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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Clamor en la Huasteca
Alfredo Ríos Hernández
6 de septiembre de 2019
alcalorpolitico.com
*Agua reclaman serranos
*Depredación el pecado
*Alcohol para los jóvenes
 
En varios municipios de la región norte veracruzana, identificados como zona de La Huasteca, se ha referido por parte de sectores oficiales y de la propia población, elevada preocupación ante problemas por escasez de agua, escenarios preocupantes que incluso podrían dar paso en un futuro muy próximo a una alerta generalizada, en tanto que el problema en lugar de disminuir tiende a extenderse hacia mayores dimensiones.
 

Y es que son muchos los factores que influyen de manera nociva en materia de agua apropiada tanto para la población, como para la producción agrícola, avícola y ganadera en lo general.
 
El cambio climático no es un efecto de origen natural, porque actualmente todos los países del mundo tienen claro que los daños al ecosistema, que irrumpen en contra de elementos determinantes para nuestro bienestar y nuestra sobrevivencia, son precisamente causados por los excesos, indolencia e irresponsabilidad generalizada de todos los pueblos y países.
 
Los plásticos, los químicos para combatir plagas, los gases tóxicos que constantemente arrojamos a nuestros entornos con el uso de automotores, embarcaciones y naves aéreas; las plantas industriales que por millones persisten envenenando el medio ambiente, los desechos que por vía de drenajes e incluso a cielo abierto entregamos cotidianamente a nuestros subsuelo y ya no se diga a ríos, lagos, arroyos y mares, agregando a todo ello basura por doquier, que contamina tierras, aguas y el medio ambiente en lo general, todo ello sumado a las experiencias químicas utilizadas como armas de guerra con rangos nucleares, forman parte de los caballos apocalípticos anunciados en las profecías desde siglos atrás.
 

Por el uso incorrecto de plásticos como lo que podríamos considerar a las inofensivas y de enorme utilidad bolsas de plástico, hoy una enorme extensión de aguas del mar se encuentra en franco proceso de degradación, hecho que incluso daña cotidianamente la fauna marina, referencias de un crimen en contra la naturaleza en lo general, que se debería calificar como un suicidio de la humanidad.
 
Así las cosas, extraño sería que en pueblos y altas regiones del mundo, no existieran apuntes de rangos apocalípticos, como cuando nos referimos a la Huasteca Veracruzana, que fuera uno de los vergeles de América, que incluso de muy joven alcancé a recorrer y maravillarme de la imponente vegetación que resultaban en algunos puntos un regalo nuestros ojos.
 
Hoy hablamos de pastizales y cultivos agonizante, de plantíos quebrantados e incluso de ganado que muere o peligra porque cada día el agua e incluso la humedad es menor.
 

Los declives en la riqueza de nuestro habitat, no serán nunca sólo culpa de quienes nos gobiernan, claro que ellos también son y han sido responsables, pero la culpa es de la sociedad en lo general, la culpa se encuentra alineada hacia una irresponsabilidad colectiva, porque la cultura para la protección de nuestro habitad la arrojamos a los archivos de la burocracia y, paralelamente a ello, nos convertimos incluso sin percibirlo en depredadores de nuestro propio tesoro ecológico.
 
Ya en mi edad mayor, reflexiono con frecuencia que la naturaleza siempre ha sido perfecta, que en lo único que no acertó fue en las características y condiciones del ser humano, la joya de ese mundo de perfección, de pesos y contrapesos dotado de inteligencia y capacidades sin igual, pero que en ese contexto de características de privilegio olvidamos nuestro origen e incluso equivocamos nuestros fines, para transformarnos en los más incontenibles depredadores que, por lo mismo, hemos y seguimos atentado contra nuestro propio habitad… ¿Hasta cuándo se corregirá el sendero?...    
 
LO QUE SE LEE
 

Resulta incuestionable que los escenarios de la descomposición social en México, han pasado en las últimas tres décadas, de ser preocupantes al rango de alarmantes, marco por el cual en los días actuales se emprenden campañas para sembrar el criterio entre la juventud veracruzana y de todo México, refiriendo que bebidas con contenido alcohólico no deben de consumirse sino hasta después de haber cumplido 25 años de edad, apuntándose en ese contexto los enormes problemas que se originan tanto en la definición de la personalidad, como en lo referente al desarrollo físico apropiado de quienes conforman las nuevas generaciones.
 
E incluso especialistas en la materia, coinciden en que el consumo de alcohol “a temprana edad”, no sólo origina estelas difíciles de superar en la personalidad de los jóvenes, sino que daña de manera significativo el desarrollo físico y mental, en quienes se convierten en consumidores frecuentes de bebidas embriagantes.
 
Difícil tarea tienen ante sí, todos aquellos que se han sumado a campañas para estimular objetivos que disminuyan el consumo de bebidas embriagantes, primordialmente porque el proceso adictivo en éste renglón y sector, ha sido calificado como uno de los de mayor complejidad para lograr contenerlo, por sobre los beneficios que ello originaría en favor de la sociedad y del país en lo general… Ahí La dejamos.