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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Violencia persistente
Alfredo Ríos Hernández
12 de octubre de 2021
alcalorpolitico.com
*Migración de alto riesgo
*El glamur de Lozoya
*Llega horario invernal
 
Se advierte con recurrencia en el seno del conglomerado social, el reclamo (ya frecuente) para cambiar “a fondo” los programas, acciones y estrategias en lo general, con la idea de disminuir de manera significativa la violencia contra las mujeres, tema tan añejo como lo es la humanidad, del que en todos los países se habla con recurrencia y de la misma forma de manera persistente se presentan los escenarios en cuestión, práctica que se registra (no con la misma intensidad) en todos los sectores de la población, pero cuya contención en muchos países (como el nuestro) no refiere en realidad niveles aprobables de eficacia.
 

Todos los mexicanos desde muy niños escuchan (cuando no presencian) sobre agresiones contra mujeres, lo que incluso “siembra” lecciones de vida en chamacas menores de edad, mismas que van desde la agresión sexual hasta escenarios de asesinato, referencias que no son de ninguna manera extrañas para los sectores de seguridad, pero que difícilmente reflejan la aplicación de castigos con sentencias apropiadas.
 
La agresión contra la mujer, forma parte de volúmenes de historia tanto de tiempos remotos como de escenarios actuales, hechos que incluso han consolidado numerosos estudios de expertos que se encuentran impresos, pero que frente a la realidad, pareciera que conforman contextos enmarcados en los espacios que se definen como “letra muerta”, porque simple y sencillamente en México nos encontramos sobre ese preocupante tema igual que antes, e incluso existen días que estamos peor.
 
¿Hasta cuándo apagaremos el infierno que nos representan los escenarios de violencia contra las mujeres mexicanas?... ¿Algo positivo en la materia se podría citar en los espacios transformadores que actualmente transitamos?... Ahí la dejamos.
 

Lo que se lee
 
Es incuestionable que la creciente presencia en México de migrantes provenientes de países suramericanos, e incluso de otros continentes, quienes pretenden aprovechar las actitudes fraternales de los mexicanos para ingresar ilegalmente al territorio de Estados Unidos, está originando que “las buenas relaciones” que privan entre el gobierno norteamericano y el de México, tiendan en últimas fechas hacia su desgaste y degradación, escenario que obviamente nos repercute, no sólo con la aplicación de medidas de mayor energía en tierras estadunidenses que origina problemas para los nuevos migrantes mexicanos, sino que incluso ya se perciben hacia quienes se encuentran de tiempo atrás laborando en el país del norte, al igual que en Canadá.
 
Pero paralelamente a tales reacciones de alto impacto negativo para nuestro país, los mismos hechos pueden inducir hacia la reducción en el mercado norteamericano, de actividades comerciales en relación a productos mexicanos, sanción financiera que obviamente impactaría de manera notoria a la economía mexicana.
 

Es por ello (por la prioridad de salvaguardar los niveles económicos de México) que las políticas sobre el tránsito de migrantes del sur del continente hacia Norteamérica, debe realmente registrar mayores niveles de efectividad evitando la ilegalidad que persiste en las rutas migratorias, acción requerida con la idea de que los convenios comerciales y de migración entre México y Estados Unidos, no registren desgastes y repercusiones que dañen la hoy endeble economía de los mexicanos.
 
Lo que se ve
 
Emilio Lozoya, el testigo protegido involucrado por supuestos actos de corrupción, fue detectado el pasado fin de semana en un restaurante de lujo, lo que el Presidente López Obrador calificó como un escenario que puede ser considerado como legal, pero que de la misma forma resulta inmoral.
 

El polémico escenario en referencia, obligó al mandatario del país, el referir la urgencia de que se proceda con mayor eficacia por parte de la Fiscalía y las autoridades judiciales en lo general, que permitan esclarecer y sancionar (lo antes posible) a los implicados en actos de corrupción.
 
Es incuestionable que la gráfica sobre el escenario en referencia, ha originado reacciones múltiples entre el conglomerado social mexicano, e incluso en algunos ámbitos del extranjero, lo que no puede acreditarse como provechoso ni para el propio Emilio Lozoya, ni para las estructuras gubernamentales que, ante el bochornoso caso, resultan raspadas en el marco del colectivo social.
 
Con frecuencia se olvida que ante determinadas circunstancias, resulta obligado el andar con “pies de plomo” para no otorgar curso a perniciosos comentarios, recordando que existen tiempos propicios para lanzar cuetes y otros para recoger las Varas.
 

Lo que se oye
 
El ya próximo “domingo 31 de octubre” deberemos amanecer con el cambio de horario, por lo que habremos de retrasar una hora en nuestros respectivos relojes, acción que se ejecuta tradicionalmente al iniciarse el horario que conocemos como de invierno, horario que aparentemente resulta el de mayor comodidad, en tanto que con tal práctica “atrasamos una hora nuestro horario habitual” por lo que, cuando lo menos, ese amanecer disfrutamos de “una hora más descansando”.
 
Tal ajuste de reducir se convierte en desagradable cuando el horario invernal termina y, para entonces, en lugar de retrasar el reloj estamos obligados a reponerle la hora que por el invierno “eliminamos”, pero que ante ordenamientos solares habremos de retornar a la reposición del horario veraniego, procediendo el 3 de abril del ya inmediato año 2022, al correspondiente cambio de horario reponiendo los 60 minutos que le restamos con anterioridad... Pero pensemos en positivo, refiriendo que todo tiempo por venir, habrá de ser mejor.