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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
¿Tren Bala para México?
Alfredo Ríos Hernández
25 de agosto de 2020
alcalorpolitico.com
*Cuitláhuac García en Córdoba
*Histórico y polémico Tratado
*Verdades de Dante Delgado
 
Desde que en Ferrocarriles Nacionales se procedió a la desactivación del sistema de transporte de pasajeros, en las rutas ferroviarias que cubrían importantes partes del territorio nacional, siempre hemos sostenido que tales determinaciones representaron no sólo la afectación de miles de trabajadores mexicanos, sino que limitó una de las vías de transporte tanto de carga como de pasajeros, cuya actividad favorecía los ámbitos económicos en lo general, en beneficio de amplios sectores de la población, mismos que aprovechaban el paso del ferrocarril y sus múltiples escalas para ofertan sus productos, tanto en lo relativo a los alimentos preparados, como un enorme listado de productos y artículos varios... Frescas verduras, quesos, dulces caseros, bisutería, lámparas, pañuelos, candados, herramientas, en fin, las estaciones del ferrocarril constituían no sólo un atractivo, cómodo y seguro sistema de transporte de carga y descarga, no sólo una vía para trasladar a pasajeros con elevados rangos de seguridad, que incluso tenían la opción de transbordar para abordar otras rutas, sino que a más de ello, la red ferroviaria constituía una notoria posibilidad para la compra y venta de productos, los que gustara el viajero, lo que favorecía notoriamente la subsistencia de miles de familias.
 

Y para aquel entonces, tanto cuando inicialmente las empresas ferroviarias formaban parte del sector privado, como posteriormente ya propiedad del Gobierno de México, el formar parte del personal de Ferrocarriles Nacionales de México, representaba un verdadero orgullo, así como la posibilidad de una vida digna para los integrantes de miles de familias mexicanas, familias que referían su enorme orgullo porque el Jefe de la Casa prestaba sus servicios en los ámbitos del “gusano de hierro”, primero arrastrado por esas hermosas máquinas que, en nuestra infancia, quedábamos extasiados al contemplar las gigantes nubes de vapor en sus entornos, al tiempo de escuchar el imponente y gigantes silbato operado con la fuerza del escape del propio vapor, al igual que constituía la energía de presión para la rotación de las ruedas de acero, girando sobre poderosos rieles...
 
Esas maravillas de máquinas de vapor que ahora ciudades como Orizaba y Córdoba presumen en monumentos, refieren toda una historia positiva para varias generaciones de mexicanos, desde aquellos tiempos de Maximiliano, así como posteriormente Benito Juárez y con mayor notoriedad Porfirio Díaz, pasando por el Presidente Lázaro Cárdenas del Río, que procedió a su nacionalización, hasta arribar a los gobiernos de Ernesto Zedillo Ponce de León que inició su desincorporación, para que posteriormente, en la administración presidencial de Vicente Fox Quesada, se procediera a su liquidación de manera total.
 
El apunte inicial viene en referencia ante la propuesta que en últimas fechas ha trascendido, en el sentido que existe un grupo de empresarios mexicanos interesados en restablecer en México el servicio de ferrocarriles para el traslado de pasajeros, primeramente entre La Ciudad de México y Querétaro, para luego ejecutar otras inversiones en distintos puntos del territorio nacional, pero ahora apegados a los tiempos de la modernidad, marcos en los cuales se refiere el afamado (pero ausente en nuestro país) “Tren Bala”.
 

Obviamente que el aporte de un nuevo sistema de transporte de alta velocidad, que un muchos países disponen, de alguna forma (o de varias) podría representar un paso gigantesco en materia de transportación terrestre, que de manera singularmente impactaría positivamente a los mexicanos y, obviamente otorgaría puntos en favor de quien nos gobierna, que ante la debacle económica, las temible actividad delincuencial y la elevada mortandad por los efectos pandémicos, requiere lo antes posible de buenas noticias, e indudablemente una red de “trenes bala” en el país, obviamente que representaría oxigenación para un México que en lugar de crecer y fortalecerse, por el momento refiere problemas económicos y sociales, que las actuales generaciones no recuerdan haberlas registrado, incluyendo a los de mayor edad.
 
