1 de octubre de 2025
alcalorpolitico.com
Por más que se quiera justificar que asà estamos bien, es negativo que Veracruz sea el único estado en el que no hay revocación de mandato para quien sea el gobernador.
El enésimo enfrentamiento entre la gobernadora RocÃo Nahle y el senador Manuel Huerta lo vuelve a ganar el legislador porque, bien o mal, la revocación de mandato está en las leyes de los demás estados y a nivel federal, pero los veracruzanos no tienen el derecho para, si es el caso, quitar a su gobernador.
¿Qué temió Cuitláhuac?, ¿por qué dejó pasar el tiempo sin enviar la iniciativa de ley que permitiera la revocación de mandato?
Aunque pareciera que permanentemente vivÃa en un mundo irreal, en el que gobernaba muy bien y el pueblo lo querÃa, como que tuvo momentos de conciencia y calculó que no fuera la de malas y los veracruzanos, por votación, lo corrieran.
Recordemos que la revocación de mandato no existÃa en México. Nació por órdenes de López Obrador, quien de esa forma quiso ratificar su popularidad y cuánto lo amaba el pueblo, pero no por encuestas, sino voto a voto.
En abril de 2022 se realizó esa votación, con el resultado de que el 91.87% de los votantes le dieron la aprobación a su gobierno... solo que únicamente votó algo asà como el 17.7% del total del padrón, poco más de 15 millones de mexicanos.
Y eso que los gobernadores de Morena acarrearon votantes con singular alegrÃa. Este ejercicio nos costó alrededor de mil 567 millones de pesos, la mitad de lo que costó realizar, un año antes, las elecciones intermedias (para elegir diputados federales), cuando emitió su sufragio el 52% del padrón electoral.
Pero decÃamos, bien o mal, la revocación de mandato ahà está en las leyes de 31 estados y debe someterse a ella el presidente (ahora le tocará a la presidenta Sheinbaum).
Cuitláhuac no quiso tener esa guillotina sobre su cabeza y ahora la gobernadora Nahle tampoco.
Solo patea el bote, dice que eso es cuestión del Congreso local, pero en la Legislatura -tanto el coordinador Esteban Bautista como el diputado Marcelo Ruiz- ya dijeron que ese tema no está en la agenda, o sea, no quiere saber de eso, no le agrada para nada a la Gobernadora y como ella manda, pues simplemente no será abordado.
Señala Nahle que esto de pedir la revocación es un asunto polÃtico y se lo atribuye al senador Huerta, que efectivamente es quien sacó el tema a lo público y ha insistido sobre la revocación.
Por eso la Gobernadora dijo que los senadores deberÃan someterse a la votación decidir si permanecen en el cargo.
Tiene razón RocÃo Nahle, pero no solo los senadores, también ella y todos los funcionarios.
Parte de los problemas que vivimos en México tienen su origen en que, en realidad, ningún funcionario rinde cuentas.
Existe la revisión -cuestionable, porque hay manga ancha- a cómo manejan el dinero público, pero nadie, ni un director de ayuntamiento, un regidor, un alcalde, un secretario de despacho, un gobernador, un director general del gobierno federal, un secretario de Estado, un presidente- es evaluado, por ley, en su trabajo.
Eso quiere decir que un funcionario municipal, estatal o federal puede realizar burrada y media en el ejercicio de sus actividades públicas, puede cometer estupidez tras estupidez, puede trabajar una o dos horas diarias, puede gastar el dinero a su antojo (solo no debe aplicar la "licuadora"), puede construir obras de relumbrón o a conveniencia y puede incumplir sus programas de gobierno y no pasa absolutamente nada.
No está obligado a concretar metas mÃnimas. Los funcionarios solo le responden a su jefe y el presidente solo le responde a su conciencia, pero ya sabemos que muchos no la han tenido.
¿Revocación de mandato en las leyes de Veracruz?, pues sÃ, aunque serÃa mejor que en todo el paÃs los servidores públicos fueran sometidos a un tipo de evaluación sugerida lÃneas arribas.
