icono menu responsive
Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Emigran los veracruzanos
Alfredo Ríos Hernández
28 de agosto de 2020
alcalorpolitico.com
*Compadrazgo transformador
*Gobernador afronta contagios
*¿Quedaremos como estábamos?
 
En forma silenciosa y con clara discreción en sus movimientos, ya resulta frecuente la migración de veracruzanos hacia otros puntos del país, algunos, los que pueden, incluso buscan ubicarse fuera del territorio nacional, ya no sólo de tierras veracruzanas...
 

“La región -comentan a sus muy cercanos- ya no es garantía de bienestar...” Y refieren que la dolorosa realidad ya no es factible de afrontarla con éxito y mucho menos vivir al amparo de la sensación de plena inseguridad, porque la actividad delincuencial, si no se registra a la vuelta de la esquina, es porque podría estar aconteciendo frente a tu casa o sobre tu vehículo o en alguno de los espacios de “tu apacible” fraccionamiento.
 
Y a tales referencias les otorga sólida cimentación lo que acontece incluso en los marcos del centro de las ciudades, ya no se diga tanto en barriadas como en fraccionamientos, resultando muy escasos los puntos donde la tranquilidad y seguridad todavía son las joyas del lugar, pero cuyos habitantes también se preocupan por lo que sucede en los entornos.
 
Todos o casi todos tiene claro que “las cosas en palacio van despacio”, pero la historia actual refiere los legajos en donde está plasmado que “La Transformación” electoralmente arrasó en Veracruz, como una respuesta directa, clara y contundente, hacia la incapacidad de anteriores cuadros gubernamentales para restaurar la paz y la sensación de seguridad de los ciudadanos, porque los reclamos en tales ámbitos no son recientes, tanto así que, una de las promesas invariables que se escucharon por parte de los candidatos que posteriormente resultaron triunfadores, fue el compromiso de restaurar la tranquilidad evitando levantones, robos, secuestros, extorsiones, desapariciones, asaltos y asesinatos...
 

Es más, los ahora funcionarios, en aquellos días de candidatos, enarbolaron las banderas restauradoras de la paz, de la tranquilidad social, de la eliminación del crimen y la plena restauración del bienestar de la colectividad.
 
Pero los resultados no han sido ni cercanamente los esperados, los demandados, los reclamados en todos los niveles y espacios, tanto así que los secuestros persisten con cifras escalofriantes y, de la misma forma continúan las estafas, las extorsiones, las amenazas, los asaltos y cobros de piso, todo un rosario de calamidades que agobian a la sociedad en numerosos municipios.
 
Hoy nuevamente se refiere que en el gobierno estatal y en la administración federal, tienen la mira puesta en los ámbitos delictivos veracruzanos, mirada que ojalá resulte efectiva y que en Veracruz se restaure la paz social, pilar fundamental para reactivar el desarrollo en lo general... Ya veremos.
 

Lo que se lee
 
No deja de llamar la atención, e incluso incrementa cada día mayor número de polémicas, los comentarios efectuados tiempos atrás (hace prácticamente un mes), mismos que se han reactivado por conducto de un video del periodista Pedro Ferriz, así como comentarios en diversas empresas televisivas, en lo referente a que el actualmente indiciado por supuestas actividades ilícitas ejecutadas como funcionario público, Don Emilio Lozoya, tiene un hermano de nombre Jesús Lozoya, quien resulta ser según los apuntes en referencia “ahijado de bautizo del actual presidente de los mexicanos, Don Manuel López Obrador”...
 
Los señalamientos que siguen activos en las redes de Internet, ejecutados con todo detalle por el comentarista televisivo y radial ya señalado, obviamente han originado la reactivación de una diversidad de murmullos y comentarios entre el colectivo social, no sólo en los ámbitos nacionales, sino con referencias más allá de nuestras fronteras.
 

Y es que tales escenarios descritos, de encontrarse realmente fundamentados en hechos y efectos reales, conducirían hacia la natural conclusión que el señor padre del hoy polémico Emilio Lozoya, es compadre de alto grado (como lo indican las referencias bautismales) del actual Presidente de República, a lo que se podría agregar que “entre compadres no vale ni la buena, ni la mala ventura”.
 
