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Sección: Estado de Veracruz

El Museo de los Escritores (X y último)

- Mayor nivel cultural y formación en valores elevan el ejercicio de la política y la participación ciudadana

- La cultura popular sólida genera convivencia comunitaria democrática, sana, organizada y productiva

- El acceso generalizado al conocimiento y a la educación, a lo largo de la vida, consolidan la cultura popular

- Ofrecer educación de bajo nivel se traduce en simulación y fraude social

Víctor Arredondo 03/11/2021

alcalorpolitico.com

A lo largo de esta serie se ha enfatizado la importancia de una intensa promoción cultural; del trascendente papel que juegan las metrópolis culturales y sus bibliotecas como museos de los escritores --en el sentido Ptolemaico del término--; de las grandes iniciativas culturales que implican capacidad creativa y de convocatoria para lograr la colaboración horizontal y alianzas exitosas; de la necesidad de elevar los estándares en el arte, la ciencia, la educación y la cultura en general; pero sobre todo, del potencial actual de ampliar el acceso y los beneficios de la educación y la cultura hacia los segmentos mayoritarios de la población.

Un compromiso permanente de las autoridades ante la sociedad, debe ser el que aprovechen la experiencia acumulada y los buenos ejemplos para que no se presenten los “sube y baja” en la calidad cultural y educativa. Los altos estándares en la planeación y ejecución de las labores culturales y educativas son el mejor indicio de que se entiende y acepta el enorme desafío de entregar a nuestra gente la perspectiva de un mejor destino, a partir de una sólida formación integral. Ofrecer una educación de bajo nivel se constituye en simulación y fraude social. No se trata de poner más mesabancos en los salones, sean físicos o virtuales, se trata de poner en práctica las soluciones que han probado mayor eficacia y contribución social, que han mostrado de manera contundente que es factible promover la autorrealización plena, individual y colectiva.

Y no hay que inventar el hilo negro, la historia de la humanidad nos ha ilustrado que la concentración del talento, la sapiencia, la estética --natural o creada--, la diversidad cultural, la pluralidad de ideas, la tolerancia y el libre albedrío, la colegialidad, la formación intelectual humanista y solidaria en todos los campos del conocimiento, así como el énfasis en la práctica disciplinada y la perseverancia, conducen a la creatividad, a la excelencia y a la genialidad de cada quien, en su propio ámbito de acción.



La burocracia administrativa ha sido el mayor lastre en los procesos tendientes a la innovación y a la entrega de mejores resultados, en todos los sectores y tipos de organización. Se aduce que la burocracia, en el sentido pleno del término, es necesaria porque asegura mayor eficacia, eficiencia y transparencia. Ese falso argumento ha sido desnudado, porque lo que ha generado es exactamente lo contrario: inoperatividad, mayores costos en recursos y tiempos, así como la opacidad que esconde de manera truculenta los malos manejos y corruptelas. La tecnología de administración trasparente en tiempo real de hoy en día, suple procesos y vericuetos administrativos que han sido diseñados para ubicar el poder en las labores adjetivas, en lugar de ubicarlo en donde debe estar, en las labores y decisiones sustantivas.

Decíamos antes que las sociedades, instituciones y grupos que las conforman han recurrido a los mitos, rituales y símbolos para consolidar una identidad colectiva y la indispensable cohesión social. Y también, que hay concentrarse en manifestaciones que propicien el engrandecimiento de la colectividad, a partir del cultivo de las fortalezas de cada quien, de enaltecer el talento y el esfuerzo cotidiano, de esa labor sostenida que acumula pequeños logros a lo largo del tiempo hasta llegar a la genialidad. Entonces, los programas educativos deben enfatizar el estudio de nuestra realidad, sin cubiertas que la escondan, pero con ideas y métodos que permitan el aporte individual y colectivo para superar injusticias, anomalías, desfases y que apuntalen la construcción de una vida mejor en comunidad.

Los nuevos soportes tecnológicos consolidarán a las instituciones educativas, programas culturales y de estudio, así como a las bibliotecas como espacios de aprendizaje multimodal para la formación integral. Sus usuarios presenciales y los que utilicen los medios virtuales podrán acceder a los mejores recursos didácticos y culturales con el fin de oxigenar su conocimiento, imaginación y creatividad. Ello será posible gracias a la colaboración horizontal mediante redes virtuales, que ofrecerán conocimiento de frontera e información socialmente relevante como base de la prosperidad y el bienestar. También será posible ampliar el acceso de la población abierta al aprendizaje autónomo a lo largo de la vida, a círculos de lectura, a oportunidades de desarrollo de la creatividad mediante el aprecio por las artes y el conocimiento, a servicios de información para pequeños emprededores y organizaciones locales; a programas de alfabetización literaria y digital.



Marguerite Yurcenar, la espléndida escritora belga, en su novela Memorias de Adriano revive una reflexión aguda y premonitoria de ese gran emperador romano “Fundar bibliotecas equivalía a construir graneros públicos, amasar reservas para un invierno del espiritu que, a juzgar por ciertas señales, y a pesar mío, veo venir …”. Así anticipaba los altibajos del imperio romano en los años por venir; pero con todo y sus premoniciones, Adriano no cejaba en su intento pacifista a favor del florecimiento de la cultura, la estética, el poderío y el bienestar romano.

El Museo de los Escritores (IX)
El Museo de los Escritores (VIII)
El Museo de los Escritores (VII)
El Museo de los Escritores (VI)
El Museo de los Escritores (V)
El Museo de los Escritores (IV)
El Museo de los Escritores (III)
El Museo de los Escritores (II)
El Museo de los Escritores (I)