Lo que se lee
 
Años tiene (o deberíamos decir décadas) que la región claramente conurbada que integran los municipio de Córdoba y Fortín, afrontan “problemas comunes” en tanto que sólo los lugareños (y ello no todos) podrían identificar dónde termina Córdoba e inicia Fortín, historia que no es nueva, como muy de antaño resultan los reclamos de los dos municipios para superar problemas que les son comunes, escenarios en los cuales en los últimos tiempos sólo dos Gobernadores veracruzanos han dimensionado con claridad tales realidades, uno lo fue Don Agustín Acosta Lagunes y el otro Dante Delgado Rannauro.
 

Pero fue precisamente Dante quien mejor apoyó el desarrollo de la conurbación en referencia, lo que indudablemente mucho tiene que ver con sus orígenes familiares, paralelamente a la identidad que siempre ha registrado con la región central veracruzana.
 
Al iniciarse la presente semana, el Gobernador de los jarochos, Cuitláhuac García Jiménez, registró actividades en la ciudad cordobesa, sobre todo para evaluar acciones y resultados en materia de seguridad en la región central de la Entidad, que podría considerarse en los espacios estatales como una de las zonas de mayor actividad delictiva en los últimos años, producto de lo mismo que acontece en distintos puntos de tierras veracruzanas...
 
Está claro que la anemia que padecemos en el renglón de fuentes de trabajo, constituye una de las causas del crecimiento en renglones de inseguridad, en tal contexto, los hechos delictivos en la región no son nuevos, pero lo que sí es mayormente preocupante es que refieren significativo incremento, lo que da curso al desarrollo de la angustia y, a la vez, siembra indignación entre la población.
 

Ahora bien, debe reconocerse que resulta positivo que el Gobernador atienda en Córdoba los problemas de la región, tales prácticas de alguna manera siembran esperanzas entre la ciudadanía, que se encuentra en espera de que La Transformación, efectivamente siembre la paz y la tranquilidad en la región central veracruzana...
 
Ya se sabrá si se cosechan resultados alentadores, como efectos de los operativos intensos que, por instrucciones del Gobernador, se habrán de ejercer en toda la región central veracruzana, mismos que persiguen la finalidad de restaurar la tranquilidad de la sociedad.
 
Lo que se ve
 

Se conmemoró en la ciudad de Córdoba, los 199 años de la firma del documento identificado como “Los Tratados de Córdoba”, documento que de hecho constituye la formalización de la independencia de México frente al poderío del Imperio Español... El acto se efectuó sólo con la presencia de las autoridades municipales encabezadas por la Presidenta Municipal, Lety López Landeros, acompañados de los legisladores Juan Javier Gómez Casarín y Rubén Ríos Uribe, quienes junto con el cuerpo edilicio y la propia alcaldesa de la “ciudad de los 30 caballeros”, colocaron una ofrenda floral en la placa donde se inmortaliza la firma de un documento, que pese a su contenido y referencias de invaluable referencia histórica, en el centro del país se la ha restado importancia, lo que apunta un yerro claramente notorio y notable, que se registra en el propio “contexto oficial” de la historia de nuestro país.
 
Seguramente sólo con un Presidente de la República de origen Cordobés, se podría restañar el yerro que sobre el tema ha persistido, incluso en el marco de disputas en el seno del Congreso de la Unión... ¿Y qué tal si el Gobernador veracruzano, Don Cuitláhuac García, sostuviera un diálogo sobre el tema de Los Tratados de Córdoba con el Presidente de los mexicanos?... ¿Cree Usted que se podría apostar que los escenarios tenderían hacia un mayor reconocimiento hacia los hechos históricos en referencia?
 
Lo que se oye
 

El cordobés y actual Senador Dante Delgado Rannauro, al ser entrevistado por un medio de comunicación de la ciudad de México, por conducto del prestigiado periodista Fernando del Collado, ante la pregunta de si “¿El gobierno de AMLO aún le está pareciendo dantesco?”... El cordobés y exgobernador veracruzano respondió:
 
“Es trágico que el gobierno no entienda que las medias verdades dañan la conducción del país”...
 
Ahí la dejamos.