Estoy aturdido por lo saturadas que están las redes sociales y los medios de comunicación con las declaraciones de altos, medianos y funcionarios menores, de los diputados federales y locales y dirigentes de Morena defendiendo a la Gobernadora ¡Ja!
El general Eduardo León Trauwitz, exdirector de Salvaguardia Estratégica de Petróleos Mexicanos (Pemex), acusó que entregó a Rocío Nahle, en ese entonces integrante del equipo de transición de López Obrador, información oficial sobre el robo de combustibles, para que hubiera bases para reducir ese ilícito, pero que supone que la documentación la utilizaron para maximizar el huachicoleo.

La denuncia es muy fuerte, sobre todo tomando en cuenta el contexto de los decomisos en los últimos meses (alrededor de 40 millones de litros), lo que expone que el robo y comercio ilegal de combustible creció en los últimos años y no disminuyó cuando AMLO fue presidente y Nahle secretaria de Energía.
¿Y qué ha pasado ante tal denuncia?, pues lo que ha sucedido es que la Gobernadora de Veracruz ha tenido que defenderse prácticamente sola.


¿Cuántos diputados, locales y federales, en lo personal o en bloque, han salido en su defensa, señalando que Nahle es honesta e incapaz de hacer algo como de lo que la acusa el general exiliado en Canadá?
¿Cuántos de sus colaboradores, que le deben el trabajo, han rechazado en forma tajante lo que se dice de su jefa? ¿Y los directivos de Morena cómo han reaccionado?
La gran mayoría ha volteado hacia otro lado y guardado silencio.
¿Le creen al general o simplemente no les importa lo malo que digan de su jefa?

¿Falta total de solidaridad? Va más allá de eso. En unos casos debe ser que no conocen la gratitud, en otros deslealtad y en algunos falta total de conocimiento de cómo debe actuarse ante casos de este tipo.

No cabe duda, los de Morena se llevan pesado... y no ocultan que no se llevan.

¿CÓMO SE GANA UNA GUBERNATURA?

Fidel Herrera, desde que inició muy joven en la política, siempre fue rechazado al iniciar las administraciones de los gobernadores.
Empezó esto con Rafael Hernández Ochoa y así siguió. Por eso optó por hacer carrera parlamentaria.

Cuando le correspondió a Miguel Alemán Velazco ser gobernador y a él presidir el PRI y apoyar para ganar la elección, muchos supusieron que sería el secretario de Gobierno.
Pero para ese entonces Fidel estaba muy curtido. No quiso un cargo, solo maniobró para que no hubiera un secretario de Gobierno fuerte y esperó el momento para ganar la candidatura al Senado.

Fue senador y desde ahí, sin el peso y las ataduras de ser empleado del gobernador, trabajó hábilmente para construir su candidatura al Gobierno del Estado.
Recorrió toda la entidad cuantas veces quiso, se reunió con cuanto personaje deseó y, desde el Senado, tejió y amarró en la Ciudad de México los últimos cabos sueltos que le permitieron hacer realidad su gran sueño.
Cuando los alemanistas, es decir, quienes como sus principales colaboradores tenían rodeado al gobernador Alemán y creían que de esa forma uno de ellos sería quien reemplazaría al jefe, quisieron actuar para sacar de la jugada a Fidel, el cuenqueño les llevaba mucha ventaja y solo le restó amenazar con salirse del PRI e irse al PRD para ser el abanderado del Sol Azteca.


Rebasó a todos los locales por la izquierda, por el centro y la derecha y fue, primero, candidato a la gubernatura y después gobernador.
Hoy en Veracruz se vive una situación parecida. Hoy otro senador está rebasando a los morenistas por la izquierda y hasta ahora no lo han alcanzado.
Es Manuel Huerta, quien ya ha sido diputado federal, funcionario en la jefatura de Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, dirigente estatal de Morena y delegado de Bienestar.

El senador, chueco o derecho, está tejiendo localmente y en la CDMX. Hace sus amarres, pelea con quien quiere pelear y critica lo que debe ser criticado.

Hasta ahora ha ido un paso adelante de sus enemigos en Morena, ganando posiciones, aunque algunas se le pueden caer, pero dando muestras de que sabe hacer política.
Quién sabe qué pase en la Universidad Veracruzana, es decir, si por la vía legal tiren la reelección del rector Martín Aguilar, pero para quienes conocen bien cómo está el proceso vivido durante las últimas semanas en la UV, saben que Huerta es factor clave respaldando a quien conoce desde su paso por la Facultad de Sociología.

Tras la elección de magistrados del Tribunal Superior de Justicia te enteraste, estimado lector, que hubo disputa por la presidencia, no obstante que la magistrada Rosalba Hernández había obtenido más votos para esa posición.
De repente una corriente empezó a pugnar porque Luz María López Aburto fuera la presidenta del Tribunal Superior, porque fue quien en lo general logró más votos, pero se registró para ser magistrada del Tribunal de Conciliación y Arbitraje (TCA).
Después te enteraste que la aún presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Lisbeth Aurelia Jiménez, designó adelantadamente a quienes tendrán a su cargo la administración de los recursos del Poder Judicial y que a la vez fueron nombrados los representantes de los poderes Ejecutivo y Judicial ante ese otro poder.


¿El motivo: solo un berrinche de la magistrada Jiménez que buscaría cuidarse las espaldas? No, fueron medidas ante su incapacidad para ganar la elección, pese a contar con todos los apoyos, dando como resultado que ganara la magistrada Rosalba, identificada con el senador Huerta.
Y ahora, en tanto el Partido del Trabajo (PT) fue desdeñado por Morena antes de las elecciones municipales, por lo que participó con sus propios candidatos y le fue bien, hubo alguien en el Movimiento de Regeneración Nacional que estuvo cercano a petistas.

Así que por estos días que corre la versión de que cambiarán a la dirigencia estatal del PT, un fuerte "candidato" a ser el nuevo dirigente es el diputado federal Adrián González Naveda... exfuncionario en la Delegación de Bienestar e identificado con Manuel Huerta.
Ahí la lleva el senador, en tanto quienes rodean a la Gobernadora quién sabe qué hacen.