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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Anhelos y frustraciones
Alfredo Ríos Hernández
7 de octubre de 2020
alcalorpolitico.com
*Indignan desapariciones
*Con la soga al cuello
*Vientos huracanados
 
En Europa “los efectos pandémicos” están causando estragos a los niveles de popularidad de diversos gobernantes, como acontece en España, donde los rebrotes en el número de contagios empañan el futuro inmediato del país, escenarios sociopolíticos que deben ser calificados como “naturales” en tanto que, cuando la sociedad otorga el triunfo electoral a un Presidente, un Gobernador o un Alcalde, lo hace para que su región y con ello su porvenir, transite por ámbitos de paz, de bienestar y obviamente de desarrollo integral.
 

Los ámbitos gubernamentales en últimas fechas en las regiones asiáticas, pareciera que se han endurecido, en parte porque constituyen escenarios habituales de “una forma de vida” involucrada con culturas ancestrales, aparejado a las características rígidas e incluso de tonalidades imperiales, que están entrelazadas con sistemas gubernamentales estrictos, de rangos impositivos, formas de vida que se complican ante usos y costumbres de menor rigidez practicadas en otros países.
 
Y se podría apuntar que en el continente americano, de la misma forma se entrelazan países con ciertas semejanzas culturales, pero con diversidades en los ámbitos del desarrollo social (cuando lo hay) y, en especial, se advierten diferencias en las formas y estilos de la actividad política entre los países latinoamericanos, con las naciones del área norteña del continente, que lo constituyen Alaska, Canadá y Estados Unidos de Norteamérica.
 
México, que forma parte del área norte del continente, por su propia ubicación geográfica (lo que debería de constituir una ventaja económica) le ha originado históricos tropiezos, tanto la vecindad con el sur como su cercanía con el norte, como si nos reflejáramos cual ombligo del continente al representar “la franja” entre Centro y Suramérica, con los espacios de Norteamérica, espacio de uno de los países mayormente poderosos y bélicos en la historia de la humanidad.
 

Me comentaba un sabio periodista del que mucho aprendí, Don Gregorio Navarrete Cruz (+), que los mexicanos queremos tener los dólares de los gringos, pero vivir como los mexicanos, sobre todo en lo que respecta a la informalidad y a la improvisación.
 
Así las cosas, admiramos la disciplina pero pocos la practicamos; nos gusta ganar buen dinero pero sin apartarnos de “siestas y fiestas”, a más de ser singularmente proclives a la trova y el danzón, agregando que nos esforzamos y trabajamos con dedicación y, todo sería perfecto si a tales prácticas les agregáramos con clara determinación, la vocación por evaluar con serenidad y claridad los entornos de nuestro hábitat, en el cual la estructura gubernamental, no sólo se trata de elegirla, sino de evaluarla con toda puntualidad y ajenos a falsos discursos, ante ello, pareciera que el pueblo mexicano se resiste a practicar evaluaciones, que realmente nos permitan culminar con el reclamo de autoridades honestas, en la elección de quienes deben gobernarnos con eficacia, honorabilidad y, en la ruta hacia el real desarrollo económico del país, así como del bienestar real y efectivo de la colectividad.
 
Requiere México un gobierno generador de fuentes de trabajo productivas, que en lugar de originar la degradación del patrimonio de la nación con la aplicación de políticas asistencialistas, otorgue curso al desarrollo empresarial en todos los rubros posible, que se convierta por sí mismo en demandante de obreros, empleados, técnicos, profesionistas, escenario que también se revierta con resultados claramente cimentados, en la navegación marítima y aérea, paralelamente a la definición de rangos productivos en materia agrícola, avícola y pecuaria, con entornos agroindustriales que se fortalezcan con cimientos sólidos, los cuales garanticen su autosuficiencia y prosperidad.
 

“La Transformación” que el país espera es “la de avanzar”, pero en serio y de ya, tanto en el renglón de seguridad, como en los ámbitos del desarrollo integral, no por conducto de ocurrencias como las de “abrazos, no balazos”, porque quien despacha por instrucciones del pueblo en una Alcaldía, en una Gubernatura o en la misma Presidencia de la República, al igual que quienes se ubican en los Congresos, en los Tribunales y en los ámbitos de seguridad, como lo son militares y cuerpos de seguridad municipales, estatales y federales, todos deben de apegarse sin distinción a la responsabilidad que les fue conferida, que no sólo constituye un honor y por lo mismo una elevada distinción, sino que más allá de tales rangos distintivos, refieren la obligación de cumplirle al pueblo que les confirió la responsabilidad, con retos que ya existían desde antes de ser candidatos, como lo son:
 
*La existencia de rangos de seguridad notoria e infalible, renglón que pudiera ser catalogado de vital prioridad.
 
