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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Sufragar con inteligencia
Alfredo Ríos Hernández
1 de junio de 2021
alcalorpolitico.com
*Crimen en campañas
*Virus de la ineficacia
*Marinos y militarización
 
Si tal y como se repite con insistencia en los ámbitos transformadores la referencia de “amor y paz”, cuyo uso frecuente se escucha en espacios palaciegos, por qué entonces la violencia tanto física (delincuencialmente) como verbal (en ámbitos gubernamentales) hoy se practica mucho más que en el pasado, escenificando notorios niveles de irritabilidad desde los espacios palaciegos, incluyendo al del sector legislativo y hasta los ámbitos partidistas, marcos en los cuales ya registramos una de las campañas con mayores escenarios virulentos en la historia moderna del país.
 

Se miente cuando se sostiene que transitamos por espacios de real tranquilidad social, al igual que resulta falso que avanzamos en materia de desarrollo integral, agregando a ello que obras en proceso como la ocurrencia del nuevo aeropuerto (tirando al precipicio una inversión notoriamente avanzada y de primer nivel internacional) al tiempo que se invierten recursos (otra vez del pueblo) en una obra distinta a la anteriormente proyectada, dicen que con la idea de sólo sembrar descrédito hacia el sistema del gobierno anterior, escenarios polémicos sobre los cuales, al final del día los platos rotos ineludiblemente los paga el pueblo de México y, obviamente, quienes utilizan el sistema de transporte aéreo para trasladarse tanto dentro del país como hacia el exterior... Incluyendo a quienes toman un vuelo con destino a una plaza beisbolera estadunidense, sólo para presenciar un juego de beisbol de las grandes ligas, para retornar el siguiente día, luego de tomar una noche de descanso en un “nada económico” hotel... En fin: “viajeros frecuentes” para todo existen.
 
Así las cosas, entre quebrantos financieros, desplome de la actividad turística, derrumbe histórico (para el record güines) en los niveles de plazas laborales, tiempos nublados para la industria y el comercio, espacios de obscuridad en materia del desarrollo social integral, así como deficiencias notables y notorias en los ámbitos de salud pública, nuestro país afrontará una etapa que apenas abarca unas horas (más o menos) en las que los electores mexicanos decidirán si seguimos como estamos, o si pudiéramos revalidar al país con las apropiadas estructuras legislativas, para que la idea constitucionalista de “pesos y contra-pesos” en ámbitos gubernamentales, se cumpla tal y como fue ideada por nuestros constitucionalistas, marcos en los cuales de acuerdo y juntos la mayoría de los legisladores “son más que vos señor Presidente dela República”, palabras que hace años (ya muchos) le dirigió el siempre polémico Porfirio Muñoz Ledo, al entonces Presidente Luís Echeverría Álvarez.
 
Los mexicanos como en muchos otros países, debemos entender que no se logra ni hoy ni nunca, un gobierno de reales avances en beneficio de todos, si por nuestra propia voluntad no creamos los contrapesos que en toda organización social deberían de existir, tales escenarios no constituyen una propuesta novedosa ni específica para una etapa gubernamental, sino que realmente la existencia de “los contrapesos” institucionales, responden a un requerimiento “esencial” en la conformación de estructuras gubernamentales democráticas, porque ello evitará los exceso del poder Ejecutivo, los hechos así lo refieren y para ello fueron creados en los marcos democráticos por el Congreso de la Unión, como es el caso de México.
 

De siempre e incluso en los espacios populares, ha privado como válido el concepto de que “ni todo el amor, ni todo el dinero”... Ese mismo criterio dio origen en ámbitos gubernamentales a la creación de los parlamentos, porque el Congreso debe vigilar y sancionar (cuando sea necesario) que no se registren excesos en los ámbitos ejecutivos del poder público, así las cosas, la historia misma a nivel mundial apunta que, para lograr mejores gobiernos, se requiere antes que un buen Presidente de la República, un buen Congreso de la Unión, porque de no ser así, el sendero del país corre el riesgo del autoritarismo y el absolutismo, que suena igual que la tiranía institucionalizada.
 
