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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Elecciones: Un parte-aguas
Alfredo Ríos Hernández
16 de marzo de 2021
alcalorpolitico.com
*El riesgo frente al tráiler
*¿Campaña delincuencial?
*Presidencia y Tribunales
 
Nunca antes en la historia moderna de México, se habían presentado escenarios preelectorales semejantes a los que (de hecho) ya se encuentran en proceso sobre todo el territorio nacional, campañas electorales que habrán de celebrarse, en un país colocado en la antesala del quebranto en materia de “salud pública”, al igual que en lo referente a la “salud económica”.
 

La pregunta que muchos se hacen es si también estaremos agraviados en materia de “salud democrática”... Tema que irremediablemente se encuentra involucrado con los escenarios pandémicos de la actualidad, ruta compleja y preocupante que obligadamente establece entre el colectivo social, reflexiones sobre la calificación que pudieran merecer nuestras autoridades, frente a la emergencia en el renglón de salud, objetivo primario actual de la mayoría de los gobiernos del mundo.
 
¿Será el manejo de la pandemia por parte de los gobernantes, elemento esencial entre el electorado que pudiera influir en la tendencia del sufragio en el día de la elección?...
 
Ello dependerá en gran medida de los objetivos que los candidatos y obviamente los partidos políticos, decidan asumir como argumentaciones esenciales de sus respectivas campañas, marco en las cuales siempre existen dos tendencias en partidos opositores al sistema imperante, para definir estrategias fundamentales: La de proceder hacia la reprobación de los programas económicos del gobierno en funciones, así como la descalificación en materia de seguridad y bienestar de la población, primordialmente en materia de salud y de generación de empleo.
 

La realidad es que en lo referente a bienestar, salud y generación de empleo, México advierte un primer tercio transcurrido del actual Gobierno de la República, con resultados notoriamente adversos, escenario palpable y comprobable que el actual gobierno trata de encubrir cotidianamente con floridas argumentaciones, que a costa de repetirlas para un sector son convincentes y para otros son demagógicas, producto de un sistema de gobierno menos fuerte que al inicio, por los resultados adversos en el tránsito de su administración, al margen de que sean de su responsabilidad o ajenos a ello.
 
Así, frente a un panorama que está conduciendo a la ciudadanía hacia dos posturas extremas, la positiva y la negativa, damos pasos hacia un proceso electoral, que bien podría ser contemplado como la antesala “previsible” de mayores rompimientos y distanciamientos, en los marcos de la administración pública y el colectivo social de los mexicanos, situación que obviamente desgasta la unidad nacional y obstaculiza el desarrollo integral de la colectividad... Los comicios mexicanos de una u otra forma, habrán de resultar un “parte aguas” no del todo grato en el futuro inmediato de nuestro país.
 
Lo que se lee
 

No se trata de asumir posturas irreflexivas, pero de tiempo atrás mucho se ha externado por parte de especialistas en la materia (obviamente no todos) que las enormes cajas de tráiler que de manera “normal” miden 17 metros de largo, de siempre han representado un significativo riesgo para los viajeros de otros vehículos, como para el propio conductor de la unidad y, ya no se diga para los operadores de casetas de cobro. Sin embargo en la realidad actual circulan vehículos transportadores de carga de 42 metros de largo, con 4.5 metros de alto, lo que valido es referir, si se tiene en cuenta el metraje de apropiada distancia que se debe resguardar entre un vehículo y otro, que de hecho, estas gigantescas unidades abarcan lo proporcional a media cuadra, si para ello tenemos en cuenta que una cuadra equivale a 100 metros lineales entre una esquina y la siguiente... Apuntamos tales medidas para que podamos captar con claridad las dimensiones de tales unidades de transporte, las cuales, incuestionablemente forman parte del paquete de riesgos que todo viajero deberá afrontar al conducir “su pequeño” vehículo, comparado con los poderosos titanes del sistema de transporte terrestre.
 
En ese marco de referencias deben citarse terribles accidentes originados por unidades del transporte de carga, suscitados incluso en las casetas de cobro de las carreteras de prácticamente todo el país, en las cuales vehículos en espera de arribar al punto de pago de la caseta, han sido arrollados de manera inesperada originando significativo número de muertes, así como de heridos.
 
Ayer mismo en una las casetas ubicadas cerca de Córdoba (en tierras del municipio de Fortín) se suscitó otro accidente más de tales características, en el que afortunadamente no se registraron pérdida de vidas, lo que insisto, es un escenario que las autoridades “no han querido” corregir... Incluyendo ahora a los vinculados con la llamada Cuarta Transformación, que en tales ámbitos (la verdad) no ha influido “ni por lo menos en una cuarta parte” del aberrante escenario.
 

Lo que se ve
 
Hasta anecdótico resulta el llamado de las autoridades estatales y federales a los partidos políticos, para que no propongan como candidatos a cargos de elección popular “a quienes se encuentren vinculados con grupos delincuenciales” lo que por sí sólo refiere una confesión de parte del propio Gobierno de México y de los gobernadores, en tanto que debe quedarnos muy claro que, quienes mayormente influyen en la nominación de candidatos, son precisamente quienes se encuentran vinculados con círculos de la administración pública municipal, estatal y más notoriamente la federal.
 
Las pruebas contundentemente claras de la influencia del sector gubernamental en la nominación de candidatos, lo es en las actuales fechas el escenario de Salgado Macedonio en tierras guerrerenses, en donde pese a una fuerte campaña de rechazo por parte de mujeres, para que no se convierta en candidato a Gobernador, la mano que “mece la cuna” del proceso de nominación al interior del Movimiento de Renovación Nacional, lo sigue señalando como ideal candidato, por más que diversos sectores de la ciudadanía coincidan en lo contrario.
 

Está claro que, en materia de campañas electorales y nominación de candidatos, hoy al igual que ayer, “la mano que mece la cuna", es exactamente la misma que en el Palacio Nacional firma los acuerdos y determinaciones de la Presidencia de la República... O sea, que en parte es más de lo mismo, sólo que con diferente tonadita... ¿Opinaría Usted lo contrario?
 
Lo que se oye
 
Triste, extraño y preocupante, al igual que irritante e intolerante, constituye el ámbito que se está generando entre el amplio núcleo de Licenciados en Derecho (con los más elevados postgrados en su haber) sobre los desaciertos que en la materia se están registrando en la cúpula del actual Gobierno de la República Mexicana, ámbitos en los que públicamente se están asumiendo posturas y planteamientos, no acordes con los postulados y mecanismos institucionales que rigen la administración de justicia y las normas de conducta en los marcos de la legalidad.
 

No faltan quienes refieren que el discurso presidencial actual, en temas vinculados con la administración de justicia, con cierta regularidad difiere de lo que específicamente marcan las leyes y procedimientos, claramente establecidos para casos determinados, panorama que por lógica cultiva preocupación entre los mexicanos, primordialmente entre los especialistas en dichos temas... El escenario de ninguna manera debe ser calificado como “cosa menor”.