*Tribunales siempre apegados a la legalidad, que garanticen invariablemente la clara administración de justicia.
 

*La estimulación efectiva de más y mejores fuentes de empleo, suficientes para que “vivan bien” todos los mexicanos.
 
*El desarrollo de la industria en lo general, siempre hacia los niveles que se están requiriendo en el mundo actual.
 
*El fortalecimiento de la actividad agrícola mexicana en todos sus renglones, evitando las prácticas tradicionales de exagerar en monocultivos que, por sí mismos, devalúan la producción.
 

*Engrandecer con respaldo tecnológico y capacitación apropiadas, tanto la actividad pesquera como la industrialización de productos del mar, renglón que debería convertirse en prioridad de la administración pública... Como lo fue el puerto pesquero de Alvarado, que agonizó por el eterno descuido e incompetencia de la administración pública.
 
*Construir vías de comunicación acordes con los requerimientos de cada región.
 
*Sembrar confianza en el sector empresarial para sumar esfuerzos en materia de desarrollo comercial, industrial y de servicios en lo general.
 

*Incrementar los niveles de calidad en todos los sectores tanto de educación básica, como de enseñanza media y superior, que ningún mexicano que lo desee sea excluido de espacios para su capacitación, incluso a niveles profesionales y de postgrado.
 
*Evaluar con expertos en el entorno, lo que debemos producir en nuestros espacios campiranos, para que las familias campesinas tengan la oportunidad real de registrar niveles de desarrollo integral, al igual que cualquier mexicano.
 
*Salvar al país con hechos claros y efectivos de la elevada contaminación al medio ambiente, incluyendo mantos acuíferos, áreas verdes, lagunas, arroyos, ríos y mares.
 

*Dotar a México de redes apropiadas de aguas negras, al tiempo de plantas procesadoras para que la contaminación desaparezca en nuestro país, al mismo tiempo se atender con profesionalismo y eficacia, lo relativo al manejo de la basura y de las aguas negras.
 
Mucho nos falta por lograr, dese tiempo atrás los listados en tales renglones están escritos, incluso con frecuencia los escuchamos en los discursos de candidatos a cargos de elección popular, pero poco o nada se ha logrado para realmente consolidar un país de bienestar... Ahora se habla de una transformación, pero la historia pareciera similar a tiempos pasados... ¿O me equivoco?
 
Lo que se lee
 

Que cada día es mayor el número de familias agraviadas al registrarse la desaparición de personas, mismas que en muchos de los casos nunca más se vuelve a saber de ellas, lo que constituye uno de los delitos más terribles que se registran en nuestro país, que precisamente por la frecuencia con la que se ejecutan, ha invadido de indignación, preocupación y desesperanza a la sociedad mexicana.
 
El tema debiera recibir la atención responsable y eficiente de las autoridades, pero son muy escasos los resultados positivos en éste renglón y, ello, obviamente genera distanciamiento de la colectividad con sus autoridades... Razón les asiste.
 
Lo que se ve
 

De hecho los mexicanos ya estamos en fila para rebasar (de manera oficial) en ésta misma semana, los 800 mil contagiados por el Covid-19, ello, como resultado de la pandemia que nos mantiene “con la soga al cuello”, en tanto que ya nos informaron, lea Usted bien, sobre 82 mil muertes y 794 mil casos de contagios plenamente confirmados y registrados, en tanto que muchos no han sido anotados en las encuestas, dado que se recluyeron en sus casas bajo la discreta atención de médicos particulares.
 
Lamentablemente no hemos logrado detener los efectos pandémicos y, ello refiere de alguna forma fallas tanto entre la colectividad, como entre los responsables de frenar y desaparecer la pandemia que nos acosa.
 
Lo que se oye
 

Para hoy miércoles antes del amanecer, despertaremos con alerta roja y con preocupación de los mexicanos, por el azote sobre tierras sureñas del Estado de Quintana Roo, de un huracán que podría arribar (o arribó) acompañado de vientos hasta de posibles 215 kilómetros por hora, referencia que le acredita categoría 4, ya de altos niveles de peligro.
 
Confiemos en que no se registren daños graves y mucho menos pérdida de vidas, pero ciertamente el evento climático en referencia es de elevadísimo rango destructivo... Que el Supremo proteja a toda la población de esa región hermana.