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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Templos y aglomeraciones
Alfredo Ríos Hernández
23 de marzo de 2020
alcalorpolitico.com
*Pandemia y... sin agua
*Ineficacia en seguridad
*Productividad es el reto
 
En El Vaticano, santa sede de los millones de católicos en el mundo, las puertas del balcón papal, que es el sitio que registra tanto presencialmente como por vía de los sistemas de comunicación mayor número de espectadores en todo el globo terráqueo, en los últimos días sólo se abrió unos minutos, ello por instrucciones del Papa Francisco, gráfica que dio la vuelta al mundo por conducto de los medios de comunicación, en la que se aprecia al Sumo Pontífice bendiciendo una plaza en total y absoluta soledad...
 

He tenido la oportunidad de encontrarme en tales espacios, preñados de historia, de solemnidad, de belleza y de esperanzas de paz y bienestar por parte de millones de habitantes del mundo, pero en éstos días y por decisión directa del Papa Francisco, La Plaza de San Pedro se encuentra en absoluta calma, totalmente solitaria, resultado del apego a instrucciones y a lo que resulta recomendable, que equivale a lo instruido por la ciencia médica, en el sentido que ante la presencia de una pandemia lo menos aconsejable es que se efectúen reuniones de personas en un mismo espacio, tanto así que incluso los bancos han limitado casi al extremo el número cuentahabientes dentro de sus oficinas, al tiempo que los supermercados refieren una impensable reducción de consumidores.
 
Ante tales escenarios, resulta lógico el que algunos lectores me envíen mensajes preguntándome, el por qué en las iglesias veracruzanas se sigue invitando a presenciar la celebración de lo sacramental, lo que, incuestionablemente contraviene la recomendación científica de que se evite estar presente en puntos dónde pudieran encontrarse significativo número de personas.
 
He comentado en diversas ocasiones que parte de mi vida transcurrió en internados confesionales, en ellas también escuchábamos a los sacerdotes que fungían como nuestros maestros y guías, referir la narración de las terribles pestes que asolaron a la humanidad, incluso uno de nuestros maestros apuntaba en latín una expresión que sentenciaba: “Después de la fiesta... Viene la peste”.
 

“Las pestes” y sus terribles efectos lo tienen muy claro quienes predican la palabra de Dios, porque forman parte de los contextos bíblicos y religiosos en lo general, y, ciertamente la celebración de los sacramentos constituye un renglón primario e incluso cotidiano para muchos creyentes, pero en verdad actualmente existe un riesgo que no sólo se hace presente por el contacto, sino incluso por encontrarnos en los entornos de alguien, que podría ser un creyente o incluso un ministro religioso, que sin tener conocimiento de ello sea portador del coronavirus que hoy nos deja sentir sus espantosos efectos en numerosos países de todo el orbe, obviamente sin excluir a nuestro país.
 
Estamos en México y específicamente en tierras veracruzanas, muy a tiempo de asumir las decisiones y acciones que son aconsejables ejecutar por parte de los especialistas en renglones de salud, evitemos el exceso de confianza y actuemos en los marcos de lo que refieren los especialistas, quienes vienen insistiendo en que salgamos de casa lo menos posible, al tiempo de evitar todo tipo de aglomeraciones, en incluso de reuniones entre amigos, como parte vías apropiadas para reducir las posibilidades de contagio, en esos marcos, brindémonos fraternalmente la paz respetando las distancias y escenarios que indica la ciencia médica... Debemos tener perfectamente claro, que no es tiempo de retar las dimensiones de la pandemia que ya se desarrolla entre nosotros, que ya cobra víctimas en nuestros entornos y sus efectos refieren dolorosos escenarios de fatalidad... Cuidémonos todos, que no está de más.
 
LO QUE SE LEE
 

Los recurrentes desabastos de agua potable que periódicamente se registran en incontable número de municipios del territorio nacional, incluyendo algunas áreas de tierras veracruzanas, escenarios que incrementan su complicación no sólo en tierras del son y la bamba sino en ámbitos nacionales, escasez que por sus efectos directos ante la pandemia que nos angustia, se convierten en hechos que deben originar acciones de respuesta rápida por parte de las autoridades, en tanto que la escasez de agua limita de manera notoria las prácticas de apropiada higiene personal, no sólo en casas particulares, sino en establecimientos y ciudades en lo general, situaciones que ante los problemas de salud que estamos afrontando, se convierten en panoramas de mayores impactos negativos, que podrían incidir en favor de la pandemia que ya recorre el territorio mexicano.
 
Pero a más de ello, ya es tiempo que en nuestro territorio se avance pero de manera notoria y significativa, en materia de servicios elementales para la población como lo son los de seguridad, los de salud y los de recolección de basura, así como apropiada dotación de agua incluyendo en ello niveles de calidad... Ya se verá si sobre un problema que va en crecimiento, logramos en los marcos de la Cuarta Transformación, senderos que refieran aciertos en beneficio de toda la sociedad tanto para el presente, como para el futuro.
 
LO QUE SE VE
 

Que integrantes de los cuerpos de Seguridad Pública del Estado de Veracruz, en los marcos de un operativo policiaco de elevada eficacia, lograron el rescate de varias personas secuestradas, así como la captura de parte de sus captores, hechos registrados en la región de las altas montañas veracruzanas, lo que por sí mismo refiere que los ámbitos centrales de tierras jarochas, constituyen uno de los de mayores riesgos por los elevados índices delincuenciales, motivo por el cual desde años atrás, se vienen diseñando y aplicando nuevos programas por parte de las autoridades municipales, estatales y últimamente federales, pero con resultados no del todo positivos, lo que obviamente afectan directamente a la población.
 
Debe quedarnos siempre presente que tales escenarios de terror, no son sino el resultado de la ineficacia en materia, tanto de apropiados programas para el desarrollo integral de los pueblos y ciudades, como las deficiencias que dan curso a la impropia administración de justicia y obviamente de mecanismos de seguridad, panorama que desafortunadamente no es nada nuevo ni en tierras veracruzanas ni el resto del país y que, por el momento, poco es lo que en esos rubros se ha logrado avanzar.
 
LO QUE SE OYE
 

Que la opinión generalizada dominante entre la ciudadanía es que de hecho, en México, se podría referir sin error alguno que somos agredidos por varias pandemias, la del coronavirus, la de la ineficacia en el renglón de servicios como el de la seguridad integral, así como la de recurrente recesión económica, que paralelamente a los daños que lastiman el desarrollo empresarial, otorga invariable curso hacia mayores niveles de desempleo y desesperanza, originando decrecimiento al poder adquisitivo de nuestra moneda.
 
Ni duda cabe, los reclamos de todos los sectores de la población “salvo escasas excepciones”, es que el país se reencuentre con programas que siembren bienestar y restablezcan el optimismo entre todos los círculos de la sociedad... ¿Lo podremos lograr en el transcurrir de la Cuarta Transformación o, fatalmente nos deberíamos de esperar a que sobrevenga la quinta?... Ahí la dejamos.