1.- Dice José Encarnación Alfaro que el grupo que se acaba de decretar la representación de la militancia priista, no son rebeldes. Y es cierto: ¿Cómo pueden ser rebeldes esos políticos que brincan de un cargo a otro, y ahora que se les acabó el mecate, pues protestan y se hacen presente.
 
Y se hacen notar porque el año próximo habrá muchos cargos con los que ahora pretenden “que los aplaquen”. Eso es lo que quieren, con excepciones honrosas, por eso critican y zapatean. Quieren que los volteen a ver, por eso hacen ruido.
 

Si en verdad quisieran hacer algo positivo por el partido, debieran ponerse a trabajar. Aquí aplica lo que el Presidente Kennedy dijo en alguna ocasión, respetadas las debidas proporciones: “No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate que puedes hacer tú por tu país.”
 
No pregunten qué quieren que el Partido haga por ellos (ustedes); debieran preguntarse qué pueden hacer ellos por el partido”
 
Ivonne Ortega ya bailó y a pesar de ello quiere seguir gastando suela. Quieren acorralar a Enrique Ochoa para que les abra la puerta. Quieren cargos.
 

Ya el senador Arturo Jiménez les dio un llegue y bajo el amparo de la CNOP les llamó “políticos de café y al parecer, también de segunda”
 
2.- Y esto aplica también a la “Corriente crítica” del PRI que también ha levantado la manos aquí en el estado para que les “permitan aportar su experiencia” ahora que el CDE del PRI y sus resultados andan de capa caída.
 
Para apoyar a su partido, el PRI, cualquier trinchera es buena, y esto a pesar de que la actual dirigencia no es la mejor ni con mucho la más permeable.
 

3.- El grupo que “protesta” en la capital federal pide que haya elecciones abiertas para elegir candidatos, incluido, claro, el candidato presidencial, “lo cual es sólo un mal ejercicio de memoria, o más bien un ejemplo de su desmemoria” dice don José Fonseca.
 
Y tiene razón: Ya se les olvidó lo que le ha sucedido al PRI cuando practican la consulta a las bases: Acaban divididos.
 
Y además, padecen de amnesia: Ya olvidaron cómo llegaron ellos, “los protestantes” a las candidaturas, muchas por cierto, a cargos de elección popular.
 

Sin embargo, que se inquieten es buena señal. El PRI está vivo pero requiere de un jefe que los oriente, acostumbrados como están a ello. Necesitan, al menos aquí en Veracruz, un líder sin etiquetas de farsante. Que luche realmente por la militancia y no acepte candidatura alguna para probar que su lucha es seria.
 
El problema que tendrán será encontrarlo.
 
4.- Y sí, es necesario que Renato acepte, bajo cuerda, una presunta candidatura y deje el cargo para alguien que le meta dinámica y no se muestre adocenado y entregado a la inercia.
 

Y esto si el PRI quiere ganar la gubernatura del 2018 en el Estado. Tiempo tienen para hacerlo.
 
P.D. El empate con Portugal mostró a los tricolores con ganas de hacer bien las cosas. Cuando menos, hizo que el día del padre pudiera ser cheleado con el mayor de los gustos...