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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Pecado Económico Mexicano
Alfredo Ríos Hernández
22 de septiembre de 2020
alcalorpolitico.com
*El distanciado Dante
*Reclaman seguridad
*Retorna Ricardo Anaya
 
En opinión de diferentes mexicanos, que de alguna forma constituyen parte de la historia actual de nuestro país, en el marco del territorio nacional, los temas de inseguridad, desempleo, desarrollo económico e incluso asistencia médica en lo general, se encuentran notoriamente peor, que antes del arribo de la autocalificada en los actuales ámbitos presidenciales como “Cuarta Trasformación”, expresión que la propia voz popular ha modificado para reemplazarla como “Transformación de Cuarta”, muy cercana a lo que en los marcos tradicionales del país, es señalado por rangos de baja calidad, como aquello que se clasifica “de quinta”, o sea, aparejado a los ámbitos de la calificación estudiantil que es referencia de “reprobado”.
 

La realidad para diversos especialistas en el tema, es que la pandemia en México no originó todos los problemas que en materia de desarrollo integral afronta el país, porque las cifras negativas en ése rubro se precisaron con claridad, al registrarse el cierre del primer año de la actual estructura gubernamental, tanto así que al cerrar las estadísticas financieras en diciembre del 2019 (hace nueve meses) la referencia indicaba que en el renglón económico el país se encontraba debajo de cero, entre el menos 2 y el menos 3, cifras no de estancamiento, sino de marcado retroceso que sumía en la preocupación a todos los ámbitos económicos del territorio nacional.
 
La pandemia en nada influyó en el retroceso económico registrado en el transcurrir de los primeros 17 meses de la administración López-Obradorista, porque no refirió efectos en el transitar de los meses de enero, febrero, marzo y abril, del actual año, lo que por lo mismo, no influyó en los nulos resultados en diversos renglones de la actividad para el desarrollo integral, datos que nos indican con toda claridad, que México registró los primeros efectos pandémicos ya en pleno declive de la economía nacional, tanto así que para el mes de mayo del presente año, EL “MENOS 2” en rangos de generación de empleos ya se encontraba en la cifra de “MENOS 5” y, ya en la actualidad con los agregados pandémicos nos ubicamos en mucho “MENOS “ y, ello, sin profundizar del todo en los cálculos financieros de la nación.
 
En tiempos actuales, cercanos al inicio del tercer año de la administración autocalificada como de La Transformación, se tiene claro que el declive en la economía nacional sobrepasa el menos 20 por ciento, cifra realmente preocupante por lo que en sí mismo representa el que se podría referir el registro de una pérdida de empleos, no escenificada en más de 80 años de historia, escenario que, por sí mismo, influye en que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, tenga realmente prisa por recuperar las fuentes laborales perdidas como efectos directos de la contracción económica en el país.
 

Pero se debe aclarar (insistimos) que dicha reducción productiva se inició antes de que se conociera en México y en el mundo la pandemia del coronavirus, prueba de ello es que el derrumbe financiero mexicano se dejó sentir desde el primer año de la administración transformadora, escenarios en los que regularmente quien es responsable del retroceso carga con el costal de culpas, lo que obliga a insistir que fue bajo los ámbitos de la Transformación el inicio de la debacle, hecho que debe de aceptarse con todo su realismo, con la idea que en esos marcos de realidad se logren corregir los yerros que permitan al país retornar, en primer lugar hacia los niveles de crecimiento que le heredaron “los fifís” a los ámbitos gubernamentales de La Transformación, para ya recuperado esos niveles extraviados, proceder a la aplicación de estrategias que nos coloquen en mejores escenarios de productividad y fuentes laborales.
 
Tarea compleja la del Gobierno de México, retos que para lograr superarlos requerirá de la unidad nacional, de la suma de voluntades en los espacios del entendimiento y el respaldo mutuo, escenarios difíciles de alcanzar en un país en donde lo que se siembra es la división, la cual otorga curso a rutas de confrontación y de severo distanciamiento, ya notoriamente crecientes entre el sector productivo y las esferas gubernamentales.
 
