*Juicios por doquiera
*Persisten quebrantos
*Tierras de inseguridad
 
Apenas ayer, a un paso de iniciar su cuarto año de gobierno, después de casi tres años de agonía de niños con cáncer, víctimas de la carencia de medicamentos, por la arrogante y negligente negativa a negociar en su proceso de compra con los distintos distribuidores y fabricantes, se anuncia con simuladas fanfarreas triunfalistas, reflejo y prueba de que nunca valoraron el daño a los niños que dejaron en el desamparo, que el gobierno auto calificado como de la transformación, logró “transformar los contratos” y nuevamente, para la próxima semana, los niños victimados por el cáncer y por la burocracia transformadora, volverán a disponer de los medicamentos de los que carecieron por casi tres años.
 

El festivo anuncio del gobierno deja constancia por los escenarios y características en referencia, la clara “mea-culpa” de quien nos gobierna, porque más allá de costos altos y negociaciones, nunca, jamás de los jamases se deja a un niño desamparado, abandonado entre el dolor, la tristeza y el aislamiento del que es objeto, todo porque el gobierno negocia mejores beneficios en los contratos y acuerdos, como si se tratara de productos cuya adquisición “pueden esperar” el tiempo, los años que se lleve la negociación, escenario que no representa ni honorabilidad ni eficacia en los espacios gubernamentales, sino claro “pecado capital” social e incluso humanitario, cometido de forma intolerable por quien es el mayor responsable de vigilar por el bienestar de la sociedad, pero sobre todo en protección y amparo de quienes más lo necesitan y claman auxilio, como lo son los miles de niños que en múltiples regiones del país se encuentran afectados por el cáncer.
 
Medio sexenio demoró el pueblo de México pidiendo auxilio y piedad para el que sufre, medio sexenio de promesas incumplidas, medio sexenio de criminal trato a los pequeños martirizados por el cáncer y la ausencia de medicamentos, medio sexenio de versiones gubernamentales confusas y engañosas sobre el terrible martirio, incluso acreditando el sector oficial a los llamados de auxilio y manifestaciones de protesta, como la maquinación de un golpe de estado tejido al interior de las salas hospitalarias, cuando lo que realmente se requería es “un tejedor de milagros”, por lo menos para adormecer a los pequeños y ausentarse con el sueño del espantoso martirio al que han sido sometidos.
 
¿Dónde las conjuras?... ¿Dónde las divagaciones de señalamientos en falso?... ¿Dónde el engaño sobre la ausencia de medicamentos, si hoy se reconoce que luego de casi tres años los vuelven a comprar?... ¿Dónde el golpe de estado cuya acusación debería de ser denunciada formalmente ante los tribunales, para que él o los indiciadores involucrados, respondan ante los justicieros de su infame acusación?...
 

Sin embargo, en los actuales momentos, el propio cuerpo gubernamental que originó el desabasto de los medicamentos, reconoce que lo ejecutó por cuestiones económicas y, ante tales reflexiones, las preguntas son:
 
¿No se podría haber “negociado” con mayor inteligencia sin desprendernos de los niveles en calidad humanista?...
 
¿No debe ser prioridad aliviar el sufrimiento de miles de niños indefensos, muy por encima de intereses en utilidades financieras?...
 

¿Acaso no valdría la pena (mientras se negociaba) evitar por todos los medios el colocar a miles de niños mexicanos en niveles de agonía?...
 
¿Dónde se “ocultó al humanismo” que dicen practicar los impulsores de la Cuarta Transformación?...
 
¿Por qué desmintieron la carencia de medicamentos agregando que ello se trataba de una maquinación golpista?...
 

¿Quién responderá ante la historia frente al inhumano martirio contra niños, practicado en el transitar de ya casi medio sexenio?...
 