Claro que si tales escenarios se encuentran apegados a la realidad [lo que no tardará mucho en definirse] habrán de originar apuntes y especulaciones con numerosas conclusiones, que irremediablemente conducirían (o ya conducen) hacia anotaciones en todos los sentidos, así como de diversas tonalidades, pudiendo ser el primero de tales supuestos, que es precisamente “dicho compadrazgo” entre el Presidente de México y el progenitor del hoy “testigo e indiciado bajo resguardo domiciliario”, una vinculación que de alguna forma podría dar ingreso en el tema, precisamente a la añeja práctica en los marcos de los tribunales y procesos judiciales en lo general, en los que se aplica el viejo criterio e irreverente concepto que, “para los amigos “justicia y gracia” pero, para los no cercanos...”Simplemente justicia”.
 
Lo que se ve
 

Que de acuerdo a lo registrado por el Gobierno del Estado de Veracruz, los municipios con mayores riesgos en los marcos pandémicos sobre tierras veracruzanas son Veracruz, Orizaba, Xalapa, Poza Rica, Córdoba, Coatzacoalcos, Pánuco, Río Blanco, Boca del Río, Tuxpan, Cosamaloapan, Ixtaczoquitlán, La Antigua, Minatitlán, Fortín, Zongolica, Nogales, Medellín, Úrsulo Galván y Tres Valles...
 
Por lo mismo y ni tardo ni perezoso En tales escenarios y por disposiciones del Gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, en el transcurrir de hoy viernes y hasta las doce de la noche del próximo domingo, en dichos municipios se aplicarán medidas estrictas de para reducir inmediatamente los riesgos de mayores índices de contagio...
 
Se aplicarán estrictas medidas e incluso supervisión de las autoridades, para reducir el número de personas fuera de sus casas, sancionando si es necesario a quienes no cumplan las indicaciones preventivas frente a las amenazas pandémicas, sin que para el caso existan argumentaciones para justificar el incumplimiento a la nueva normalidad.
 

Ciertamente se debe reconocer que le asiste clara razón al ámbito gubernamental, para “apretar” con mayor notoriedad en torno a tales finalidades, a quienes conforman parte de los municipios con índices de mayores riesgos y, por lo mismo de mayor mortandad.
 
Se podría referir que incluso resulta claramente irracional e incluso con rangos de indolencia, que pese al desarrollo pandémico en diversas regiones veracruzanas, muchos sean los habitantes que se muestren renuentes a cumplir con las indicaciones de autoprotección y en beneficio de todos, por lo mismo se califica como clara y puntualmente acertada la determinación del Gobernador de los veracruzanos Cuitláhuac García Jiménez.
 
Lo que se oye
 

Refiriéndose a los efectos directos de la pandemia en materia de economía, el Presidente de México declara que no se derrumbó el sector primario de la producción que es el vinculado con lo agropecuario, sino que los impactos severos los registró el ámbito industrial y obviamente el comercial, apunte que debe encuadrarse en los espacios de la realidad, en tanto que un principio como ese constituye uno de los reales escenarios de los efectos pandémicos colaterales en los marcos del territorio mexicano, al igual que otras regiones del planeta.
 
Pero preciso es referir que más allá de los ámbitos empresariales o agrícolas, en donde mayores estragos ha registrado la pandemia, lo es en los sectores de la población marginados en pueblos y ciudades, e incluso rancherías, porque si los trabajadores de los sectores populares tienen la esperanza de la recuperación en los ámbitos laborales, a los núcleos de necesitados en los arrabales citadinos o en los ámbitos de jornaleros campiranos, no los resguarda ninguna posibilidad inmediata para recuperar los limitados ingresos que percibían, paralelamente a que ninguna Ley los ampara para ser sujetos de recontratación.
 
Y que nos quede claro, estamos hablando de su reencuentro con sus limitados y endebles espacios laborales, bajo las mismas condiciones (algunas nada bondadosas) que las de “andenantes”... Al escribir éstas líneas recuerdo el escenario aquel donde el limosnero maltrecho de su cuerpo, que al resbalar con dirección al precipicio eleva los ojos al cielo y clama ante su infortunio: “Cuando menos Señor... Te ruego que me dejes como estoy”, clara referencia que podría quedar peor que como estaba... transite usted por un excelente fin de semana.