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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Eficientes... No ocurrentes
Alfredo Ríos Hernández
19 de octubre de 2020
alcalorpolitico.com
*Diputados... Más de lo mismo
*Complejo tema pandémico
*General bajo sospechas
 
Las referencias en los marcos de las declaraciones externadas al interior del Palacio Nacional, en el sentido de que “vamos bien” tanto en el renglón pandémico como en lo referente a la economía nacional y el desarrollo social, constituye en lo fundamental la postura optimista que todo gobernante externaría, ante una catástrofe como la que atraviesa México y muchos otros países del mundo, máxime en los ámbitos de un estilo de administración pública como el que actualmente impera en tierras mexicanas, en el que hoy, más nunca en las últimas décadas, se ejerce un presidencialismo que eclipsa con sus imperiosas prácticas, tanto los espacios administrativos, como los legislativos e incluso los rubros de administración de justicia, sin ignorar a los renglones financieros en lo general.
 

De hecho, la terrible pandemia que nos agrede con mayor niveles cada día que transcurre, se sumó en México a un país que económicamente había con anterioridad entrado en declive, refiriendo números rojos que activaron la voz de alerta en el renglón económico en su primer año de administración, cifras negativas que hoy ya se han duplicado o triplicado, e incluso cuadruplicado, cifras de quebranto que para muchos especialistas no será posible recuperarlas en los cuatro años que le restan el Gobierno Transformador, con el riesgo que pudieran incluso recrudecerse los escenarios para la economía nacional.
 
Y efectivamente no todo el derrumbe financiero es culpa del Gobierno Federal, pero sí es responsabilidad irrevocable de todo Presidente del país, el diseñar y aplicar estrategias que coloquen a la economía y la población en ámbitos de desarrollo integral y bienestar en lo general.
 
Pero a más de que el país ineludiblemente cerrará el presente año e iniciará el siguiente, en las mismas condiciones económicas de números rojos que actualmente nos encontramos (dado que no es posible en dos meses y días lograr resultados que eviten el escenario actual) también continuaremos en estado de emergencia sanitaria y, cuando el bienestar en materia financiera se encuentra afectado y a ello se suma la incertidumbre del riesgo mortal por una pandemia, cualquier persona con sentido común (sin necesidad de ser especialista en la materia) deberá entender que el cierre del presente año habrá de ser el más dramático por el que han transitado las actuales generaciones de mexicanos.
 

Cierto, renglones como el precio del petróleo a la baja han dañado la economía mexicana desde antes de la pandemia, pero lo más preocupante en tal renglón es que la crisis petrolera es un fenómeno financiero mundial, por la simple razón de que su consumo se encuentra a la baja, referencias que registran desde ya algún tiempo atrás.
 
Y debe puntualizarse que tal escenario adverso al que no le ha prestado apropiada atención la actual estructura del Gobierno Federal Mexicano, lo cual nos podría conducir hacia tropiezos financieros mayores, como le sucede al cacahuatero, que insiste en dorar cacahuates pese a que tiene la canasta, sin prestar atención a que ya son muchos los que venden cacahuates y cada vez menos los que le compran.
 
En fin, existen expertos en la materia económica de México e incluso del mundo, quienes sostienen en sus exposiciones que efectivamente (sin sumar más efectos pandémicos) México con buenos oficios en su actuar financiero, podría “cuando mucho” recuperar de las actuales fechas hasta diciembre del 2021 (o sea, dentro de 14 meses) una tercera parte de lo hasta hoy perdido, pero si continuamos con los rebrotes pandémicos ni esa tercera parte podríamos recuperar.
 

Claro que los quebrantos económicos (unos más y otros menos) se registran derivados de la pandemia a niveles mundiales, pero las alternativas visibles para recuperación y los niveles de estragos son distintos, México en esos rublos y ubicado entre los países en desarrollo resulta de los singularmente con mayores afectaciones, porque (insistimos) los rangos financieros ya venían a la baja del el año anterior, lo que favoreció escenarios mayormente negativos que hoy nos agreden a la mayoría de los mexicanos, desde los de arriba hasta los de abajo... Ya veremos si en nuestro país nos apartamos de las ocurrencias y nos aplicamos en la realidad y lo factible de lograr.
 
Lo que se lee
 
Cuando nos percatamos por vía de los medios de comunicación que en el Congreso del Estado de Veracruz, ya resulta significativo el número de diputados que dieron de alta a familiares o amigos como falsos o verdaderos empleados del cuerpo legislativo, obviamente incluyendo a parientes de legisladores morenistas, resulta obligado el que se reflexione en el sentido de que no es precisamente la honorabilidad lo que distingue al nuevo régimen gubernamental que mantiene el control del sector legislativo, porque al final del día están resultando “más de lo mismo” sólo que con menos conocimientos en materia (en éste caso) legislativa.
 

Claro que el hecho no se podrá borrar de la historia ni actual, ni futura, referencias que contradicen lo del tema de una real transformación, que incluso nos podría permitir el concluir que lo de hoy en materias gubernamentales, legislativas y judiciales, pudiera ser más de los mismo que ayer, o incluso “un poquito peor”, con la diferencia que hoy existen núcleos políticos que exhiben la realidad, exactamente lo que ejecutó Don Andrés Manuel López Obrador, para ganar simpatías de las mayorías y alcanzar la Presidencia de la República... ¿O me equivoco?
 
Lo que se ve
 
Que Usted y una gran parte de mexicanos, tenemos claro que en nuestro país el número de contagiados del Covid-19, de ninguna manera es el que nos informa el doctor Gatell, incluso muchos de nosotros tenemos conocidos que fueron contagiados por el peligroso coronavirus y salieron adelante atendidos con discrecionalidad en sus casas por médicos particulares, hechos que se registraron en la discreción y que en la mayoría de los casos no fue necesario que fueran internados en un centro de atención médica especializada.
 

Tales escenarios por sí mismos, obligan a concluir que son numerosos los mexicanos y probablemente en otras partes del mundo, que pese al haber sido contagiados no pasaron a formar parte de las estadistas, por lo que el número oficial en casos como el de México, no coincide con la realidad y ello, es indicador que el problema de salud pública es de mayor gravedad que el registrado en las estadistas oficiales.
 
Lo que se oye
 
De efectos colaterales y muy lamentable para la imagen de México, es el proceso que por supuestos delitos vinculados con el tráfico de droga, por el momento se le imputa en tierras norteamericanas al General Cienfuegos, quien fuera titular de la Secretaría de la Defensa Nacional en la etapa presidencia de Enrique Peña Nieto, hecho que por sí mismo afecta la imagen del sexenio gubernamental en referencia, pero también la de México en lo general.
 

Muchos son los que piensan que, para bien del país, lo mejor sería que el General resultara inocente de los cargos, porque el escenario actual no beneficia a nadie, en esos marcos, el Presidente Andrés Manuel López Obrador, deberá o debería evitar el arrojar leñazos a la lumbre, porque el desprestigio de un ex titular de las fuerzas armadas mexicanas, descalabraría sensiblemente la ya “medio deteriorada” imagen de los mexicanos... Ahí la dejamos.