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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Roto el molde Neoliberal
Alfredo Ríos Hernández
6 de abril de 2020
alcalorpolitico.com
*Corrupción: Peste mexicana
*Riesgos de una recesión
*No apostarle al fracaso
 
Para muchos especialistas, México se encuentra cada día más cercano a claros rangos de recesión económica, apuntes que se sostienen con cifras decrecientes en su economía en lo general, tanto por efectos de la improductividad interna, como por el resultado de la inestabilidad financiera internacional, agudizada en las últimas semanas por la presencia del coronavirus, que ha originado profunda preocupación en los marcos internacionales de la economía.
 

Y el propio presidente mexicano en su informe rendido a la Nación ayer por la tarde, anotó que aparejado con la pandemia del coronavirus, escenario que incuestionablemente afecta a las finanzas internacionales, a lo que se suma el significativo desplome en el precio del petróleo, lo que obviamente representan rangos negativos en las finanzas públicas mexicanas, pero que, en opinión del mandatario nacional, “la honorabilidad y efectividad en el manejo actual de las finanzas públicas”, permitirá que aún con la depreciación en la cotización de nuestra moneda, el país esté en posibilidades de no incrementar la deuda pública, así como proseguir sin problemas en la construcción del aeropuerto de Santa Lucía, las refinerías para incrementar la producción de gasolina en el país, al tiempo de mantener e incluso fortalecer los apoyos económicos que se otorgan en los marcos para pensiones en beneficio de todos los adultos mayores, becas para apoyo de niños y niñas, escenarios en los cuales se logra garantizar a todos los mexicanos el derecho a la salud, todo ello en los ámbitos de reformas que califica “como las reformas más importante de los últimos tiempos en el territorio nacional”, porque se busca rescatar de la marginación a los sectores más pobres, más desamparados y necesitados del país, al tiempo de fomentar con programas especiales la creación de empleo, todo ello sin aumentar impuestos, ni decretar gasolinazos.
 
Antes –dijo- se pedía al pueblo apretarse el cinturón, ahora es el Gobierno el que se aprieta el cinturón abriendo mayores apoyos para el pueblo
 
De igual forma anunció que se bajarán altos y por lo mismo impropios sueldos de funcionarios y se eliminarán los fastuosos aguinaldos en el sector público de primer nivel, al tiempo que se reducirán gastos de operación, así como se procederá a la venta de todos los bienes incautados a delincuentes y funcionarios, para destinar tales recursos en apoyo a programas sociales en beneficio de la colectividad.
 

El Mandatario del país brindó un agradecimiento público a todos los empresarios por asumir medidas de solidaridad con sus trabajadores, apoyándolos para afrontar los complejos tiempos originados por la pandemia que amenaza al mundo entero, agregando de inmediato que con rangos de notoria energía, la advertencia “de no apostar al fracaso” de la Cuarta Transformación, porque será derribado el coronavirus y el país “seguirá de píe avanzando hacia el desarrollo integral”.
 
Reafirma nuevamente el presidente que el modelo neoliberal “engendra desigualdad y pobreza”, por lo cual en su administración ya fue roto el molde, porque “propiciaba más corrupción y mayor pobreza”, por lo que en la actualidad se registra mayor inversión pública, empleo pleno y honestidad con austeridad republicana, destacando que por nada se regresará al pasado.
 
Refirió el Presidente López Obrador, que los neoliberales practicaron invariablemente En México (en el transcurrir de los últimos sexenios) el establecimiento de impropios y no correctos “beneficios fiscales” favoreciendo a núcleos de poder económico, al tiempo de eliminar la seguridad social en perjuicio de los más pobres y desvalidos, refrendando el actual presidente de los mexicanos “que esos tiempos ya no existen”... “Que esas recetas ya no tienen vigencia”, porque ahora lo primero es el bienestar del pueblo y después lo mismo, nunca más tendrá vigencia la corrupción y el saqueo.
 

Al cerrar su intervención se refirió a la figura de Simón Bolívar, refiriendo que el concepto bolivariano de que la esperanza es como el bien, “que si no existiera habría que inventarla”, cerrando López Obrador su intervención al referir “muy pronto invitaré al pueblo de México para darnos abrazos sin miedos ni temores, para seguir siendo libres, prósperos, fraternos y humanistas”.
 
Incuestionablemente el discurso presidencial de ayer, ratifica la personalidad, las intenciones y las políticas que han distinguido en el Palacio Presidencial al actual Mandatario de la Nación, Andrés Manuel López Obrador, sin lugar a dudas muchos fueron los que de alguna forma pudieron haber adelantado vísperas pensando que, sería un mensaje mayormente inclinado a desgastar entuertos entre sectores y referir una nueva visión de la actual Presidencia sobre el país, ello ante hechos fuera de serie como la pandemia que deambula sobre el territorio nacional, que preña de angustiante desconcierto a la población y que ha dañado severamente, tanto al sector empresarial como a la población en lo general.
 
Sin embargo, se podría decir que el Presidente “resultó” el mismo de antes de la pandemia e, incluso se podría referir que se advirtió sobrado de arrestos y argumentos para asentar, sin nimiedad alguna, que seguirá en su ruta, la que de acuerdo a sus apuntes le permitirá erradicar la pandemia tanto “del abuso de poder” en contra de la economía nacional, como de “la cimentación de una cuarta Transformación” que induzca al país hacia una sociedad con “menores niveles de pobreza y con elevados rangos de justicias social”, todo ello agregado a superar en el tiempo apropiado los efectos del coronavirus que ha enclaustrado a la mayoría de los mexicanos.
 

El mensaje presidencial sin la presencia de aplaudidores, vuelve a ser catalogado no como un llamado de hacia la suma de esfuerzos, sino que se advierte como una clara y contundente ratificación de que las líneas o reglas (como usted las guste llamar) del Gobierno de la Cuarta Transformación, no cederán en ninguno de sus ámbitos, ni de rango social ni de rango económico, tanto así que los temas como el del polémico aeropuerto y todos los demás siguen en firme y sin variantes, al tiempo que se sigue acreditando a la incompetencia de anteriores funcionarios e incluso a la complicidad con núcleos de poder, tanto los niveles de elevada violencia como los efectos negativos en los marcos de la economía nacional... Como por ejemplo el que México es un país de pobres por las canonjías en los marcos del poder público hacia núcleos de poder económico, o sea, un resultado de colusión perversa entre ámbitos empresariales y sectores de la administración pública, incluyendo a los alcaldes, gobernadores, legisladores y obviamente funcionarios federales.
 
Está claro y seguramente para numerosos mexicanos, que si la Cuarta Transformación no varió su discurso de descalificación incluso en un mensaje presidencial en el marco de una pandemia de dimensiones preocupantes, no existen argumentos para suponer que más adelante pudiera registrarse un reacomodo, tanto en las formas de gobernar como en los estilos que caracterizan tradicionalmente al ámbito empresarial.
 
Viejos sabios podrían ante tales panoramas referir que si los hilos se reventaron y siguen igual... ¿Cómo entonces se podría retornar “al tejido fino”? para en medio de las desavenencias encontrar la forma de retornar al éxito en el telar...
 

Porque a más de ello quien gobierna, ayer mismo dejó asentado con notoriedad que: “Son más nuestras fortalezas que debilidades y flaquezas... La corrupción ha sido la más trágica y funesta de las pestes en el territorio mexicano, por lo que con toda certeza saldremos adelante de la actual pandemia”... Ahí la dejamos.