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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Vientos nuevos parecen viejos
Alfredo Ríos Hernández
24 de julio de 2019
alcalorpolitico.com
*Van despacio en el palacio
*Epidemias que desgastan
*Lo que destruye a un país
 
Varías podrían ser las causas que están originando no sólo desilusión en diversos sectores veracruzanos, sino incluso preocupación en torno a los resultados que, hasta el momento, refieren los programas, políticas y acciones del engranaje administrativo federal identificado como la “Cuarta Transformación”, estandarte recientemente elevado y encabezado por el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, motor incuestionable en la conformación del Partido MORENA, que hoy detenta las riendas de la administración pública nacional, así como en su caso el Gobernador del Estado de Veracruz, en tanto que las tierras jarochas ejerce el poder un mandatario también con filiación “morenista”, tal como lo es Cuitláhuac García Jiménez.
 

Así las cosas, nadie podrá referir con argumentos realmente sólidos, que Veracruz no se encuentra firmemente entrelazado por los nuevos vientos que rigen los destinos de la administración pública nacional, mucho menos si ha ello se suma que el Congreso del Estado también es dominado por mayoría “López-Obradorista”, al tiempo que en diversas ciudades destacadas como la propia ciudad de Xalapa, los rumbos municipales son presididos por alcaldes de tonalidades morenistas, escenarios que por sí mismos refieren un irrefutable ámbito de tendencias y controles políticos-partidistas, obviamente “facilitadores” para que programas y objetivos gubernamentales se conformen con celeridad y efectividad en tierras veracruzanas.
 
Pero tal parece que el viejo (pero no desgastado) criterio de que “los cosas en palacio van despacio”, concepto que de mucho tiempo atrás ha privado sobre el “tortuguismo burocrático y gubernamental”, nuevamente refiere sus efectos ahora en los marcos de la Cuarta Transformación, en donde reclamos prioritarios para el bienestar de la población y, contundentemente determinantes para desarrollo comercial, agrícola, ganadero, industrial y todos los demás que usted sume, no han sido realmente atendidos con la eficacia que reclaman las circunstancias, tal como lo es el tema de la violencia y la inseguridad, epidemia que desgasta la tranquilidad de la sociedad por entero y que está generando no sólo llanto, dolor y luto, sino signos de una debacle socio-económica que nos coloca en el abismo del quebranto financiero y el estancamiento en el desarrollo integral.
 
Hoy los veracruzanos como muchos otros mexicanos en diversas regiones del país, no advierten síntomas de reducción en renglones como el desempleo, el deterioro agropecuario, la parálisis que estanca el crecimiento industrial, efectos todos ellos que registran secuelas negativas en círculos comerciales y que, al final del día, impactan con rangos severos a las clases mayoritarias del sector popular tanto de Veracruz, como del territorio nacional en lo general.
 

Todos los días en “Las mañaneras” a nivel federal y en los apuntes oficiales en ámbitos estatales y municipales, se registran compromisos y variadas propuestas, como lo ha sido la Guardia Nacional, sin que con el transcurrir del tiempo aprecie la ciudadanía resultados concretos y, sobre todo, que por sus efectos sembraran aliento de que estamos alcanzando objetivos satisfactorios, en lo relativo a seguridad para restaurar la tranquilidad social.
 
Pero debe comentarse con claridad, que el pueblo de México y en lo particular el Veracruzano, persiste en mantener elevados niveles de aceptación en torno a la Cuarta Transformación, no equiparables al inicio del sexenio pero que, su decremento, no resulta significativo como para describir una debacle del “morenismo” en materia de popularidad.
 
Así las cosas, al final del séptimo mes de la actual administración federal y, en el caso específico de tierras veracruzanas, las polémicas en torno a la administración estatal y federal se han incrementado, como nunca antes en la historia moderna del país, lo que hace persistir ciertos niveles de incertidumbre sobre el futuro inmediato de la economía nacional, así como del bienestar de los veracruzanos en lo general… Ya veremos.
 

LO QUE SE LEE
 
Que en la entrada de una Universidad en Sudáfrica está el siguiente mensaje para la reflexión de los estudiantes:
 
*Para destruir a una nación no se requiere de bombas atómicas o misiles de largo alcance.
 

Solo se necesita bajar el nivel de educación y permitir que se copie en los exámenes.
 
*Pacientes mueren en manos de tales doctores.
 
*Edificios colapsan en manos de tales ingenieros.
 

*Dinero es perdido en manos de tales economistas y contables.
 
*Humanismo muere en manos de tales religiosos.
 
*La justicia muere en manos de tales jueces.
 

“EL COLAPSO DE LA EDUCACIÓN… ES EL COLAPSO DE LA NACIÓN”
 
Ahí la dejamos.