Los espacios de la Justicia, de la Legislación y de la Ejecución gubernamental, deben coincidir desde sus propias perspectivas en la legalidad y el imperio de la verdad, pero no precisamente en los estilos, prácticas e intenciones del Poder Ejecutivo... Los electores que entienden tales escenarios son quienes coinciden en que nunca se debe entregar a un funcionario público “ni todo el amor, ni todo el poder, ni todo el dinero”.
 
En próximos días habremos de elegir a legisladores federales, procedamos en los marcos no sólo de nuestra conciencia, sino también de nuestra inteligencia, nuestra libertad y para beneficio del país... Ahí la dejamos.
 

Lo que se lee
 
De hecho el panorama electoral en el México actual debe calificarse como de espantosa violencia, escenarios que advierten y confirman de manera contundente que en materia gubernamental, México cada vez se parece más a los clásicos países, que en el pasado se identificaban en el concierto internacional de las naciones, como “pueblos bananeros” regidos más que por las leyes, por los caprichos de quienes los gobiernan, escenarios en los cuales con frecuencia se incrementa la vinculación entre política, los órganos de seguridad y cadenas delincuenciales.
 
Está claro que en el presente y, si las cosas no cambian, en el futuro inmediato, la política y la violencia nos podrían conducir hacia escenarios de mayor inseguridad y de menores estímulos para reactivar la economía, renglón que de siempre se ha degradado si persisten tendencias criminales, otro más de los espacios en los que la Cuarta Transformación, con todo e involucrar a las fuerzas armadas en tareas que corresponden a los espacios policiacos, se encuentra entrampada y sin resultados positivos, al igual de lo que sucede en lo relativo al impulso en la generación de empleo y del desarrollo económico en lo general.
 

Lo que se ve
 
Cuando instituciones de prestigio especializadas como lo es el Word Justice Project, califica el sistema penal de los veracruzanos como el más atrasado y de hecho “el peor del país”, por más que se pretenda encubrir refiriendo que ello “es resultado del desplome en efectividad debido a los efectos colaterales de la pandemia”, lo que es válido sería preguntar: ¿Y por qué el efecto en referencia impacta con mayor intensidad negativa a Veracruz y no a otra entidad de nuestro país?...
 
La respuesta que el pueblo podría referir de manera natural, es que ante efectos pandémicos la administración de la justicia, en lugar de tender hacia más elevada ineficacia, debió ser enriquecida con mayores dimensiones de efectividad, convirtiéndose en aliciente ante el terrible drama pandémico, pero lo que sucedió fue lo adverso y, el coronavirus, también deja a los veracruzanos con menores niveles en la administración de justicia... ¿Habrá sido efectivamente tal escenario o se tratará del virus de la ineficacia?
 

Lo que se oye
 
Hoy el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, habrá de celebrar “El Día de la Marina” en la siempre bella ciudad y puerto de Veracruz... Bueno sería que quien gobierna el país dirigiera también la mirada hacia los esforzados integrantes de la Marina Mercante Mexicana, oficiales y marinos que recorren el mundo arriesgando la vida en tareas del comercio internacional, que constituyen un orgullo para el país y que en los últimos tres años lo único que han recibido del Gobierno Transformador, es el desdeño y el desplazamiento en espacios laborales, lo que obviamente podría representar (como ya se comenta) parte de las acciones para militarizar al país, preocupación que se agudiza ante la creación de la llamada Guardia Nacional... Más valdría que nos equivocáramos.
 
Estimado lector: Respetando los tiempos de reflexión ciudadana que anteceden a un día de elecciones, confiando en la autorización de la Dirección de este medio de información, guardaremos en los próximos días nuestras colaboraciones para reintegrarlas en fecha posterior a la jornada electoral... Recuerde Usted, ningún gobernante debería de tener todo el poder y todo el dinero.