La verdad, los tiempos de “los afamados abrazos” no han arribado con claridad y solidaridad del sector gubernamental hacia los ámbitos productivos, ello abona en mayores complejidades para lograr superar un quebranto económico, con dimensiones no registradas en el territorio nacional en casi un siglo, se escribe y se pronuncia con facilidad, pero la ruta para superar la catástrofe que se afronta, se encuentra recargada de complejidades, por lo que se requiere con urgencia engrasar los ejes de la carreta... ¿Quién nos los querrá engrasar?
 

Lo que se lee
 
Circula un documento en las redes de Internet, que se acredita al exgobernador veracruzano y varias veces legislador Dante Delgado Rannauro, quien de acuerdo al texto cuestiona las acciones del Presidente Andrés Manuel López Obrador, al tratar de convocar a una consulta popular para definir “si se enjuicia o no” a los expresidentes mexicanos, refiriendo el exgobernante jarocho, que tal propuesta es claramente ilegal y que, por lo mismo, la Suprema Corte anularía la solicitud del proceso...
 
Razonamiento acertado del muy reconocido veracruzano Dante Delgado, quien con sus apuntes difundidos en espacios de información nacionales, obliga a repensar en lo que ya se viene comentando en los círculos políticos, en el sentido que existen notables diferencias en las relaciones entre el Presidente de México y el líder partidista de los anaranjados Dante Delgado... El tema va para largo.
 

Lo que se ve
 
Insisten autoridades en que los niveles delictivos han decrecido en diversos puntos del país, incluso agregan en esos espacios (“de mayor tranquilidad”) a las tierras veracruzanas, sin embargo la sensación que priva entre el colectivo social resulta fácil de percibir y, en esos marcos, lo que se refleja es “temor, preocupación y reproche...”
 
Temor del colectivo social porque mientras toda la familia no se encuentre cotidianamente reunida en casa, la angustia por la, o las ausencias, son notablemente crecientes, máxime cuando no existe contacto por vía del celular o las redes sociales de Internet, referencia clara que el colectivo social vive en constante tensión, precisamente por los terribles y frecuentes hechos delictivos suscitados tanto de día como de noche.
 

Preocupación porque algo puede registrarse en materia de inseguridad ya no sólo en las calles o plazas públicas, sino en los cines, en los centros laborales e incluso transitando por las aceras, apuntes con testimonios cotidianos que refieren la sensación de inseguridad, que priva entre de los veracruzanos, espacios de terror que incluso invaden los hogares.
 
Los reproches del pueblo sobre la ineficacia de las autoridades en materia de Seguridad, desvaloran por su propio peso los argumentos oficialistas en el sentido de que hoy “existe mayor nivel de seguridad que hace un mes...” Está claro que la colectividad califica sin yerros, lo que nos obliga a pensar en aquella veterana referencia de que la “la voz del pueblo es la voz de Dios”, porque como bien referían nuestros abuelos: “Todos saben qué tipo de pulgas saltan en sus respectivos petates”.
 
Lo que se oye
 

Claro que despierta la atención de amplio sector de mexicanos, el anuncio efectuado por el ex candidato presidencial con tonalidades azuladas Ricardo Anaya, quien declara que dejará de guardar silencio para iniciar acciones en defensa de la legalidad en el país, en tanto que tales rutas se encuentran alteradas por las divagaciones de quien gobierna a los mexicanos.
 
Ricardo Anaya refiere que su reintegración a la vida pública en el territorio mexicano, es para aportar hacia el desarrollo de un mejor país, muy superior al que actualmente contemplamos, de hecho insiste el ex candidato, que su reintegración a la actividad social y política de México, es para coadyuvar en la conformación de un país con mayor desarrollo integral y con estricto apego a la legalidad.
 
La verdad que sí se le extrañaba a Ricardo Anaya, participando en abierto en el ámbito de la actividad política mexicana... Surgirán polémicas sobre el tema.