyen yerros del actual gobierno estatal y federal, en materia de estimulación para la creación de fuentes de empleo, porque el problema refleja obvios orígenes en años atrás, panorama que constituye precisamente una de las causas por las que los electores, hace un año, decidieron con notoria mayoría dar un “golpe de timón”, para dejar sin oportunidad de gobernar a Veracruz y al país a candidatos propuestos tanto por los rojizos como por los azulados.
 
Han asegurado los que saben mucho de éstas cosas electorales, que Don Andrés Manuel López Obrador en los ámbitos nacionales y, don Cuitláhuac García Jiménez, en lo relativo a tierras veracruzanas, iniciaron como candidatos a la Presidencia de la República y la gubernatura de Veracruz, con el “campo electoral” cultivado en su favor desde tiempo atrás, cultivo y abono que con anticipación procuraron las anteriores administraciones federales y estatales.
 
No son pocos los que sentencian que el triunfo “morenista” en varias entidades del país y en la Presidencia de la República, se debe fundamentar más en el hartazgo de la mayoría de la población, que en los discursos propuestos por los candidatos “morenistas”, hecho que incluso lo referían las encuestas, por vía de las cuales ya se percibía la posibilidad de “un golpe de timón” en los mares de la administración pública nacional.
 

El hecho deja en claro, por las propias características en referencia y porque, pese a las respuestas y exposiciones no del todo sólidas expuestas por el entonces candidato Andrés Manuel López Obrador, en los diversos debates escenificados en el transcurrir de la campaña, el puntaje en su favor se incrementaba en las encuestas y de la misma forma se incrementaban los asistentes a sus mítines, características que, irremediablemente, terminaron por reflejarse en las urnas electorales el día de los comicios de hace un año.
 
El sentimiento de claro distanciamiento entre los electores y los partidos políticos que representaban el mayor peso en materia electoral en el país, como se “podría” calificar al PRI y al PAN, quedó reflejado y registrado formalmente el día de las elecciones federales del año pasado, con un sufragio contundente que le otorgó a los mandos de Morena los rumbos de la República Mexicana, referencia que se confirma con la mayoría tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado de la República, al tiempo que Andrés Manuel López Obrador recibe la Banda Presidencial y, en el caso de Veracruz, el también morenista Cuitláhuac García Jiménez, es electo como Gobernador de los veracruzanos.
 
Y es que los yerros de las administraciones estatales y federales anteriores, se reafirman con hechos como las referencias del desempleo en Veracruz citados líneas arriba, que corresponden a cifras del presente año pero que inocultablemente constituyen, por decirlo así, polvos de aquellos lodos, los cuales originaron hace un año el triunfo electoral que constituyó un golpe de timón que cambia el rumbo, hecho que ha resultado en ciertos círculos preocupante, por los estilos y variaciones en objetivos que siembran polémicos desacuerdos.
 

Así las cosas, hoy Veracruz afronta un agudo nivel de desempleo que, obligadamente y de manera eficaz, debe ser atendido tanto por las administraciones municipales, como por las estatales y federales.
 
Sobre el delicado tema de aguda escasez de fuentes laborales, deben redoblarse esfuerzos en los municipios para que, conjuntamente con el sector privado y las autoridades estatales y federales, se apliquen los programas que sean necesarios, para que de manera eficiente se estimule a inversionistas veracruzanos, así como de todo el país e incluso del extranjero, ofertando oficialmente garantías en bien del desarrollo empresarial, al tiempo de programar y ejecutar promociones atractivas, tanto al interior como hacia el exterior del país, que permitan despertar la atención de inversionistas en tierras veracruzanas.
 
Debe tenerse muy claro, tanto en el sector oficial como en el empresarial, que para lograr recuperar a Veracruz de los elevados índices delincuenciales, que incluso nos refieren con índices negros muy superiores a otras entidades del país, no sólo se requieren de cuerpos de seguridad y de administración de justicia que cumplan claramente con su cometido, sino que de la misma forma se debe incrementar el índices de desarrollo y crecimiento laboral, los cuales deben ser notoriamente superiores a los que lamentablemente hoy reflejamos, como un territorio donde las oportunidades laborales, en lugar de incrementarse, se han reducido proporcionalmente de manera dramática.
 

Ya veremos si, sobre el delicado tema, en tierras veracruzanas la “Cuarta Transformación” cumple realmente con ese angustiante y urgente cometido… Ahí la dejamos.
 
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