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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Carreteras ensangrentadas
Alfredo Ríos Hernández
6 de marzo de 2020
alcalorpolitico.com
*Los acosos magisteriales
*Barreras infranqueables
*El avión y la ludopatía
 
El asesinato de un policía federal, a la altura de la caseta de peaje de “La Esperanza”, hechos que se registraron ante la irritación de la comunidad de esa zona por el asesinato de un habitante de la región, refiere con claridad no sólo la elevada irritación que priva entre la colectividad por los insoportables niveles de inseguridad, ámbitos que de manera cotidiana privan en esa vía de comunicación, ya considerada como una de las más peligrosas del país, pero al mismo tiempo el sangriento hecho, de igual forma refleja los índices de significativa desconfianza de la población hacia las autoridades.
 

La ejecución a golpes de un miembro de las fuerzas federales de seguridad, debe ser calificada como una acción que a más de aberrante y cruel, debe calificarse como un reflejo claro y contundente, en el sentido que, el tema de la inseguridad se ha salido totalmente del control de las autoridades tanto federales, como estatales y municipales, situaciones que incluso están originando aberrantes ejecuciones, por parte de la ciudadanía, que toman como responsables a integrantes de las fuerzas responsables de brindar seguridad a la sociedad en lo general.
 
Los escenarios que refieren actitudes de venganza enmarcadas en ámbitos de la barbarie, como lo es el caso que hoy nos ocupa, en nada tienen que ver con las aspiraciones de paz y tranquilidad que la mayoría del pueblo mexicano reclama en todos los ámbitos del país, porque las voces de las mayorías demanda que las autoridades cumplan con la misión que tienen asignada, para garantizar en el territorio nacional la paz que hemos perdido, pero nunca en los marcos de la demanda de seguridad, bienestar y obviamente freno a la actividad delincuencial, el pueblo de México plantea el linchamiento ni de los delincuentes y mucho menos de integrantes de las fuerzas seguridad.
 
En todos los ámbitos de la actividad al interior del conglomerado social, el reclamo es que se frenen los asaltos, las extorsiones, los secuestros, los cobros de piso y los asesinados, escenarios con índices de angustiante frecuencia han trastocado de manera dramática la sensación de seguridad de la población en lo general.
 

El pueblo en su conjunto exige y, ciertamente con niveles de marcada energía e incluso con tonalidades altisonantes, que es resultado de la indignación generalizada, reclama se frenen los escenarios delictivos, al tiempo que se proceda conforme a la Ley en contra de quienes son copartícipes de actividades delincuenciales, incluso si así fuera el caso, se proceda contra integrantes de cuerpos de seguridad, que traicionando su cometido, actúan como aliados de la delincuencia... Pero en ningún caso se escuchan voces reclamando la aniquilación sin ton ni son, sino que el llamado de restaurar la paz en el país, es con apego a las leyes que nos rigen, así como en coincidencia con los reglamentos y procedimientos que para el caso norman la actuación de los cuerpos de seguridad.
 
Quienes amotinados y enfurecidos en los marcos de turbulentas y criminales asonadas, escenifican ejecuciones fatales, ya no sólo de un supuesto criminal, sino de un miembro de las fuerzas de seguridad, argumentando que ello constituye una sentencia ciudadana por no cumplir con frenar la delincuencia, quienes forman parte de tales escenarios, incuestionablemente se suman a los mismos ámbitos de los criminales que dicen combatir.
 
De hecho, con el linchamiento a golpes de un miembro de los cuerpos de seguridad nacional, registrado ayer en la carretera entre Córdoba y Puebla, no sólo se incrementa el número de asesinatos en nuestras tierras, sino que paralelamente a ello también se incrementó el número de criminales en libertad y, un panorama de tales dimensiones, es lo que nunca debería registrarse en el territorio nacional...
 

Tranquilidad, ecuanimidad, sentido común y confianza en las instituciones, se están ausentando del país paralelamente al incremento delincuencial, ya es tiempo que los responsables de proteger y estimular senderos de paz y prosperidad, respondan con mayor eficacia y prontitud al sacudimiento de la violencia que invade al país y que, cotidianamente siembra perturbación en amplios sectores de la colectividad en lo general.
 
LO QUE SE LEE
 
Quienes en últimas fechas han difundido que los jóvenes estudiantes en la Riviera Veracruzana (conformada por los municipios de Veracruz, Boca del Río y Alvarado) que han referido el acoso sexual que algunos maestros han practicado en contra de adolescentes, constituye un reflejo no sólo de valentía por parte de los estudiantes, sino también un reflejo de la realidad que desde años atrás ha privado en esos ámbitos porteños, incuestionablemente abordaron un tema que se mantenía oculto pese a las dimensiones que por los testimonios difundidos, obligan a que las autoridades competente profundicen en el caso y apliquen con propiedad y equilibrada justicia, los procedimientos a que haya lugar, originado con ello un antecedente que, por sus propias dimensiones, evite el que se registren escenarios similares tanto en el presente como en el futuro, no sólo en la bella zona costera, sino en otros puntos de las extensas tierras veracruzanas.
 

LO QUE SE VE
 
De acuerdo a lo que se registra tanto en medios de comunicación como en los ámbitos ciudadanos, El Paro Nacional de las Mujeres Mexicanas, listo para ejecutarse el próximo lunes nueves de marzo, está atrayendo la atención de la mayoría de los medios de información del mundo entero, escenario que por la trascendencia que anticipadamente refleja, lo mismo que por las características que privan en torno a tales determinaciones, podría transformarse en un “parteaguas” en la vida pública de México, donde aún privan atavismos que han frenado el desarrollo integral de la colectividad, con ciertos rasgos de limitantes impuestas al sexo femenino en diversas actividades, tanto del sector público, como del ámbito privado, incluyendo efectos en tal sentido en los ámbitos laborales, en los cuales, aún privan barreras consideradas como infranqueables para las mujeres.
 
Incuestionablemente: “Un Día sin Mujeres” marcará una nueva historia en los anales de la República Mexicana.
 

LO QUE SE OYE
 
Apegados a las clásicas referencias que enmarcan la picardía como parte esencial de los diálogos y comportamientos entre los mexicanos, ya se dice en distintos sectores de la población, que la venta de boletos para el sorteo del avión presidencial, supuestamente se ha programado para iniciarla el próximo lunes nueve de marzo, para que coincidiera precisamente con el día señalado para el Paro Nacional de las Mujeres, decisión que según se comenta en los marcos de la picardía, se ha tomado porque muchas mujeres son las que gustan de los juegos de azar, por lo que no podrán resistir la tentación de salir a la calle para comprar un boleto de los que pondrá a la venta la Lotería Nacional... O sea, la ludopatía podría vencer el reto del paro nacional de las mujeres y ponerla en actividad, rompiendo con ello la determinación de simple y sencillamente no hacer nada, ni en el hogar, ni en la calle... Usted que opina al respecto.