Difícilmente podrían registrarse respuestas coherentes por parte del sector gubernamental, ante un escenario dramático e irresponsable que nunca fue inventado, que lastimó y sigue lastimando a millones de familias mexicanas, que nos colocó en el contexto mundial como un país alejado no sólo del humanismo, sino de la más elemental eficacia en lo referente a salud y bienestar, pilares insustituibles de las instituciones gubernamentales, que deben encontrarse cimentadas fundamentalmente en el bienestar de la población, pero de manera prioritaria de nuestra niñez, la cual constituye el mayor tesoro de todo colectivo social y en el especial del sector gubernamental... ¿Se ampliará aún más la historia sobre el tema?... Existe mucho hilo para tejer y mucha tela de donde cortar.
 
Lo que se lee
 

Ya se anota en algunos espacios que la polémica consulta popular para conocer la opinión de ciudadanos, sobre si se procede al juicio de expresidentes de la República, podría ser de igual manera una puerta propicia para que también se proceda (en su momento) contra el actual Presidente de la República al igual que contra los hoy gobernadores e incluso alcaldes, escenario que empieza a originar mayores niveles de atención, por vía del cual podrían incrementarse de manera notoria señalamientos de rangos penales y procesos judiciales, en contra de los hoy actuales presidentes municipales y gobernadores, también con el objetivo de ser sujetos de un juicio en referencia a sus factibles comportamientos en marcos de ilegalidades, que supuestamente se hayan practicado en el transcurrir de sus respectivos periodos administrativos.
 
Es indudable que si el tema prosigue, podría incluso influir en que se reduzca el número de mexicanos que aspiren a un cargo público, sin que por el momento prive una clara opinión de si ello habrá de ser para bien, o para mal del país.
 
Lo que se ve
 

Toda una tradición en el marco comercial de elevado rango y prestigio, como lo ha sido en la ciudad de Xalapa la céntrica “Casa Ollivier”, histórico transitar comercial de una empresa que ha sido considerada, como una real institución de la actividad empresarial en el bello centro de la ciudad capital de los veracruzanos, tras 131 de atender a varias generaciones de xalapeños y veracruzanos en lo general, anuncia que cerrará sus puertas dando fin a una muy prolongada y fructífera existencia... Tiempos complejos y difíciles los que transitamos, no sólo en tierras veracruzanas sino en todo el mundo, pero de manera muy especial en nuestro país.
 
Y es que no sólo transitamos en los preocupantes escenarios de la una pandemia epidemiológica, sino que paralelamente a ella afrontamos una muy compleja etapa, tanto en lo político como en lo social y financiero, que de hecho está sobrepasando la competencia gubernamental para abrir rutas de mayor unidad, esfuerzo solidario y productividad, que conjuntamente con disciplina y conductas apropiadas, nos permitan superar tanto el quebrantamiento en los niveles de salud, como los registrados en el renglón de inseguridad, al igual que los referentes al desplome en fuentes de empleo.
 
Transitamos por una de las etapas más complejas que recuerden las actuales generaciones, de ello que no quede duda.
 

Lo que se oye
 
Mientras en Veracruz a niveles gubernamentales se sostiene que existen gobernadores en el territorio mexicano “que se hacen guajes y viven cruzados de brazos” ante el crecimiento delictivo en sus respectivas entidades, regiones en donde se registran hechos enmarcados en el fuero común, dejando todo el peso delincuencial hacia instancias gubernamentales federales, tanto en el país, como acontece en los ámbitos jarochos, la actividad delictiva persiste en niveles preocupantes, confirmándose con ello que tras ya casi tres años de vientos transformadores en tierras mexicanas y, obviamente veracruzanas, el panorama en materia de inseguridad resulta muy semejante al del anterior régimen, lo que obviamente se podría contradecir con polémicos discursos, pero no con una “real transformación” en beneficio de la colectividad.
 
Gracias por la gentileza de su atención y disfrute Usted un excelente fin de semana, sin bajar la guardia frente al nuevo y peligroso “oleaje pandémico”.