Todo mundo se queja de lo mismo.

 

¡No hay dinero!

 

Que no lo hay porque el gobierno federal emanado del PAN no ha sabido gobernar al no generar fuentes de empleo bien remunerados y el pomposo slogan de campaña en el sentido de que sería el gobierno del empleo hasta hoy puro choro, como dicen los jóvenes hoy en día.

 

Que no hay circulante porque Fidel Herrera Beltrán se llevó todo, y por si fuera poco dejó endeudado al estado.

 

Que no hay lana porque el pinche huracán “Karl” nos vino a partir toda la maceta, y hasta hoy, nuestros gobiernos no han sabido o querido restaurar todo lo devastado, con lo que se generarían fuentes de empleo y por ende el circulante en la zona fluiría. O sea, la reactivación económica de la que tanto hablan nuestros políticos, es letra muerta, así de simple y así de fácil.

 

Que no hay dinero porque igualmente ya se gastaron todo en campañas políticas recientes, y hoy lo que menos interesa es derramar recursos monetarios hacia la población, sino todo lo contrario, recuperarlos y echárselos a la bolsa. Total, México y Veracruz dan para eso y más, pues bien lo dice la canción de “Los Tigres del Norte”, lo han robado y saqueado durante más de 5 siglos y no se lo pueden acabar.

 

 

 

Que no hay dinero porque lo están reservando para la guerra o madre de todas las batallas políticas en puerta y que significan el no perder o el recuperar la primera magistratura del país, la Presidencia de México. Campaña política en la que volverán a despilfarrar a manos llenas, total, al pueblo que se lo siga llevando la chingada.

 

Que no hay dinero porque al destaparse la cloaca en las organizaciones cañeras sobre fraudes en sus cajas de ahorro por parte de inversionistas o usureros, específicamente en la ULPCA-CNC El Modelo, ya no invierten o prestan con el consabido tres por ciento de interés mensual que se agenciaban los mal llamados ahorradores, y por lo tanto, ni cañeros, ni transportistas, ni obreros en sus respectivas uniones o sindicatos tienen lana, el dispendio que todavía hace 3 ó 4 años atrás se daba, es cosa del pasado y ahora pagan justos por pecadores.

 

Que no hay dinero porque los ahora ex alcaldes veracruzanos, y sobre todo los de la región de Cardel se llevaron todo a sus cuentas bancarias personales y mientras el pueblo paga los platos rotos, ellos, los ex munícipes comen con manteca y se dan vida de reyes con sus parentelas.

 

Todo lo escrito líneas atrás, es la voz generalizada de un pueblo mexicano que ya no aguanta más tal situación y que de plano no llora porque Dios es muy grande, mismo que no se levanta en armas o arma una revuelta porque en realidad nadie quiere arriesgar el pellejo y el de sus familias, nadie anhela ser héroe para que le pongan una estatua en un parque, y de plano, porque hacen falta cojones.

 

Más claro que el agua, ni se diga, el poder y la riqueza se centra en unos cuantos privilegiados a los que la crisis que venimos arrastrando desde hace muchos años, les hace lo que el viento a Juárez.

 

Que la gasolina, que el gas, que el diesel, que los comestibles, que la ropa, que el calzado, que la energía eléctrica, servicios telefónicos, y demás, todo, absolutamente todo, c a r í s i m o.

 

Y ningún cabrón de nuestros flamantes gobernantes es capaz de hacer algo por paliar por lo menos la chingada situación económica que a todos nos pega diariamente.

 

Puro justificarse los políticos.

 

Pero…

 

¡Señores si no pueden renuncien a sus cargos!

 

No puede ser que sigamos así, en este, un país y un estado riquísimos en todo, porque tenemos de todo, pero lamentablemente esa cultura tan arraigada que tenemos de joder o de chingar y al pueblo que se lo lleve la tristeza, difícilmente nos podrá dejar avanzar.

 

El grueso de la población, por lo menos, está hasta la madre de esta pinche situación.

 

¿Usted no?

 

Aunque no se quiera creer así, urgen héroes como los que surgieron y participaron en la Revolución e Independencia, ¿no cree usted?

 

¡No hay dinero!

 

Una frase que hasta la soñamos a diario miles de mexicanos, principalmente veracruzanos y más los que vivimos en la región cardelense, mismos que no sentimos lo duro, sino lo tupido.

 

La queja, en todos los sectores de una sociedad severamente golpeada.

 

No hay quien no se queje en el sentido de que no hay lana.

 

Y eso, quiérase o no, desespera y a cualquiera lo hace vulnerable a la impotencia.

 

¡Qué irá a pasar!, ¡Qué irá a pasar!

 

Es la cavilación que surge diariamente entre la población. Esto no puede seguir así, ¡vaya!, ni parece que hay zafra en los Ingenios Azucareros de El Modelo y La Gloria.

 

Definitivamente no hay lana ni mucho menos chamba.

 

¡Qué poca!