¿Cómo la ves lector, qué te parece?
El enésimo enfrentamiento entre la gobernadora RocÃo Nahle y el senador Manuel Huerta lo vuelve a ganar el legislador porque, bien o mal, la revocación de mandato está en las leyes de los demás estados y a nivel federal, pero los veracruzanos no tienen el derecho para, si es el caso, quitar a su gobernador.
¿Qué temió Cuitláhuac?, ¿por qué dejó pasar el tiempo sin enviar la iniciativa de ley que permitiera la revocación de mandato?
Aunque pareciera que permanentemente vivÃa en un mundo irreal, en el que gobernaba muy bien y el pueblo lo querÃa, como que tuvo momentos de conciencia y calculó que no fuera la de malas y los veracruzanos, por votación, lo corrieran.
Recordemos que la revocación de mandato no existÃa en México. Nació por órdenes de López Obrador, quien de esa forma quiso ratificar su popularidad y cuánto lo amaba el pueblo, pero no por encuestas, sino voto a voto.
En abril de 2022 se realizó esa votación, con el resultado de que el 91.87% de los votantes le dieron la aprobación a su gobierno... solo que únicamente votó algo asà como el 17.7% del total del padrón, poco más de 15 millones de mexicanos.
Y eso que los gobernadores de Morena acarrearon votantes con singular alegrÃa. Este ejercicio nos costó alrededor de mil 567 millones de pesos, la mitad de lo que costó realizar, un año antes, las elecciones intermedias (para elegir diputados federales), cuando emitió su sufragio el 52% del padrón electoral.
Pero decÃamos, bien o mal, la revocación de mandato ahà está en las leyes de 31 estados y debe someterse a ella el presidente (ahora le tocará a la presidenta Sheinbaum).
Cuitláhuac no quiso tener esa guillotina sobre su cabeza y ahora la gobernadora Nahle tampoco.
Solo patea el bote, dice que eso es cuestión del Congreso local, pero en la Legislatura -tanto el coordinador Esteban Bautista como el diputado Marcelo Ruiz- ya dijeron que ese tema no está en la agenda, o sea, no quiere saber de eso, no le agrada para nada a la Gobernadora y como ella manda, pues simplemente no será abordado.
Señala Nahle que esto de pedir la revocación es un asunto polÃtico y se lo atribuye al senador Huerta, que efectivamente es quien sacó el tema a lo público y ha insistido sobre la revocación.
Por eso la Gobernadora dijo que los senadores deberÃan someterse a la votación decidir si permanecen en el cargo.
Tiene razón RocÃo Nahle, pero no solo los senadores, también ella y todos los funcionarios.
Parte de los problemas que vivimos en México tienen su origen en que, en realidad, ningún funcionario rinde cuentas.
Existe la revisión -cuestionable, porque hay manga ancha- a cómo manejan el dinero público, pero nadie, ni un director de ayuntamiento, un regidor, un alcalde, un secretario de despacho, un gobernador, un director general del gobierno federal, un secretario de Estado, un presidente- es evaluado, por ley, en su trabajo.
Eso quiere decir que un funcionario municipal, estatal o federal puede realizar burrada y media en el ejercicio de sus actividades públicas, puede cometer estupidez tras estupidez, puede trabajar una o dos horas diarias, puede gastar el dinero a su antojo (solo no debe aplicar la "licuadora"), puede construir obras de relumbrón o a conveniencia y puede incumplir sus programas de gobierno y no pasa absolutamente nada.
No está obligado a concretar metas mÃnimas. Los funcionarios solo le responden a su jefe y el presidente solo le responde a su conciencia, pero ya sabemos que muchos no la han tenido.
¿Revocación de mandato en las leyes de Veracruz?, pues sÃ, aunque serÃa mejor que en todo el paÃs los servidores públicos fueran sometidos a un tipo de evaluación sugerida lÃneas arribas.
¿Cómo la ves lector, qué te parece?