6 de enero de 2022
alcalorpolitico.com
1.- Hoy en algunos [no todos] hogares mexicanos en que habitan niños, ellos buscarán los juguetes que les traen, de la piadosa mentira, los Reyes Magos.
Así ha sido por muchísimos años y no parece que la tradición vaya a cambiar pronto...aunque en estos tiempos, todo es posible.
Y, sin embargo, muchos políticos se acogerán a este beneficio en espera de que su suerte cambie. Tendrán que buscarse una silla porque la suerte se construye; no llega sola.
Y así, también hoy, era tradición la celebración de la expedición de la Ley Agraria, aplicable desde la época Carrancista, que promovía la CNC y la Liga Agraria en el Estado. El priismo hacía de esta celebración, un ritual político con el puerto de Veracruz como escenario.
Hoy los tiempos han cambiado y sólo los actores saben si habrá representación o no. Y todo porque también las costumbres se quedan en el pasado y de él, pocos quieren acordarse... Los líderes campesinos se quedarán con sus guayaberas al hombro y los sombreros guardados. Serán para otra ocasión.
2.- Agradezco a mis amigos y a quienes, sin serlo, me han hecho manifestaciones de afecto y solidaridad ante el evento temporal de pérdida de salud del mayor de mis hijos, Jenaro Alfonso.
Les digo: Gracias y esperamos en el seno familiar, que su juventud y fortaleza pronto lo traiga a la normalidad de su vida.
Gracias por parte de mi esposa Rosa Aurora Rueda Rauda y sus hermanos Jennifer y Antonio Andrés.
3.- Es cierto: La vida sigue y no podemos regresar el tiempo; y aunque queramos; tampoco podríamos hacerlo. Sin embargo, la dura realidad no respeta fronteras de ninguna índole, la salud incluida ni podríamos modificarla.
4.- El entorno político a la simple vista, va cambiando de curso. El tiempo lo exige y los actores también. Y debe respetarse también las cosas fundamentales de la vida: No vivimos en solitario: Ni en un desierto ni en la selva.
Quienes andan en estos quehaceres si no lo entienden, no lo aprenderán. Y si no lo aprenden el poder lo perderán.
Las cámaras legislativas federales para atemperar, debieran ser las válvulas de alivio en este país; en nuestro país en donde los unos soslayan a los otros, y los otros insistirán en ser escuchados y atendidos.
Así funciona la democracia en la que todos participan [mos] y sólo en un ismo como ese, la vida puede transcurrir en tranquilidad y respeto.
¿Será entonces muy difícil gobernar?
Por el bien del país y de los millones de mexicanos que somos, que este entorno se modifique pronto.
Ya la sabia sentencia así lo resume: Nada dura para siempre...
Así ha sido por muchísimos años y no parece que la tradición vaya a cambiar pronto...aunque en estos tiempos, todo es posible.
Y, sin embargo, muchos políticos se acogerán a este beneficio en espera de que su suerte cambie. Tendrán que buscarse una silla porque la suerte se construye; no llega sola.
Y así, también hoy, era tradición la celebración de la expedición de la Ley Agraria, aplicable desde la época Carrancista, que promovía la CNC y la Liga Agraria en el Estado. El priismo hacía de esta celebración, un ritual político con el puerto de Veracruz como escenario.
Hoy los tiempos han cambiado y sólo los actores saben si habrá representación o no. Y todo porque también las costumbres se quedan en el pasado y de él, pocos quieren acordarse... Los líderes campesinos se quedarán con sus guayaberas al hombro y los sombreros guardados. Serán para otra ocasión.
2.- Agradezco a mis amigos y a quienes, sin serlo, me han hecho manifestaciones de afecto y solidaridad ante el evento temporal de pérdida de salud del mayor de mis hijos, Jenaro Alfonso.
Les digo: Gracias y esperamos en el seno familiar, que su juventud y fortaleza pronto lo traiga a la normalidad de su vida.
Gracias por parte de mi esposa Rosa Aurora Rueda Rauda y sus hermanos Jennifer y Antonio Andrés.
3.- Es cierto: La vida sigue y no podemos regresar el tiempo; y aunque queramos; tampoco podríamos hacerlo. Sin embargo, la dura realidad no respeta fronteras de ninguna índole, la salud incluida ni podríamos modificarla.
4.- El entorno político a la simple vista, va cambiando de curso. El tiempo lo exige y los actores también. Y debe respetarse también las cosas fundamentales de la vida: No vivimos en solitario: Ni en un desierto ni en la selva.
Quienes andan en estos quehaceres si no lo entienden, no lo aprenderán. Y si no lo aprenden el poder lo perderán.
Las cámaras legislativas federales para atemperar, debieran ser las válvulas de alivio en este país; en nuestro país en donde los unos soslayan a los otros, y los otros insistirán en ser escuchados y atendidos.
Así funciona la democracia en la que todos participan [mos] y sólo en un ismo como ese, la vida puede transcurrir en tranquilidad y respeto.
¿Será entonces muy difícil gobernar?
Por el bien del país y de los millones de mexicanos que somos, que este entorno se modifique pronto.
Ya la sabia sentencia así lo resume: Nada dura para siempre...